domingo, 13 de enero de 2013
El lago que no vimos y sí vimos
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Los viajes que no hice
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1/13/2013 07:00:00 a. m.
Etiquetas: Argentina, El Calafate, Viajes
viernes, 11 de enero de 2013
Bares
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El Calafate es pequeño, pero ha crecido mucho, muchísimo, en las últimas dos décadas. Ha crecido para el turismo y se nota: es de cuento, pero no molesta. Y está Borges & Álvarez, que es un libro-bar que nos recomienda Virginia, del Nakel Yenú, porque es a donde van quienes viven aquí. Y los turistas, también van, porque está en pleno centro. Yo quiero un bar así en mi ciudad. Un bar así para escribir, para hojear libros, para comer una milanesa de soja espectacular y para reírme y admirarme con la creatividad de su carta.
Algunos bares son el espacio en donde discusiones, diálogos y monólogos se repiten y superponen hasta el infinito como un objeto atrapado entre dos espejos sin otro fin que pasar un rato distraído. Tienen promesas para todos los sentidos, camareros y clientes que no se callan, risas y llantos rompiendo silencios por todos lados, una barra que parece un diván, botellas que esconden secretos... y, sobre todo, la dulce sensación del encuentro, de ya no estar solo...
Estos bares son entidades únicas e irremplazables, ya que cada uno posee un clima que refleja la personalidad de su propietario y la gente que en él trabaja,. Lo público es también privado o íntimo y viceversa; son como un living, que pertenece a los dueños y también a los parroquianos, a ustedes que están invitados a disfrutar de este nuestro sueño...
Las palabras en cursiva están tomadas de esa carta del bar. No escribiré nunca aquí, pero fotografío frases sobre el poder curativo que tiene la comida cuando se comparte, observo los nombres de los platos con sonrisa divertida y sé que sería uno de esos bares que uno haría suyos y acabaría conociendo a los camareros, como cuando voy a la Taberna y veo a Hugo, o como me ocurre en algunos lugares de Mérida.
A mí siempre me han gustado los bares. Para escribir, para tomar café, para estar sola, para dejar pasar el tiempo, para esperar, para compartir copas durante horas con los amigos, para reír y para desahogarme. Muchos de los mejores momentos de mi vida los he tenido en bares. En el Guirigay de Sevilla, en el Central, en el Entrecañas, en el Castúo, el Via Flavia, La Casona, Las Palmeras, el Casablanca, la Corchuela o el Latino. Hay bares para desayunar, hay bares para el café, hay bares a donde uno acude todos los días. Buenos Aires también está llena de esos lugares que yo podría hacer míos en un par de meses.
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1/11/2013 07:00:00 a. m.
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miércoles, 9 de enero de 2013
Colores
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Sigue lloviendo. Recuerdo las fotos, la caminata por la pasarela y la primera vez que vi el Lago Argentino. Fue al bajar del avión. Hemos llegado al parque nacional Los Glaciares con la empresa Caltur, por libre: el autobús se coge en la estación del Calafate. Cuando alguien se cae en algún sitio de Argentina, se dice que querés comprar el lugar. Yo, por lo visto, he querido comprar el Perito Moreno.
Hay 70 kilómetros desde El Calafate hasta el parque nacional. Setenta kilómetros por un paisaje llano, lleno de arbustos, que luego se transformará en una exuberancia de árboles y en el que vas camino de los Andes. En los viajes, esperas siempre que te guste, que te impacte, lo que en teoría debe impactarte y debe gustarte. Y, sin embargo, yo veo, con sol, ahora, porque a veces sale el sol, el Lago Argentino y me descubro con paz. El lago y las cumbres y el hielo que baja, con formas caprichosas.
Adriana lo vio hace cuarenta años, no había pasarela alguna y bajaban hasta tocarlo con las manos, pero se debió de matar mucha gente. También han muerto por las esquirlas, grandísimas, que se desprenden del glaciar cuando cae un trozo como si fuera un cañonazo. El glaciar guarda el mismo tono azul cielo que el Lago Argentino cuando le da el so, un azul celeste muy suave. Pero también es blanco y es negro y es aún más azul y yo quiero apresar todos sus colores. De hecho, es al cambiar de objetivo cuando me doy la gran tort. Y vale: debe de gustarme mucho escribir, porque estoy tiritando en la terraza del Nakel Yenú mientras oigo la lluvia goteando en el techo y hace un frío helador.
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1/09/2013 07:00:00 a. m.
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lunes, 7 de enero de 2013
Nada es como esperaba
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| Congreso de la Nación Argentina. |
Nada es como esperaba. Se lo contaba ayer a Nico, que vino a buscarnos para dar un paseo. Adriana se quedó en casa, porque nos levantamos muy temprano. La madre de Nico vino con nosotros. Es curioso observar cómo son las madres de distintas, cuáles son las relaciones que se establecen con los hijos. Yo estoy agotada: hemos recorrido Congreso, el Abasto, hemos quedado con Sandra (que no tiene voz, que es entusiasta, sensible, dulce y cercana y cuyos ojos son inmensos como dos lunas. Sandra es vegana, comerá en casa cuando se vaya a alimentar a sus perros), no hemos parado un momento de ver cosas.
| Confitería del Molino. |
| No hay sueños imposibles. |
| La Bombonera. |
| Almacén Don Manolo. |
| Gauchito Gil. |
| Una casa curiosa en Belgrano R, desde el coche. |
De repente, me he acordado de Robert.
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1/07/2013 07:00:00 a. m.
