No recuerdo el tiempo que hace que no voy a una asamblea. Creo que la última fue en otoño. Un otoño sevillano, fresquito, en la Alameda de Hércules, cuando iban a cambiar la fisonomía de la plaza. En todas las ciudades que amo, en las dos que amo, se dedicaron a sustituir la vida por granito, para impedir que la gente estuviera en la calle, se sentara en los bancos. Se confina al ciudadano al espacio privado y luego, a muchos les coge con el pie cambiado que decidan tomar el espacio público.
Imagen del País, de Samuel Sánchez.
Hoy voy a una asamblea. Me manipula no recuerdo quién, porque yo no tengo pensamiento propio, ya lo saben. De hecho, llevan tanto tiempo manipulándome que nadie entiende que pueda decidir, individualmente, sumarse a una protesta sin unas siglas detrás, sin una organización registrada y subvencionada detrás. Esta clase política censora, que gusta tanto de prohibiciones hipócritas, piensa que todos somos niños de teta. Procuraron que así fuera: crea un pueblo inculto y tendrás una población adocenada.
Comenzaron hace mucho: al principio, se nos miraba con simpatía, a los antisistema. Huy, pues esta gente ha creado el Foro Social; huy, pues esta gente protesta en Seattle. Qué monos son, quieren un mundo más justo. Y luego, la etiqueta.
Antisistema. Primero, con mucha gracia. Luego antisistema ha llegado a sonar tanto a terrorista que todos se apresuran a decir que no son antisistema. Yo sí lo soy. A mí este sistema, que me lleva negando el futuro más tiempo del que puedo recordar, me ha dado siempre un por culo que no veas.
3 comentaron:
Chapó!!
Ya esta bien...demasiado tiempo...demasiado silencio...Por fin nos hemos despertado!!!
HE ANDADO MUCHOS CAMINOS
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancòlicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adònde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.
Sol.
Pinceladas, no sé cuánto durará. Pero esa foto me encanta.
Anónimo. Sol. Gracias.
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