domingo, 29 de abril de 2007
El loco
1 comentaronPublicado por Los viajes que no hice en 4/29/2007 09:31:00 p. m.
Etiquetas: Circo de la Palabra Itinerante, José María Gómez Valero
Fobias
5 comentaronA los langostos, a las cucarachas, a las arañas grandes; a los chantajes psicológicos; a la irrealidad; a que golpeen el respaldo de la silla en la que me siento cuando estoy sentada; a que me interrumpan cuando estoy leyendo; a que hablen en el cine -incluso en los anuncios-; al lenguaje wap en los mensajes de móvil y en cualquier otro texto; a las faltas de ortografía; a ciertos libros, a los libros de autoayuda -a todos-, a esos poemas de amor; a esta construcción absurda del mercado laboral y el consumo; a los grupos de veinteañeros que se divierten asustándote por la calle cuando caminas sola y de madrugada; a tener que explicar las razones de la bondad de cierto arte y de cierta literatura -cada cual, que se eduque a sí mismo, que las bibliotecas están ahí-, a los idiotas que desdeñan al que lo aprendió todo en los libros porque en los libros se aprende todo y en los libros se vive; a explicar, también, qué es el machismo, qué el feminismo y qué el hembrismo -que mucho me temo que es otro término que se han inventado los machistas-; a los asertivos, seguros, pagados de sí mismo y perfectos; a los de reggaeton a decibelios, ventanilla bajada, en el coche; a la música de discoteca y a las discotecas; a los bares en los que no se puede hablar; a una playa sucia.
A no verte nunca. A no verte más. A estar lejos.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/29/2007 08:19:00 p. m.
Etiquetas: Diario de navegante
Familia no hay más que una
6 comentaronMamá: Miguel Hernández es un pena.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/29/2007 11:37:00 a. m.
sábado, 28 de abril de 2007
Estos son mis poemas
3 comentaronuna noche de lluvia,
su sabor a manzana entre los labios,
No me ocurría desde Luis Melgarejo, José María Gómez Valero o, sobre todo, David Eloy Rodríguez, porque en cuestión de poesía, siempre voy a lo seguro. Pero le escuché un día, y me leyó un poema sobre un loco, y rogué por un libro suyo y acabo de descubrir su blog.
No escribo nunca sobre literatura. No me interesa, o no me sale, o es demasiado íntimo. No recomiendo libros ni pongo libros en las manos (salvo a muy pocas personas a las que les permito hacer lo mismo: mi madre, mis hermanos, algunos de mis amigos). Pero sí cito a quienes me gustan (y de eso este blog es buena prueba) aunque no estén todos los que son.
Escribe bien. Escribe muy bien. Y eso es lo único que se puede decir de quien escribe.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/28/2007 05:15:00 p. m.
Etiquetas: José Manuel Díez
jueves, 26 de abril de 2007
40
2 comentaronLe gusta la música clásica del XVIII, aprendió alemán, ha tocado mapas antiguos (le brillan los ojos cuando lo dice) y con cuatro gatos edita libros de historia. También los traduce. Cumple cuarenta, hace poco más de un trimestre nació su hija y ella ahora descubre el mundo cuando su padre cambia de trabajo. Llegó, todo serio, con esa voz raspada que tiene, y no decía más palabras que las imprescindibles. Pero se quedó un día a comer, hablamos de las relaciones y no recuerdo qué se dijo, pero sí la impresión, que desde entonces no ha dejado de crecer. Es un tío interesante, sea lo que sea que sea eso, porque mi concepto de interés es un tanto distinto al del resto y ahora tengo la impresión de que debe de ser de los que llegan lentos, sin que te des cuenta, y se quedan. Y consigue que te preguntes en qué has invertido tú el tiempo, pero ésa es otra historia... Le gusta la música clásica, decía, pero yo hoy, le regalo a Jamie Cullum.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/26/2007 02:14:00 p. m.
Etiquetas: Carlos
Te presto
2 comentaronPublicado por Los viajes que no hice en 4/26/2007 01:58:00 p. m.
