jueves, 7 de agosto de 2008

Una muñeca pelona

De la importancia de las peluquerías ya han hablado Tupp y Suntzu en alguna ocasión. Yo tengo mis dos peluqueros de cabecera, pero están una en Valencia de Alcántara y el otro en Sevilla, así que no me queda más remedio que ir probando, con mejor o peor fortuna. Lo bueno es que, al fin, el pelo crece y el mío crece muy rápido (pero no instantáneamente, claro está). Lo malo es que tengo cuatro.


Cuatro pelos mal contados, a los que un día les voy a tener que poner nombre y que, en situaciones de estrés (y he tenido algunas en los últimos meses) se me cae, como a todo hijo de vecino. He tenido experiencias de todo tipo: desde los cardados imposibles para dar mucho volumen que te hacen parecer una señora de 70 años, hasta los cortes a lo chico que te dejan las orejas al aire y un casco por flequillo.

Porque las que tenemos cuatro pelos, más que un peluquero necesitamos un milagro. Alguien que sepa colocarlos, tapando aquí y allá, y que te haga, además, un corte manejable, de los de me lavo y listo, porque yo no sé usar el secador, no sé usar la laca, no sé usar la espuma y no sé usar el peine de cardar. Y que analice la forma de tu cara y te haga algo que te realce.

La penúltima vez la descubrí. Una chica joven, muy joven, con unas manos estupendas, que me dejó un trozo de flequillo que me caía sobre un ojo y unas patillas largas que me estilizaban. Y salí de allí viéndome guapa y todo. Monísima de la muerte. Silvia, se llama.

Así que allá fui yo, anteayer, calle abajo y me detuve al lado de la puerta de la peluquería y no me sonaba de nada, pero era esa calle, que está justo enfrente de la mía y por la que paseo mucho, sin fijarme, y me dije: "No me suena, pero la habrán remodelado, como es de estas peluquerías modernas que cambian la decoración cada dos por tres... Porque vamos, no van a poner dos una al lado de la otra". Y como tenía prisa porque había venido mi hermano de Pontevedra, allá que me fui.

Y sí: hay dos peluquerías, una al lado de la otra. Y cuando salí de allí, pasé por la otra puerta y allí estaba Silvia, "mi" peluquera. Cuando salí de allí, digo, después de la peripecia. Porque se lo dije: exactamente igual que está, ¿ves que tengo este mechón más largo? pues exactamente igual pero un pelín más corto.

Y va la tía y me rapa.

Me descarga de arriba, que es donde menos pelo tengo, rasura mi mechón maravilloso, yo no le digo nada porque soy gilipollas y me da apuro mientras ella sigue y sigue, sigue, sigue, me deja patillas de hombre completamente al ras y me cobra veinte euros.

Y aquí estoy. Parezco una muñeca pelona.

8 comentaron:

Regina dijo...

Siempre te queda matarla, pero no con las tijeras de "cortar a navaja", que no tienen punta.

No, en serio. Yo como llevo desde bebé con la misma peluquera no sé lo que es eso, pero sí sé que no me fiaría de nadie más que de ella, conoce mi cabeza perfectamente y como yo también tengo poco pelo siempre me hace cortes para que se me disimule. Lástima que sea demasiado tarde y te quede tan lejos.

Ya te lo he dicho, pero lo repito: da igual. Hay un refrán que dice que "burro bien o mal esquilado a los 15 días igualado". ¿Cuánto falta para que vaya? Sigue sin importar, la parte exterior de tu cabeza me da a mí que no importa demasiado [en este caso].

Ánimo. Cuelga foto xD.

Vale, no puedo evitar bromear, es una liberación de estrés.

Isabel Sira dijo...

Ay, niña, que me han entrado ganas de que me enseñes una foto... Y, bueno, eso, queda el consuelo de que crecerá, pero es una putada, sí.

Anónimo dijo...

Me uno a tu "frustarción pelona", te recuerdo que durante 34 años en mi trabajo llevé gorra de forma continua y al principio de mi vida profesional tenia que llevar el pelo corto o recogido y que no me montara el cuello de la camisa, eso para mi, que tengo el pelo fino, escaso y graso, fué una lucha contra mi coquetería feminina y para colmo una anecdota: en el año 1976 el peluquero catalan Llongueras vino a Zgz a la peluqueria de los hermanos Luis y Goyo Romero a hacer un intercambio de conocimientos frofesionales y yo me deje pensando solucionar mi problema ¡ja!, Llongueras me hizo un corte precioso, le comenté que no podía llevar el pelo largo y lo dejo en equellos años como se lleva ahora, es decir corto por arriba, patillas desiguales, y nuca un poco mas largo, pero que yo pense que no se notaba que quedaba los pelos por encima del cuello de la camisa ¡ja!, encuanto me vió el Jefe me mando llamar y como en el cuartel tenian peluquero gratis para los hombres, me ORDENO vajar a que me cortaran el pelo de forma reglamentaria...., y bajé¡, en aquellos años todavia habia que tragar algún sapo que otro, pero mi pelo creció y sigue igual de indomable y yo pesada que pesada, pensando que puedo hacer milagros.
Lo importante esta dentro de tu cabeza no fuera.
Mariló

Hembra Beta dijo...

Creo que a todo el mundo nos ha pasado algo parecido, sobre todo cuando llegas nueva a un lugar y no tienes "referencias" porque en esto casa uno es diferente.
La peluquera de mi hermana y mi madre que a ellas "les acertaba" a mi me dejaba marujil total.
Aquí en las montañas me costó muchísimo encontrar una, lo bueno es que yo no soy de las que sale llorando. Más bien diría que somos valientes
Y mi problema es el contrario, tengo muchiiiiisimo pelo, a más de una la he oído suspirar.
Si te sirve de consuelo...

Suntzu dijo...

¡Cómo te entiendo! Yo también tengo cuatro pelos y además, finos. Así estoy, que me lo tengo que rizar para que parezca que tengo algo...
Estoy con Random: eso, en 15 días, igualaíco...

Los viajes que no hice dijo...

Random, me encanta no ser la única que tiene cuatro pelos. Faltan dos días y el pelo no me va a crecer, pero ya avisé de que estoy "horrible". Que horrible no estoy, o no del todo: pero sí un poquito horrible... Nada de fotos. Con las del Facebook tenéis bastante. xD

Arwen, crecerá, crecerá: pues nada, tú imagíname con dos pelos en vez de cuatro y te harás una idea fidedigna...

Mariló, una putada que te hicieran volver a cortarte el pelo...

Hembra Beta, bienvenida: pásame algunos de tus muchos pelos... Aunque en esto, como en todo, el punto medio es una virtud...

Suntzu, yo me hice una vez un ahuecador y me quedó muy bien, pero no se puede hacer mucho, que es un pelín agresivo para el pelo... Ay, estos genes...

Luc, Tupp and Cool dijo...

¡Pobesita, pobesita, la viajerita!

I am not my hair

:)

Los viajes que no hice dijo...

Chi. Tu viajeddita paddece una muñeca pelona pelona... Mu pelona. Miedda.

Eso sí: la canción me ha encantado. ¿Se traduce como "no soy mi pelo"?

Ya, si lo importante está dentro. ¡Pero lo de dentro no se ve!