jueves, 12 de julio de 2012
Las dos Españas. Jesús Ponce
1 comentaronHoy ha sido la subida del Iva y los palos a los mineros.
Ayer las 32 condiciones que nos ha puesto Bruselas por un dinero sin condiciones. 32 condiciones. Pero si quieren se las resumo en una: pagar lo que no es nuestro.
10 millones de españoles viven en el umbral de la pobreza. Se lo resumo en dos: mañana usted y yo.
Me dedico a un sector en crisis: la cultura, y siendo objetivo entiendo que cómo va a haber dinero para mis cosas si no hay para educar o curar. Eso pienso.
Cómo va a haber dinero para el arte, educar o curar si hay que volar en primera, piensan ellos.
Porque España siempre han sido dos: la roja y la nacional decían unos. La que muere y la que bosteza, decía Machado.
La de ellos y la nuestra, decimos ahora.
Pero la crisis no es sólo una, son millones, una en cada casa, y aunque sea contradictorio, hablamos de nuestra crisis en un extraño sentido de la colectividad, que sin embargo no nos mueve en masa porque somos españolitos y la mía es la mía.
Cuando dentro de unos años -no se sabe cuantos- todo haya pasado, y nuestros hijos sean unos maleducados en el sentido estatal y público de la palabra, cuando tengamos una enfermedad mal curada por falta de asistencia sanitaria, cuando desde el autobús de la vida veamos ese coche que malvendimos conducido por otro, cuando pasemos por nuestro antiguo barrio y veamos la casa que nos robaron alquilada por un banco, cuando la pobreza haya entrado por la puerta y nuestro amor haya saltado por la ventana del brazo de otro, ya habrá desaparecido todo el sentido de colectividad, y entonces no enseñaremos dientes sino que tragaremos lágrimas. Y no nos preguntaremos qué ha pasado con nosotros sino qué fue de mí.
Y una vez más habrá dos Españas, la de antes de la crisis y la de después.
Texto escrito por Jesús Ponce
La foto es la Plaza del Sol, durante el 15M
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7/12/2012 02:58:00 a. m.
Etiquetas: Jesús Ponce, Política
miércoles, 11 de julio de 2012
Citas (II)
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Un amigo al que admiro y al que quiero, que tiene nombre de pez: Una noche para la historia y una mañana en la que, tanto la marcha minera como las declaraciones de Rajoy en el Congreso, resuenan como la metáfora de una invitación: BIENVENIDOS/AS A LA LUCHA DE CLASES.
Un tipo que se va a quedar sin trabajo si no accede a las exigencias del Gobierno: "Pues me quedo sin trabajo. Yo no les voy a dar el gusto a estos fascistas".
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7/11/2012 07:22:00 p. m.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Rafael Chirbes o el porqué
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Hoy he estado hablando con Rafael Chirbes. Me ha contado que escribe para conocerse a sí mismo, para conocer el mundo en el que vive y el tiempo en el que habita. Que así intenta explicarse.
Yo también escribía para eso. Para lo primero, digo, porque desistí hace mucho de apresar el mundo. A mí me educaron tarde en palabras gastadas (participación, colectividad, dignidad, honor, clase social) y a muchas de ellas se las ha comido el mercado. Veo a gente cinco años más joven y no me reconozco. Ni siquiera sé si me reconocería en los de mi generación. Martín Gaite le dijo un día: "Escribimos para salir limpios del fondo de lo peor". Qué se cuenta, por qué se cuenta, a quién va dirigido, si el trabajo (el trabajo por el que cobras) influye -claro que influye, siempre-, por qué se construye un personaje y para qué. Si sería posible un trabajo colectivo. Si cierta vida elegida no significa decidir estar en el limbo. Si realmente decidimos y qué decidimos y con qué armas. O si estamos viviendo la vida que queríamos. Si conocíamos qué vida queríamos. Si criticar sin afirmar es válido. Si esta sensación de que tú no diriges va a seguir siempre así.