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sábado, 5 de enero de 2013
Marta
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Cuando estaba en Argentina, me preguntaron si tu madre era como mi hermana. No, respondí. Con una hermana no tendría la relación que tengo con ella. Ni de lejos. Escribo antes de que acabe el año. No sé si nacerás el día 5, como han "programado" o si vendrás antes, o qué ocurrirá. Yo acabo de comprarte el mismo perrito pirata que le compré a mi sobrino, al hijo (sí) de mi hermano menor. Y supongo que te compraré libros y te leeré cuentos y un día, también, como hice con Miriam, te contaré quién es esa mujer a la que tú llamarás mamá.
Lo mejor que voy a poder desearte jamás es que tú tengas, cuando crezcas, cuando te traicionen una y mil veces y te rompan el corazón y te enamores y te abandonen, cuando llores hasta que se te caigan las pestañas, cuando te sientas ridícula, totalmente ridícula; y te pongas histérica, y las hormonas hablen por ti una o dos veces al mes, cuando te cases -sea cual sea la manera en la que te cases, contigo misma o con otra persona-; cuando la rutina te haga pensar que tienes una vida vacía, cuando todo sea caos y no encuentres casi nada a lo que agarrarte (fíjate bien: casi nada); cuando te quieras morir, porque te vas a querer morir (porque todos hemos querido morir); cuando te apetezca no hacer nada; cuando te sientas incómoda con todo el mundo; cuando tus padres (sí, los dos) no te entiendan, ni te entienda yo ni te entienda ningún adulto... Cuando te ocurran todas esas cosas que te van a ocurrir, y alguna más en la que no reparo ahora, te decía, lo mejor que voy a poder desearte jamás es que tú tengas una relación como la nuestra. Como la mía con esa mujer que es tu madre.
En esa foto está con Paula, el primer día que nació. Ya la conocerás, a Paula. Es la hija de Juli, que se enteró antes que yo de que ibas a nacer y que saldrá pitando en cuanto sepa que estás aquí. Y estarán Noelia y Ana, en tu vida. Como yo.
Quizá nos veas, juntas, y descubras que es posible. Que una persona puede conocer lo peor de ti, todo el cuarto de atrás, las inseguridades, los complejos, las deformidades mentales, las veces que traicionaste tus principios, que hiciste algo éticamente reprobable, que cometiste algún delito, todas las zozobras y los naufragios y los exilios y el miedo eterno. Y que, a pesar de todo eso, o quizá, precisamente por todo eso, piense, y lo crea de verdad, y lo sepa de verdad, que eres la mejor persona que existe sobre la faz de la tierra. Y que no habrá nada (repito: nada) que un abrazo, una charla o una mirada de esa persona no pueda curar o no pueda suavizar, si es que pasa algo tan horrible que no se cure con el tiempo y unas cañas (porque puede ocurrir, pero espero que a ti, precisamente, no te pase). No te equivoques: esa persona no será una pareja, nunca va a poder ser una pareja (que también curará y también suavizará, pero a su modo). Esa persona será un amigo, del latín amicum, el que va conmigo.
Eso es lo que te deseo cuando aún no has nacido. Que encuentres a alguien así. Que sepas ser así con alguien.
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1/05/2013 07:00:00 a. m.
viernes, 4 de enero de 2013
Perito Moreno
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1/04/2013 07:00:00 a. m.
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miércoles, 2 de enero de 2013
Abasto
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El Abasto, o Abasto, es el mercado de abastos que estuvo abierto hasta 1984 y que ahora es un centro comercial. El mercado transformó la vida del barrio: se instalaron inmigrantes, se levantaron teatros, centros culturales diversos y muchos bares. Aquí vivieron Aníbal Troilo y Osvaldo Pugliese. De ellos no encuentro rastro porque todo, absolutamente todo, lo ocupa el morocho del Abasto, Carlos Gardel (por cierto, el Polaco Goyeneche es de Saavedra). Gardel está en las cocheras, en los filetes, en la esquina en forma de estatua, en el Café de los Angelitos...
| Cátulo. |
El tango era erótico aquí a más no poder: esta era la zona de burdeles de Buenos Aires a principios del siglo XX. Ahora no sé si hay prostíbulos, pero sí hay academias, teatros tangueros, está la Casa Museo de Carlos Gardel y en algunas fachadas hay dibujadas partituras.
| Tinta roja |
Aprendo que era gordete, el Gardel, que se pasó toda la vida luchando contra los kilos de más, pero que hacía ejercicio y luego se metía no sé cuántos platos de potaje entre pecho y espalda.
| Gardel. Quién, si no. |
Gardel, dice mi amiga Ana, cada día canta mejor. Yo lo estuve escuchando mientras volaba.
En el barrio, también, hay una importante cantidad de judíos ortodoxos. Eligieron el Abasto como núcleo de su comunidad y eso hicieron también armenios y árabes. Luego llegaron los italianos, por el mercado lleno de frutas. Ahora no hay comida: es un centro comercial con una zona recreativa para los más pequeños, el Museo de los Niños está también allá y hay una pequeña noria).
Es una de las zonas más turísticas de Buenos Aires por las paredes. Los filetes. El fileteado es típicamente porteño. Flores, cornucopias, colores fuertes, mucho rojo, mucha pareja bailando tango, paisajes con animales, espirales, banderines. Se usaba para embellecer los carros: ahora es un emblema. Y palabras: Ricardo Gómez, que es fileteador, dice que el filete es "un pensamiento alegre que se pinta".
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1/02/2013 07:00:00 a. m.
Etiquetas: Argentina, Buenos Aires, Viajes


