Tiene mil piercings en la cara, un tatuaje en el que pone Yoknapatawpha y a Rulfo y Lobo Antunes metidos en la entraña. Hace 33 años que camina por el mundo, piensa que la vida es lo único importante, pero sólo habla de la muerte. Y habla de hechos íntimos también -la despedida definitiva de un padre, el nacimiento de un niño- con la calma que da el saber que los sucesos se conocen. Demostró, hace poco, que, en cuestión de literatura, si no sales en El País, no eres nadie, pese a que lleves once años publicando. Me dice que no se puede explicar el amor: ni siquiera el que profesa, a base de palabras, por alguien que pintó el Sur de Estados Unidos y que a él le recuerda al Alentejo. Me dice también que el dolor es incontable, en sentido estricto, y que no puede haber pudor alguno en narrar lo que todo el mundo siente, ha sentido o sentirá. "Yo sólo soy un hombre". A mí me lo mostró, y me lo tradujo, Sonia, en aquel tiempo en que todo el amor del mundo no fue suficiente. Ayer estuve un rato con él. Y se me olvidó pedirle un poema.
Imagen de Adriana Freire.
jueves, 17 de enero de 2008
José Luís Peixoto
7 comentaron
Publicado por
Los viajes que no hice
en
1/17/2008 06:24:00 p. m.
Etiquetas: José Luís Peixoto, Palabras
domingo, 10 de septiembre de 2006
Nunca es suficiente
7 comentaron
Todo o amor do mundo não foi suficiente
todo o amor do mundo não foi suficiente porque o amor não serve de nada.
ficaram só os papéis e a tristeza, ficou só a amargura e a cinza dos cigarros e da morte.
os domingos e as noites que passámos a fazer planos não foram suficientes
e foram demasiados porque hoje são como sangue no teu rosto, são como lágrimas.
sei que nos amámos muito e um dia, quando já não te encontrar em cada instante, cada hora,
não irei negar isso.
não irei negar nunca que te amei.
nem mesmo quando estiver deitado,
nu, sobre os lençóis de outra e ela me obrigar a dizer que a amo antes de a foder.
José Luis Peixoto
Todo el amor del mundo no fue suficiente
todo el amor del mundo no fue suficiente porque el amor no sirve de nada.
quedaron sólo los papeles y la tristeza, quedaron sólo la amargura y la ceniza de los cigarros y de la muerte.
los domingos y las noches que pasamos haciendo planes no fueron suficientes
y fueron demasiados porque hoy son como sangre en tu rostro, son como lágrimas.
sé que nos amamos mucho y un día, cuando ya no te encuentre a cada instante, en cada hora,
no lo negaré.
no negaré nunca que te amé.
ni aun cuando esté acostado,
desnudo, sobre las sábanas de otra, y ella me obligue a decirle que la amo antes de follarla.
Publicado por
Los viajes que no hice
en
9/10/2006 09:34:00 p. m.
Etiquetas: José Luís Peixoto, Palabras