Cernuda: "Estoy cansado del estar cansado, entre plumas ligeras sagazmente".
Escribí para conocerme, el cambio no es posible sin violencia y siempre habrá partes de mí sobre las que ya no quiero volver. A pesar de que tengo 33 años y de que, cuanto más medito, más lo constato.
Estoy perdida en mí.
(Sí: la etiqueta está bien: éste es un texto político. Aunque no lo parezca. O sí).
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11/05/2009 08:26:00 p. m.
Etiquetas: Política, Rafael Chirbes
sábado, 17 de mayo de 2008
Cosas que nunca creerán
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Así se llamaba un artículo que escribí y que salió en prensa hace ocho años. En un mensaje de más abajo, escribí que no entendía por qué no se legalizan las drogas todas. Alguien me ha escrito para preguntarme qué beneficios hay en consumir drogas. Yo hablé de legalización: no de consumo. Eso, para empezar.
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5/17/2008 01:40:00 p. m.
Etiquetas: Política
domingo, 11 de mayo de 2008
Incomprensión
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Necesito escribir lo que me pasa y perder el tiempo delante de un papel. Ahora reconozco a la yo que era yo cuando me leo. Tampoco ha cambiado tanto. Alguna convicción más: cierta seguridad en lo que hago y en cómo y en por qué, y lo que cuesta todo eso. Algún plan que vuelve a posponerse, hasta que lleguen tiempos mejores. Algún bufido de más.
Se ha de vivir con una venda, para que no te derrote la incomprensión del mundo. Se me escapa el sistema económico que permite que muera una persona cada tres segundos. Se me escapa la rueda del mercado laboral, que compra inteligencias y esfuerzos a cambio de cerrilidad y de silencio. Se me escapan los métodos de producción que no dejan claro qué producimos ni para quién y menos aún qué compramos, ni dónde metemos nuestro dinero, ni por qué lo que se vende (desde los libros a las películas, desde la cultura hasta la moda) es tan alienante. También se me escapan las relaciones internacionales, la inmigración (que siempre es vista desde el ellos y el nosotros y el miedo y el desconocimiento y los discursos de una clase política que se la coge con papel de fumar), la Bolsa, la Macroeconomía, el ladrillo y la política europea, PAC a la cabeza y espacio universitario en la cola y entre las piernas -a ninguno de ellos le sirvieron las letras-. Sigo sin comprender por qué no se legalizan las drogas todas; por qué el cansancio lleva a la indolencia; de dónde el descrédito de la disciplina y de qué manera se vuelve -¿nació así, ya?- tan conservador y tan rastrero un niñito de 25 años. Qué pasó para el individualismo y el sálvese quien pueda. Y qué para encontrar a tan pocos que vean y sean luz. A pesar de esta derrota que es diaria.
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5/11/2008 05:51:00 p. m.
Etiquetas: Política
sábado, 1 de marzo de 2008
El mal menor y la niña de Rajoy
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3/01/2008 10:55:00 p. m.
viernes, 20 de julio de 2007
El viernes
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Esta portada de La Codorniz nunca existió.
Ésta otra de El Jueves sí existió:
Ahí os va. Que el secuestro no es por lo que dicen, sino por lo que hacen.
Ha nacido un blog de apoyo, para difundir la imagen. De nada, compañeros.
(Si Ivà levantara la cabeza...).
Gracias, Escolar.
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7/20/2007 09:16:00 p. m.
Etiquetas: Política
jueves, 17 de mayo de 2007
Lo que me pondría
6 comentaronEn realidad, lo que a mí me pondría ahora mismo, a estas alturas del mayo caluroso de cielos hechos jirones, de incertidumbre, voces, idas y venidas, ruedas de prensa, programas llenos de ideas en los que se dice qué se va a hacer pero nunca cómo, compañeros con ojeras hasta el suelo, medidas que van a regenerar la clase política (sic), confrontaciones; cables de micrófonos, cámaras, grabadoras y cuadernos humeantes; mediciones de tiempo estrictas (y absurdas), jornada de reflexión a la vuelta de la esquina, coches vociferantes, músicas más o menos pegadizas y observación impasible... lo que a mí me pondría, digo, es hablar sobre la campaña electoral y sus varios protagonistas.
