martes, 20 de junio de 2006

Esos maravillosos 30

Aquí están. Nunca pensaste que pudieran llegar tan pronto pero, efectivamente, hace 30 años que naciste. Tampoco pensaste que, al llegar, fueran a notarse en tu rostro, y puede que tu cara disimule, pero esas primeras (o nuevas) canas que empiezan, no a dorar tu cabellera, sino a aclararla hacia la vejez no dejan lugar a dudas, como tampoco lo dejan la celulitis, la falta de flexibilidad, que ya no trasnochas como antes...: empiezas década de nuevo.

La verdad es que después de esa absurda crisis de los 25 ¡a los 24!, cumplir años no ha estado mal, y ahora no va a empezar a estarlo. Sin embargo, está claro que un número tan redondo incita a la reflexión, a pararse, siquiera por un instante, y pensar sobre uno mismo. Podría adentrarme en caminos tan complicados como adónde voy, de dónde vengo, pero me conformo con plantearme si a los 20 me habría creído que, diez años después, apenas habría avanzado unos pasos en este intrincado mundo de la edad adulta.

Porque, voy a ser sincera. Creo que en el plano mental (jua jua) hemos adelantado bastante, hemos superado traumas, hemos dejado atrás complejos y hemos comenzado a vivir NUESTRA vida porque era nuestra y a nuestra manera (más o menos y a pesar de los padres).

Sin embargo, ¿de verdad nos creeríamos, en esos dulces 20, que el trabajo iba a seguir siendo nuestra preocupación ¡ocho años después de terminar la carrera!?¿Nos íbamos a tragar que el piso sería nuestro sueño casi inalcanzable? (las afortunadas estáis hasta las cejas, no sé si eso es tener un piso o que os tenga él encerradas) ¿Estaríamos dispuestas a todo ese esfuerzo (lo digo por las trece o catorce horas diarias currando) para seguir oyendo las mismas exigencias con el mismo sueldo diez años después?

Creo que no. Entonces, si nosotras no lo creeríamos y casi no lo creemos ahora, ¿qué porras estamos haciendo? ¿Cumplir años nada más?

Eso sería demasiado fácil de pensar y, teniendo en cuenta que llevamos vivido casi un tercio de nuestra vida (pienso ser longeva y ser una tía abuela de lo más marchosa), tampoco es tan malo el balance, al menos en lo personal.

No conocí el mundo, pero conseguí crear el mío propio: amigos, pareja, música, libros...Y aún me quedan 60 años para viajar.

No me hice famosa escribiendo, pero escribí muchas cosas que me ha merecido la pena contar, sobre todo historias que han ayudado a algunas personas y que me han ayudado a mí a ampliar mi visión del mundo.

No tengo una casa...Tengo muchas, las de los amigos, las de la familia, y hogares en casi todos esos sitios, porque me siento querida (que también es un logro, ¿o no?).

Y podría tener muchos motivos para deprimirme, sobre todo yo, de bajones fáciles, pero creo que también para sonreír, porque, a pesar de todo, seguimos en la brecha y sigo asombrándome y cabreándome por las injusticias, lo que no sólo quiere decir que estoy viva, sino que estoy dispuesta a seguir en mi lucha por el mundo que quiero.... No sé, si lo miras así, tampoco son tantos los 30 y las canas ¡hasta me están gustando!

Arwen

4 comentaron:

Anónimo dijo...

Felizidades!!!!
Has empezado la treintena con un buen curro nuevo. A ver si sigue la racha y todo lo que hasta ahora estaba regular o mal mejora y consigues vivir la vida como te gusta y con la gente que quieres.
Un besazo!
No, mejor 30!! :P

Anónimo dijo...

Hasta el día 26 no es el mío: el texto está firmado por Arwen porque lo escribió una amiga mía... Pero dice muchas de las cosas que yo pienso.

Anónimo dijo...

Ahhh...
Pués si el 26 no me acuerdo de felicitarte pásate por aquí otra vez y lee de nuevo lo que he escrito xD

Anónimo dijo...

Otro más con blog xD