Nunca anduve sobre tacones de aguja, ni me pasé horas probándome ropa que no me fuera a comprar por necesidad, ni me maquillé indefectiblemente antes de salir de casa, ni supe con qué combinar un collar ni tuve jamás un bolso de fiesta. La expresión armas de mujer me pone enferma y me parece machista que las mujeres la usen: lo mismo me pasaba con los libros sobre la edad del pavo en esa adolescencia de cinturones con tachuelas y camisetas negras de lo más heavy. Las colonias masculinas me siguen gustando mucho más, pero ya me parecía rizar el rizo y nunca me atreví a usar una (debería hacerlo. Como teñirme el pelo de lila y azul). Cuando tenía 13 años me hicieron un pasillo porque llevé falda a clase, tardé dos sexenios más en perforarme las orejas y debe de hacer más o menos el mismo tiempo que no me pongo un vestido. Me encantan las pinturas, pero son todo un misterio para alguien que no sabe hacerse la raya del ojo ni perfilarse los labios. El esmalte de uñas me está prohibido y me depilo las cejas cada cuatro meses, casi con la misma asiduidad con la que me paso por una peluquería. Las pulseras me incomodan y me duran años los relojes. Agradezco que nadie haya querido transformarme en una señorita porque hubiera sido una fuente de frustración inagotable. Hablo alto y claro y mal, digo tacos, fumo, me gustan las tascas. No sé sentarme correctamente. Odio las telas con flores y se me mueren todas las macetas. No tengo tampoco la más mínima idea de decoración y una tarde de compras es un plan insufrible: si entro en más de dos tiendas necesito un café.
Y, sin embargo, una noche, un tipo me miró a los ojos y me dijo que soy muy femenina. Que a mí no me hacía falta nada de eso.
Y lo dijo así: a bocajarro y sin anestesia.
Todavía estoy intentando asimilarlo.
Un viaje por el mundo real de Stephen King
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El mundo de Stephen King está en su mente pero se pude tocar. Las novelas
del escritor norteamericano nos trasladan a lugares terroríficos y
fantásticos ...
Hace 4 días
7 comentaron:
Es que ser femenina no tiene nada que ver con vestirse con nuestros cánones occidentales de mujer.
Comparto contigo casi todas las cosas, excepto que yo sí me maquillo todos los días (base y un poco los ojos), tengo agujeros en las orejas desde que nací.
Por lo demás, nunca llevo pulseras, collares, adornos ni me pinto las uñas (las llevo muy cortas) y nunca nadie me ha dicho que soy masculina, chicote o poco femenina. Para mí la femineidad no consiste en eso. Para otros, no sé, esa tontería de ser "una señorita" siempre me ha repateado. Yo trepaba a los árboles y daba patadas y después pedía un Oso Amoroso.
En el exterior no lo sé, creo que mis rasgos y maneras son de chica; en el interior, por supuesto, soy femenina, pero no soy "una señorita". Si tengo que decir tacos cuando me cabreo, los digo.
Faltaría más.
Pues no sé por qué necesitas tanto para asimilarlo. No hay una sola femineidad, sino tantas como mujeres. El resto es estereotipar. Un beso.
Ahhh, y más cosas: yo sí sé decorar y sé cuidar plantes (me encantan las flores), pero eso no lo considero exclusivamente femenino.
El hábito no hace al monje... pero niña, ¡saberse pintar la raya de los ojos es fundamental! ;)
Coincido en muchas de tus aficiones de vida expresadas hoy, pero reconozco que un acondicionamiento de fachada realza la visión que queremos dar en según que momentos.
No me gusta ir a la peluqueria, las uñas las tengo blandas y cortas, soy comoda vistiendo, no men gusta perder el tiempo en las tiendas, pero caray que guapa me veo cuando me arreglo para gustar a alguien.
Y lo de "señorita" solo dura un tiempo, pero el ser femenina se es o no se es toda la vida, se lleva en el gen.
Lo importante es hacernos reconocer como persona toda la vida.
Mariló
Ser femenina es lo único que salva a muchas mujeres de ser algo aburrido (vale, también soy un poco machista...). ¡A ti no te hace falta!
Random, todavía no he descubierto qué es ser femenina, la verdad: es algo que me llevo preguntando desde hace mucho tiempo. Siempre lo he asimilado a eso. A mí siempre me han dicho que no soy femenina y alguno hasta que no soy mujer. Nunca me he considerado femenina, ni masculina tampoco, aunque si me tuviera que considerar tiraría más por lo segundo que por lo primero. Creo. Esto de la femineidad a mí se me escapa. ¿Un Oso Amoroso? :P Yo quería un Pequeño Pony, pero no lo tuve nunca…
Random, yo tampoco lo considero exclusivamente femenino.
Paula, vas a tener que enseñarme. Esto… ¿fundamental para qué?
Mariló, yo creo que el gen ése no lo tengo.
Alfredo, eres un genio. Pero no sé si te refieres a ser femenina… o a estar buena :P
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