El tiempo ha pasado muy rápido aquí. Hoy es mi último día entero en este lugar. En estos lugares. Volveré. No sé cuándo. Pero volveré. Antes de que Boule, que ya es viejito, se vaya para siempre. Para hacerle fotos raras. Para tomarme un muffin con canela o un bagel en Legal Grounds. Para pasear por el Greenwich y ver Harlem. Para ir de compras con Elizabeth.
-El domingo brindaremos por ti-me dijo ayer-: Estarás.
He quedado con Fernanda para desayunar, después de que Robert se haya ido y me haya dejado en el Legal Grounds con Boule. Desayunando, me voy al baño y me sigue: desde el baño, oigo la voz de Fer intentando que no salga del jardín. Sonrío: es la primera vez que ocurre. Creo que ya ha aprendido que, si Robert no está, yo cuido de él. Cuando se lo cuento a su dueño (y cuando le cuento que, después de escribirle y de que me entrara la llorera, Boule me lamió) se asombra mucho. Nunca lo hace, ni una cosa ni la otra.
Despido a Fer (y quedamos para comer, después de que ella trabaje un rato y archive unas fotos) y me voy a pasear. Cruzamos las vías, caminamos por el Morris Canal y aspiro su olor: recuerdo los paseos con Robert por esos mismos lugares y llego al Liberty State Park. Ahí comenzó todo. Viendo Manhattan sin saber que era Manhattan y con Robert haciendo que me fijara en la estatua de la Libertad, hace ya tantos días. Veo el edificio hermoso donde se compran los tickets para visitar Ellis Island: la Central Railroad Station de Jersey City. El sol me da de frente y Manhattan se desdibuja.
X viene a traerme el segundo café del día. Ayer los niños tomaron café turco, hecho en puchero, con cardamomo y canela. Boule está tendido a mis pies y mueve la cola cuando le acaricio. Luego dormita.
He escrito mis días para que no se me olviden. El jardín del Legal Grounds está creciendo. Alguien lo cuida:
-No sé hacerlo, pero está quedando bien. Nada es imposible.
16 de septiembre.
4 comentaron:
Gracias por este exceso.
Yo no me excedo nunca, cariño.
Lo dices como si fuera una virtud...
Esto...
Sí me excedo.
En muchas cosas.
Pero en esto no.
Créeme: nunca escribo nada que no piense. O que no sienta. Que total es lo mismo.
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