Etiquetas: m0ntaraz
domingo, 22 de abril de 2007
Bienvenido...
8 comentaron¿Quién serás tú? Cuando te vi, dormías. No abrías los ojos siquiera. El pelo negro, las manos cerradas, la piel más suave del mundo, quince horas de vida y nueve meses en la barriga de July, que me llamó enseguida: ¿Te casas? No, tía, que estoy preñá.
Dormías mientras tu madre se recuperaba de la cesárea, ajeno a todo: a que ella nos reñía porque no podía reírse, que se me saltan las grapas; a que pasabas de mano en mano, de la abuela Paula a Pupe, de Pupe a Olga, de Olga a Cuqui, que no paraban de mirarte y de cogerte, con mucho miedo y con taquicardia, tan frágil, tan pequeño, tan guapo, tan tranquilo. Quince horas de vida, cuatro kilos, el mundo reducido a un pecho y a la cuna, hasta que comiences a descubrirlo y te asombres de la ley de la gravedad y quieras llevártelo todo a la boca y gatees como un loco y vayas tropezando y aprendiendo.
No hace tanto, tu madre y yo andábamos, mano a mano, bebiendo anís en vaso de tubo después de comer y jugando al parchís como terapia contra el desamor de una amiga que te enseñará, si te fijas un poco, la lealtad más férrea. Quizá te cuenten (te contemos) que tu padre lloró, porque los hombres -que no te engañen con eso, que el mundo no ha cambiado tanto- lloran y hablan y se expresan.
Son tus padres, pero son mis amigos. Y cuando crezcas -cuando crezcas mucho, cuando te partan el corazón una y mil veces- sabrás de la importancia que tienen los que cogen el coche sin dudarlo para verte en cuanto naces; los que te escuchan y te abrazan y te preguntan qué necesitas -pañales, medidor para las papillas, no sé cuántas cosas porque yo de niños no entiendo-; o los que sólo están y esperan.
Lo que me pregunto es cómo crecerás. Quién serás tú. Qué comida te gustará. Si tu padre logrará inculcarte su amor por los coches y su manera generosa de disponerlo todo y si habrás heredado su inteligencia innata para comprender. Si sonreirás como tu madre, que lo arregla todo con un brillo de ojos o si serás capaz de captar el mundo como ella. Y si alguna vez querrás así, como ellos dos.
Me pregunto quién eres y cómo de cerca estaremos, a pesar de los 200 kilómetros, para ver cómo te pasa el tiempo por encima, cómo se te queda chica la ropa, qué palabras aprendes y de qué estará hecho tu vocabulario, cuántos amigos reales tienes, qué te hace sufrir, a qué cosas le darás importancia, qué sentido tendrás de lo correcto y la locura, del asombro, la justicia, o el sálvese quien pueda.
Ahora, hoy, sólo duermes.
Bienvenido.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/22/2007 01:33:00 a. m.
viernes, 13 de abril de 2007
Noviembre y la memoria
2 comentaronNoviembre siempre ha sido mi mes favorito, porque todo ha comenzado siempre en otoño y porque el otoño es siempre el inicio del año, aunque las etapas tengan nombre de ciudades. Noviembre comenzó, sin melancolía alguna, pero con una memoria nueva y recuperada, una memoria que hacía mucho que no se manifestaba tan bien, tan contundentemente, tan determinante y tan preciosa. Porque ha pasado mucho tiempo de todo, tanto tiempo que ni me acordaba y, sin embargo, ayer volvió todo al principio, el primer día del mes más hermoso del año, por los significados, el aire amarillo, las hojas ocres, la calidez del alma cuando fuera hace frío pero no importa. Ayer tuve un cuerpo, tres cabezas, tres memorias, tres pares de ojos, dos pares de ojos que me miraban y me reconocían y uno, el mío, que se perdía en bailes, en miradas verdes y marrones, cuatro manos que me tocaban y una sensualidad voluptuosa que sólo recupero con dos personas, que hacía mucho tiempo que no recuperaba con dos personas y por eso volvió la memoria y me sentó muy bien que volviera porque hacía más de un año la había perdido y ni siquiera supe darme cuenta. No fue el alcohol, pero también actuó, porque jamás he bebido tanto, pero no tengo resaca, pero estoy muy bien, aunque mi estómago se queje a ratos, muy suave, y la boca me sepa a un tabaco que no paro de fumar a pesar de todo... Y aunque la cabeza rebobine, y me asuste, porque me acuerdo de cada instante y no perdí el control, pero me dejé llevar y me dejé llevar mucho y me sentó muy bien tener tres cuerpos y seis brazos y seis piernas y tres bocas que cantaban y un par de hombres pendientes de mí, riéndose conmigo, jugando conmigo y a mi favor. Me sentó muy bien, tan bien que ni me lo creo, aunque volveré a recordarlo muchas veces.
