Murió Eugenio Montejo y yo no estaba ahí para contarlo, para sacar testimonios de la entrevista que le hice y recuperar sus poemas y ponerles música y hablar de este señor que me atendió tan bien, que era tan conciso en las respuestas y que saludó antes de comenzar a todos los radioescuchas. Me enteré por el blog de Santos Domínguez y luego por el de Iván Thays y me dio una pena infinita, por lo inesperado y porque siempre guardo las entrevistas por lo que pueda pasar, pero nunca pensé que pasara tan pronto. Hablaba con ese acento dulce de los venezolanos y escribía cosas como ésta:
ADIÓS AL SIGLO XX
a Alvaro Mutis
Cruzo la calle Marx, la calle Freud;
ando por una orilla de este siglo,
despacio, insomne, caviloso,
espía ad honorem de algún reino gótico,
recogiendo vocales caídas, pequeños guijarros
tatuados de rumor infinito.
La línea de Mondrian frente a mis ojos
va cortando la noche en sombras rectas
ahora que ya no cabe más soledad
en las paredes de vidrio.
Cruzo la calle Mao, la calle Stalin;
miro el instante donde muere un milenio
y otro despunta su terrestre dominio.
Mi siglo vertical y lleno de teorías...
Mi siglo con sus guerras, sus posguerras
y su tambor de Hitler allá lejos,
entre sangre y abismo.
Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios
por un trago, por un poco de jazz,
contemplando los dioses que duermen disueltos
en el serrín de los bares,
mientras descifro sus nombres al paso
y sigo mi camino.
Un viaje por el mundo real de Stephen King
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El mundo de Stephen King está en su mente pero se pude tocar. Las novelas
del escritor norteamericano nos trasladan a lugares terroríficos y
fantásticos ...
Hace 4 días
4 comentaron:
"...contemplando los dioses que duermen disueltos en el serrín de los bares...". Ahí está el "toque de los dioses" del que me habló una vez la también difunta Dulce Chacón.
Y cuando se mueren los poetas nos queda su poesía, sí, pero se muere su pasión y su habilidad para hacer lo mediocre sublime, lo soez prestancia, la vida el todo... y su ausencia es irreparable. Adiós, Eugenio.
Hace mucho tiempo que no hablo contigo, la última vez fue durante una cena con amigos en un italiano de la Alameda. En algún punto del camino nos distanciamos... Pero te leo cada día, disfruto con cada uno de tus post, con cada historia, con cada retazo de ti que me llega a través de la pantalla del ordenador. Sigo pensado que eres una de las personas más inteligentes e interesantes que he conocido, y cada día tengo más claro que alguien debería publicar todo lo que hayas garabateado en un papel.
JB
"... disueltos en el serrín de los bares...". Sí. Me impactaron esas palabras, por el imposible que en el fondo contienen... El serrín...
Álvaro, a Dulce la conocí sólo por sus letras. Que ya es bastante, o lo es todo, tratándose de un escritor. Cuando se mueren los poetas yo sólo me acuerdo de unos versos de Salinas, que dicen “¡Qué pronto!. ¡Tanto que hablar y tanto que nos quedaba aún!”
Galerna, no he vuelto a ir a Sevilla… Pero me alegro de que me espíes (¿tú no te animas?), aunque en cuanto a lo de publicar, me temo que hace diez años que conoces mi opinión al respecto…
Sí, Tupp, es una bonita imagen.
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