Pero ya se sabe: a los periodistas nos está prohibido opinar.
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5/17/2007 09:57:00 a. m.
Etiquetas: Política
miércoles, 23 de noviembre de 2005
Dos más dos son cuatro hasta nueva orden
0 comentaron"Dos más dos son cuatro hasta nueva orden" es una frase famosa de Einstein, que era inteligente, y que sabía, porque luego lo institucionalizó Orwell, que dos más dos pueden ser cinco.
Hasta nueva orden el orden ya está establecido. Y lo está sin cauces preclaros que nos hagan comprender de qué manera uno puede asumir la disidencia, interiorizarla y sabérsela entera, porque a menudo el pensamiento está derrotado de antemano. Cuando no hay opinión pública, cuando no existe la crítica y cuando se confunde el respeto a expresar la opinión con el respeto a la opinión en sí, el problema es más grave que el que no haya una nueva orden que nos diga qué y cómo pensar. Durante mucho tiempo se pensó con esas órdenes. Eran los metarrelatos de legitimación de los que hablaba Lyotard, que dice que ya no existen: Dios, la razón, la imposición de un Dios como valedor de todos los valores, la tradición eterna y una razón que nos llevó a dos guerras mundiales, sobre todo a la segunda, y que ha desaparecido, fagocitada por un pensamiento único que no es tal porque le ha perdido el significado a las palabras.
Palabras que, durante mucho tiempo, fueron síntoma de orgullo para unos, para los que buscaban navegar contracorriente, fuera lo que fuese lo que significaba eso, siempre por debajo para poder acceder a la superficie y para enarbolar ciertas palabras con orgullo. Unas palabras que ya no existen o que existen de otra forma: progresismo, por ejemplo. Incluso facha, que también ha perdido el significado, aunque siga siendo una palabra que evoque conceptos negativos y no se haya desvirtuado tanto, más que por el abuso. Progresismo, izquierdoso, progresista o progre han derivado hacia su contrario, si las tomamos conceptualmente ahora, y en esa pérdida de significación estriba el triunfo de la derecha. En la desideologización. Porque no se trata sólo de que las grandes ideologías se hayan perdido, sino de que la política se ha convertido, para el común de los mortales, en portadas de un día, en titulares más o menos sugerentes pero que no duran nada, simples fogonazos, y ahí está su impostura. Los asuntos del pueblo interesan poco a un pueblo fragmentado no se sabe en qué ni en cuántos, la individualidad como medida de todas las cosas, pero no el hombre, en singular, tomado como los hombres todos, con los mismos deseos de avance y unicidad.
Así se han asumido las conquistas históricas y se las han arrogado movimientos, o corrientes, a las que no pertenecían. Conquistas que luego han desaparecido, ni se sabe cómo, y que son imposibles de recuperar. Tardaron dos siglos y se han desvanecido en menos de veinte años, como los derechos laborales: se abaratan los despidos, los contratos son cada vez más precarios y la forma de protesta más contundente, la huelga, es casi imposible de soportar por según qué economías. Lo único que puede asustar a un empresario es que su trabajador no tenga miedo a perder el empleo, pero ¿quién no tiene miedo hoy? Se nos educa en la cultura del terror y no sólo es que las palabras pierdan su significado, sino que hay palabras que no se pronuncian jamás y ese pánico a hablar se instaura en el resto de las órdenes. Por eso dos más dos son cuatro hasta que alguien diga lo contrario. ¿Cuándo? Ésa es la única pregunta.
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11/23/2005 11:50:00 p. m.
Etiquetas: Política