Ha pasado mucho tiempo desde aquel "Yo te gusto, ¿no?" que marcó el comienzo. Al final, dos se unen, supongo, porque sus palabras son las mismas y son los mismos los miedos y se reconocen cuando se miran y saben que están en casa. No sé cómo se mantiene eso. Todos dicen que es difícil: a mí no me lo parece. No me lo parece porque he visto ciertas miradas, he asistido a ciertos ritos, he sabido de ciertas historias. Y casi todo ha sido cotidiano y fácil. Ha sido fácil el encuentro, la confianza, la asunción de algunos hechos, el paso de los días. Aunque al principio los demás fuéramos duda, como sucede en todos los principios.
Yo creo que no será difícil, porque sé que es posible. Iré donde tú vayas, me quedaré donde estés, tu tierra será mi tierra. Al final son sólo frases y el amor es uno y el mismo: por eso se le escribe tanto. Por eso y por esa clase de física y química de la que se nutre y que es la culpable de las mariposas de tela en el estómago, de la angustia, de la locura y de la alegría. Pero también de la seguridad y de la calma que da el reconocerse en otra persona. De saber que es la correcta.
No sé si te lo he dicho alguna vez, pero a mí me gusta este hombre. Me gustan su ironía y su templanza y la manera optimista que tiene de encarar la vida y la forma de despreocuparse de lo que no sea esencialmente importante y la forma de acoger dejando libre. A ti no te lo he dicho nunca, pero ella es la persona más valiente, más entregada y más entera que conozco. Ella es muchas cosas, además de ser el mejor territorio, el terreno conocido, de al menos tres de las mujeres que estamos aquí hoy. Al fin y al cabo, nunca se ama solo. Y por eso llenamos esta Iglesia: porque también amamos.
No sé qué desearán los demás. Yo sólo voy a desear eso. Que sea fácil. Que pasen veinte años y parezca que fue ayer, que veinte años no es nada. Que las palabras sigan su curso, todos los días, por nimias que sean. Que te puedas mirar en los ojos del otro, y reconocerte, y saber que eres mejor porque te miras con sus ojos. Que no falten los amigos. Que el otro te complete y te conforme y te construya. Que podáis tener el mundo en la palma de la mano y la eternidad en una hora. Que os siga apasionando bailar la danza más antigua del mundo. Que el otro sea tu idioma. Que no se cierren las puertas. Que su piel sea tu patria.
Al final sólo es eso: el beso, el abrazo, la caricia, la lealtad, el amor. Vivir.
15 comentaron:
"que su piel sea tu patria" ...
Si la frase es tuya, enhorabuena. Si te la dijeron,...¿qué envidia!
Si la leíste....¡dime quién es la autora????!!!!
La frase es mía. Sólo hay dos frases que no sean mías en este texto y son fácilmente reconocibles...
Podría jugar, a ver si la gente las averigua...
Una es ...Que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en las sombras, te busca y te nombra... Es "el" tango de Gardel.
¿He "acertao"? ¿Me llevo un gañifante?
La otra es Iré donde tu vayas, me quedaré donde tu estés, tu tierra será mi tierra y tu Dios mi Dios. (Libro de Ruth)
Esta me la dicho el Señor Gugel, que es muy simpático (como yo) y me dice las cosas que casi nunca sé.
¿He acertao? ¿Paso a la siguiente fase?
A ver. Me he liado. Son tres frases que no son mías.
La primera, la del tango. Pasas a la siguiente fase.
La segunda, la del Libro de Ruth, la mejor declaración de amor que se ha firmado jamás.
La tercera, a ver si usando Gúgel también te sale...
Joooder, lo que pasa es que el Señor Gugel también me dice que esa frase se la atribuye un montón de gente. ¡Qué tramposos!
¿Qué frase? ¿La del libro de Ruth? Vaya, no sabía que hubiera tanta gente que leyera la Biblia...
Libro maravilloso, por otra parte.
No es que lean la Biblia, es que la copian.
La última ni idea. Pasopalabra.
Iba a dar una pista, pero con un solo concursante, me niego.
Hagan juego, señores.
Augurios de inocencia
Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora
W. Blake
Sí señora.
Último punto para usted.
Es lo que leiste en la boda? me parece preciosoo, muy emocionante. Qué orgullo debieron sentir ellos también.
Te había escrito, pero no me sale. Sí, Princesa: es lo que leí en la boda, al principio de la ceremonia, antes de que hablara el cura... El novio no hacía más que decirme: "Qué bonito, qué bonito".
Lo curioso fue el resto de la gente preguntándome: "¿lo has escrito tú?" y dando por hecho que mi profesión me hace escribir así. Si ellos supieran...
Sencillamente, maravilloso
Escucharos a los dos también lo fue...
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