jueves, 7 de febrero de 2008

Un nombre

No puede ser que el nombre sea lo único importante. Que por un dato absurdo rompamos lo que somos y lo que podríamos ser. No sé cuál es tu miedo, pero a mí se me hacen duros los míos: no volver a hablar contigo nunca, no volver a sentir admiración -a pesar de las imágenes-, no fomentar esa intimidad que me resultaba tan fácil, contigo más que con nadie, porque quería que participaras de mi vida. Tampoco sé quién resultará más terco de los dos, porque yo te pedí que te fueras. Como yo no quiero largarme, hazme el favor de largarte tú.

La segunda vez duele menos. No habrá una tercera. Pero duele. Duele no tener noticias, duele la desaparición, duele que no te acerques, que no lo intentes siquiera, que lo des por asumido, se acabó, hasta aquí llegué, que no haya más palabras, no esperar verte asomando aunque no me hayas borrado del todo. Y me duelen la rabia y la impotencia y la espera de dos años y el tiempo y la confianza y la apertura.

Porque al final un nombre es todo lo que importa.


17 comentaron:

Isabel Sira dijo...

Duele, pero todo pasa, hasta el dolor. Y que no duela el tiempo que fue compartido.
Aunque no creo que sea un nombre todo lo que importa, sino lo que implica el darlo o callarlo, dar un paso o esconder la mano...
Un beso guapa.

Anónimo dijo...

Tienes un don y espero que lo sepas. Atesoras la capacidad de hacer que las palabras, las comas, incluso, los guiones y los espacios muestren algo profundo, íntimo.

Regina dijo...

Luego te dejo un mensaje más largo, pero ya sabes lo que pienso. :)

Anónimo dijo...

No entiendo lo de la importancia del "nombre"; quizás porque no sepa bien de que va esta guerra.
Sigo pensando que escribes como a mí me gustaría; un escribiente anterior te decía que tenías enjundía hasta en las comas, o algo parecido, pero se quedó corto. Ahora imagino que estás pensando en algo no agradable, pero al ponerlo blanco sobre negro cambia totalmente y segura que me gusta aunque me desagrade el hecho. La verdad es que yo me pongo nervioso pensando; ¿qué me encontraré en el blog viajero?.
Por lo leído creo que es una ruptura por duplicado. Lo siento por los dos, ya que todos nos dejamos un pelo en la gatera.
Como tú eres mi lámpara de escritorio, te deseo que lo pases lo menos malo posible, aunque sé que con eso no consigo nada. De todas formas el mozo comete un error no leyéndote. Arriero.

Anónimo dijo...

Perdonad pero "enjundia" ha salido con el diptongo deshecho. Arriero.

Suntzu dijo...

No sé la historia completa, solo retazos e mpresiones qu he ido acumulando de entradas anteriores. Piensa si te compensa estar así.

Los viajes que no hice dijo...

Arwen, pues sí que pasa. Es triste tener buena memoria a veces. El tiempo compartido no duele. Pero tienes razón: duele que no se diera el paso, que escondiera la mano...


Anónimo, muchas gracias. Lo que no me pensaría nunca, después de todo el cuidado que he tenido, era que iba a tener también "anónimos" en este blog y al tercer o cuarto día. Ahora la curiosidad que tengo es saber cómo llegaste aquí...

Sagutxo, espero ese mensaje. Aunque sí: ya sé lo que piensas...

Arriero, lo que hay aquí es lo que puedo contar. Y créeme, el nombre tiene la máxima importancia. Espero pasarlo lo menos malo posible, eso sí...

Suntzu, ya te contaré detenidamente delante de un café, cuando tú quieras.

Anónimo dijo...

Suntzu, por un casual ¿eres la directora de este blog?; si no fuera o fuese así no entiendo tu comentario. Puedo hacer todas las elucubraciones que quiero y los comentarios que me plazcan, siempre que no ofenda. Mis preguntas se pueden contestar, o no. Si me compensa, o no, es algo que sólo me interesa a mí. ¡Joder con el personal!

Los viajes que no hice dijo...

Arriero, calma, que el mensaje de Suntzu iba para mí. Lo de "piensa si te compensa estar así" era para mí. Eso sí, ella puede dirigir lo que le plazca, que para algo es amiga mía.

Anónimo dijo...

Suntzu, creo que me he "columpiado" en mi anterior comentario. Creí que era tu interlocutor. Perdona que ahora he leído bien. Arriero.

Regina dijo...

Bueno, tras muchas horas de trabajo y casi más de sueño, puedo contestarte:

Supongo que cuando hablamos de relaciones humanas la incomprensión es una de las primeras cosas que salen. El ¿por qué? se vuelve una pregunta común porque no entendemos las razones por las que alguien actúa como actúa; de hecho, a veces no es que las entendamos, sino que ni siquiera las vemos.

