También están la lluvia y el frío y las paradas para comer (Madrid es muy sano, demasiado sano: no permiten fumar en casi ningún sitio) y el aire que se cuela en las rendijas y los carteles grandes, las firmas de ropa con ropa prohibitiva, el metro caluroso y esta forma de aprender a viajar sola sin estar sola del todo, porque llama Arwen, porque llama Sonia, porque son las cuatro y media de la tarde y a las nueve he quedado con Begoña. Pero sola veo Ocultos y sola veo las esculturas poderosas de Camille Claudel y sola leo sus cartas y como en Vitamina un buffet libre de ensaladas y en el mercado de Fuencarral me hago socia de Greenpeace y vuelvo a sacar mi libreta de Shakespeare para hablar de estas vacaciones en Madrid cerca de la Navidad.
La verdad
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Mi afición enfermiza hacia todo lo tiene que ver con lenguaje, idiomas,
acentos, entonaciones o etimologías me ha servido para darme cuenta de que
cada v...
Hace 1 semana
2 comentaron:
Has desvelado mi secreto, la gente sonríe si tú sonríes primero, en Madrid y donde sea...
Cómo me gusta leer tu viaje, tengo que redescubrir también yo la soledad para disfrutarla tanto.
Son dos trucos: mirar a los ojos y sonreír. :)
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