Se acuesta todos los días a las seis de la mañana y aún no ha recogido el piso que tiene que dejar: llevó siete cajas y siempre encontró algo mejor que hacer. Quedar con amigos, ver un partido de fútbol, escuchar música, leer a Kundera, que le levanta el ánimo, pensar en la partida.
Se va en una semana. Le han regalado El síndrome de Ulises y una piedra de Lisboa y algunos paquetes de ese Vogue polaco que estoy fumando mientras le escribo. "Crea un blog", le hemos dicho. Para que te espiemos mientras estás a miles de kilómetros, queriendo aprender un idioma extraño del que chapurreas sólo unas pocas palabras, queriendo construir otra clase de vida, mientras se vienen encima los nervios y la incertidumbre y el saber lo que sabemos todos: que será duro, pero no imposible.
Crea un blog, niño. Te vamos a echar de menos.
Brazos abiertos
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Me he acordado muchas veces de la portada de este periódico de hace 10
años. Aquel 3 de septiembre de 2015 había una fotografía con un titular de
letra...
Hace 8 horas