Estoy en Buenos Aires. La única noticia que me llega de mi país (yo siempre me entero de las cosas importantes) es que ha muerto Agustín García Calvo. Ese señor tradujo, para mí, quiero pensar, los sonetos de Shakespeare de la mejor manera en que jamás nadie los ha traducido. En mi época de Facultad fue un referente: un referente moral, un referente ético, un referente vital, un referente literario, de los que surgían en las charlas con amigos. Nunca le entrevisté: siempre me produjo muchísimo respeto: me da miedo entrevistar a la gente a la que admiro.
Imagen de Virutas |
Le voy a echar de menos.