Lo que te dije ya anteriormente: tú estás dispuesta a dar un montón de cosas que enumeras en esta entrada (que procesas y eso es básicamente lo mismo) y él no es capaz ni de dar una sola cosa que tiene, para muchos, la menor importancia del mundo. Dejará de doler lo mucho que das tú y lo poco que da él.

Por otro lado, la derrota siempre acarrea frustración y cabreo. Más con uno mismo que con el otro. Porque la mente entiende que te has dejado ganar, que por fin te sueltas, por propia voluntad, de lo último que te unía a él. Eso también dejará de doler.

Duele, otra vez, que para ti sea un 50% (digamos) y tú seas un 1%. Duele, sobre todo, el tiempo perdido y pesan los millones de ideas, proyectos y esperanzas. Pero poco a poco irán cayéndose de tu espalda hasta que puedas volver a erguirte, ya verás. Desaparecerán, sustituidas por nuevas, aunque pertenezcan a una tercera. Porque lo que ha pasado duante estos dos años volverá a pasar y tú lo disfrutarás igual. Sólo que puede ser que no acabe con dolor.

Yo te daría mi nombre por aquí mismo, pero es que ya lo sabes y tampoco soy tan importante. Hay gente que está dispuesta a darlo, así que tendremos que pasar página, ¿no? :D

Ana dijo...

Lo siento niña.

Se ponen muchas ilusiones (a través de las palabras deduzco). Y sí duele que se rompan. Y sí duele el anonimato (deduzco también) porque supone teñir de negro todo lo dicho, por lo menos de neblina.

Igual voy desencaminada con tanta deducción pero lo que sí que sé es lo que duele el dolor (sobre todo por lo bien que lo describes). Hoy hice entrada sobre el tema, curioso.

Un besote de sacasonrisa.

Anónimo dijo...

Iba a decirte que igual no es el nombre, sino lo que significa darlo o no darlo ... pero ya te lo ha dicho Arwen ... y sí, a veces duele tener buena memoria, pero ¿sabes? es el precio por las satisfacciones de poder recordar con pelos y señales también las emociones y sentimientos buenos, asique no es malo tener memoria, aunque a veces lo parezca.
Un beso guapísima.

Los viajes que no hice dijo...

Arriero, supongo que aclarado quedará en cuanto Suntzu lea este comentario :P

Doodd, me encanta tu lucidez después de tantas horas de trabajo y casi más de sueño. El porqué se convirtió en una pregunta común: en la única pregunta posible. No sé la respuesta: ésa es una victoria: que no sé la respuesta. Victoria suya, digo. No sé por qué. Mentiría si dijera que no me importa.

No sé si se puede medir lo que se da y lo que no: si son hechos palpables, sí. Yo di más. Pero a veces pedir puede transformarse en un dolor… Y tampoco sé si dejará de doler lo mucho que yo di y lo poco que dio él. ¿Quedará la cicatriz para la próxima? Supongo que sí. ¿Me he dejado ganar? Ni yo podría haberlo expresado mejor. Lo que me entristece es hablar en términos de victoria y derrota, ganancia y pérdida. Aunque no se me quite la sensación de que he perdido y de que me ha ganado, o me he dejado ganar.

Lo que sí sé es que no habrá una tercera. La tercera a la que tú te refieres será distinta y no será tercera. Esta misma historia me ha pasado ya dos veces. No habrá una tercera. Y sí: también duelen los porcentajes, la confianza, la entrega, el tiempo perdido (que no sé si ha sido perdido: lo que sé es que lo di voluntariamente), el cambio de carácter, la protección y el encierro. Y no hace falta que me des tu nombre, que ya me lo sé. Y sí: sí eres importante. Muy importante.

Ana, querido Sherlock Holmes… Deduces correctamente y bien. O es que yo soy transparente. Leí tu entrada y te respondí. Otro beso (me sacaste la sonrisa).

Glauka, eso es cierto: se recuerdan también las emociones y los sentimientos buenos. Y a veces es triste tener buena memoria, pero también reconforta mucho saber que no olvidas. Y que agradeces. Otro beso, niña linda.

Ana dijo...

Hola de nuevo niña,
Habías dedicado algunas entradas al tema ... de ahí las deducciones (mas que deducciones ... evidencias?jijijijijijiji), mérito tuyo tó, por tu capacidad de expresarte.
Besotes y me alegro de la sonrisa!

Suntzu dijo...

Arriero, no te preocupes, que no pasa nada. Pero la próxima vez, por favor,asegúrate, que me he quedado un poco a cuadros. Jajaja...
Saludos.

Suntzu dijo...

Y gracias por "defenderme", cariño.
Un beso.