Me sentó tan bien que podría haber seguido así horas, quizá días, yo borracha, Javi borracho, Keko borracho, mucho vino, muchas copas, mucho abrazo, mucho alcohol, canciones en las que nos fijábamos, letras que dolían pero que tampoco importaban, un mundo de tres que era abarcable y que se desvaneció de madrugada, presente que ya sólo es pasado y que duró un instante. Pero tuve tres cuerpos y hacía tiempo que no estaba tan cómoda en el mío. Keko, Javi y yo, los tres juntos, tenemos un rollo muy bueno, muy sexual pero muy cachondo, muchas bromas pero muy sensual y nunca llega la sangre al río, pero nos reímos mucho y hacía más de un año que no teníamos una noche así. Hacía mucho tiempo que no abrazaba a Keko, hacía mucho tiempo que no me reía tanto con Javi, hacía mucho tiempo que no bailábamos, hacía mucho tiempo que no me mimaban los dos, mano a mano; hacía mucho tiempo de tantas cosas que se me habían olvidado y ayer recuperé la memoria.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/13/2007 10:22:00 p. m.
Etiquetas: Javi Rubio
Secreto
4 comentaron
Es un hecho maravilloso y digno de reflexión que todo ser humano esté constituido de tal forma que siempre haya de ser un profundo secreto y un misterio para sus semejantes.
Charles Dickens.
Y a menudo, incluso, para sí mismo.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/13/2007 10:15:00 p. m.
Etiquetas: Diario de navegante
martes, 10 de abril de 2007
Nada de eso me sirve
11 comentaron Ni la voz, ni los gemidos, ni un baile, ni un cuerpo rodando sobre el mío, ni una palma de la mano recorriendo pieles, ni el sudor, ni las lenguas, ni la mirada, ni la humedad, ni la apertura, ni la entrada y mucho menos la salida.
Nada de eso me sirve. Lo descubro contigo y tres vinos.
Yo me masturbo con palabras.
A Sonia.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/10/2007 01:33:00 p. m.
domingo, 8 de abril de 2007
Feliz cumpleaniversario
4 comentaronPublicado por Los viajes que no hice en 4/08/2007 06:49:00 p. m.
Etiquetas: Inma, Juan Pablo
sábado, 7 de abril de 2007
Fútbol
6 comentaronHoy voy a ver un partido. De fútbol. Los partidos, me temo, siempre son de fútbol. Sólo los he visto cuando jugaban mis amigos (y era fútbol sala) y porque gente que me importaba me pidió que fuera con ellos. Inglaterra-España, con Asun y Julia, y un montón de estampas de santos al lado de la tele que no sirvieron de nada. Otro más (supongo que estaba el Barça implicado) en casa de Carmelo, diez o doce tíos y yo, tres o cuatro neveras portátiles llenas de sangría, patatas fritas y el mejor sitio del sofá.
Por la misma época, tuve que escribir una crónica del Sevilla-Betis. Los reuní a todos para que me la hicieran, en el bar, cerveza va y cerveza viene, y acabaron hablando de los modos de jugar, de por qué se juega, del significado que tiene ir detrás de una pelota, y seguir a un equipo, y el espectáculo y la técnica y el negocio y las pasiones. "No me fío de ningún tío al que no le guste el fútbol".
No volví a ver ninguno hasta hace tres años, con Keko y Javi, y me lo pasé analizando piernas, gemelos y glúteos ("nunca habíamos visto un partido desde esa perspectiva").
Ahora me encargan que comprenda el intríngulis del fuera de juego: su filosofía. Pregunto a periodistas deportivos, a mi padre y a uno del Atleti (pobre). Me hablan del ratoneo. Me pasan la página de la Liga de Fútbol profesional. La regla es la número once y es simple. Las implicaciones, complejas. En la primera jugada de un saque de esquina no hay fuera de juego. Ni en la de saque de banda o saque de meta. El jugador puede estar en posición ilegal, pero no cometer una infracción. Hay que esperar a ver qué hace, sin prisas.
Hoy será Barça-Zaragoza ¿o Zaragoza-Barça? De ahí el Camp Nou. Y porque Julia, Asun, Carmelo y Juan Pablo, que son los únicos que me han hecho ver fútbol (con Keko y Javi me quedé porque quise), son del Barça.
Yo sigo sin distinguir un geranio de un penalti.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/07/2007 04:46:00 p. m.
Etiquetas: Juan Pablo
Belleza
7 comentaronQuizá aquí se resuma todo
Y de paso siempre podéis aprovechar para leeros el resto de las entradas, que no tienen desperdicio.
Los hay que siempre supieron llegar con las teclas.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/07/2007 04:02:00 p. m.
jueves, 5 de abril de 2007
Palabras en extinción
4 comentaronPublicado por Los viajes que no hice en 4/05/2007 11:24:00 a. m.
Etiquetas: Palabras
miércoles, 4 de abril de 2007
Chris por la mañana
10 comentaronLa lluvia suele ponerme melancólico. Es la hora de acurrucarse en un rincón, me relajo y huelo la madera. Y hoy, sólo me siento mojado. ¿Qué tiene el poseer cosas? ¿Por qué sentimos la necesidad de poseer lo que amamos? ¿ Por qué nos volvemos tan bestias cuando lo poseemos? Todos sabéis qué es: queréis algo, lo poseéis, y al poseerlo lo perdemos. Y cuando por fin has conquistado a la chica de tus sueños, lo primero que haces es tratar de cambiarla: esa forma suya de peinarse, su manera de vestir, como mastica el chicle... Y al poco tiempo lo que te gustaba, lo que has cambiado y lo que no te gusta son la misma cosa, como una acuarela bajo la lluvia.
Chris Stevens, en la K-OSO. Cicely, Alaska.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/04/2007 06:51:00 a. m.
Etiquetas: Northern Exposure, Palabras
domingo, 1 de abril de 2007
Te abrazo
1 comentaronPublicado por Los viajes que no hice en 4/01/2007 11:40:00 p. m.
Etiquetas: m0ntaraz
Lugares
4 comentaronCompro guías de viajes. Barcelona. Nueva York. Roma. Berlín. Atenas. El País Aguilar. National Geographic. Lonely Planet. Mientras espero el gran viaje, me desplazo: Mérida. Badajoz. Madrid. Sevilla. Málaga.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/01/2007 07:17:00 p. m.
Etiquetas: Lugares
Retazos
2 comentaronMe sacaba la cabeza, me midió con los ojos, estuve con él una hora y me dijo:
-¿Tus clases siempre son así?
-Lo que te has perdido, chaval.
Me gustó.
Me gustó porque tenía el pelo largo y porque era un chulo y a mí me suelen gustar los chulos, porque un chulo a los quince años siempre es chulo porque está perdido y luego me enteré de que toca el violín desde los cuatro años y luego me enteré de que robó una moto.
Ha cambiado el violín por una perilla, cadenas de oro y un año en un centro de menores.
Quiero equivocarme, pero esta vez intuyo que el hábito hace al monje.
Publicado por Los viajes que no hice en 4/01/2007 05:43:00 p. m.
Etiquetas: Educación
Él dijo:
2 comentaronPublicado por Los viajes que no hice en 4/01/2007 10:12:00 a. m.
Etiquetas: Jero