Yo pude ser de otra manera y una vez conocí a dos personas que eran lo que yo podría haber sido. Nunca fui consciente de mi elección. Quizá estuvo hecha de pequeños actos de defensa: una frase de un cómic, una cita de ciertos libros, un carácter desenvuelto que transmitía seguridad aunque a mí la gente, en general, me provoque un pánico terrible; el rechazo a cierto concepto de femineidad que me dura hoy y que viene de todos los lenguajes que no sé usar -el de la estética, el de la pasividad, el de la seducción-; la escritura como modo de verme desde fuera y analizarme; la manía de destruirme cada cinco días y comenzar a construirme de nuevo, antes.
Lo que me llevó a ser quien soy -y a no ser ellas dos- no fue una terapia asumida y puesta en marcha. Simplemente, yo sabía con qué trabajar. Pero hubo algo constante durante esos años (ocho, desde los trece a los veintiuno), antes del vértigo: nunca se me ocurrió luchar contra los elementos: ciertas imágenes de uno mismo -lo que querrías ser y no lo que eres- sólo pueden llevar a lo grotesco, a una percepción deformada de la realidad o a la burla de los otros. Yo siempre tuve muy claro lo que era y lo que no podría llegar a ser jamás, por mucho que me gustara la idea o por muy grande que fuera el deseo. La asunción de una realidad real y el no crearme, ni creerme, una realidad inventada, supone lo que mis amigos más cercanos llaman "un problema de actitud". Y, sin embargo, el verdadero problema de actitud para mí sería el contrario.
Un viaje por el mundo real de Stephen King
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El mundo de Stephen King está en su mente pero se pude tocar. Las novelas
del escritor norteamericano nos trasladan a lugares terroríficos y
fantásticos ...
Hace 4 días
14 comentaron:
Me siento incapaz de responder a esta entrada. Demasiada información, se me queman los circuitos. Quizá cuando lo lea con más calma...
Eso sí, la foto me encaaaaanta. Qué cosa más mona.
Como siempre tu pluma es extraordinaria, pero creo que te mortificas despiadadamente y por lo que deduzco de tus escritos -aunque escribo poco, te leo siempre- eres un encanto de persona con mas complejos que la leche.
Ahora ejemplifico yo: hace muchos años fuí a trabajar a un pueblo extremeño donde no conozcía a nadie y me instalé en una pensión. En la pensión también moraba una mujer -18 o 20 años mayor que yo- que en un primer momento asustaba al miedo:creo que jamás encontré un antídoto contra la lujuria mas efectivo. Nos hicimos amigos y llegó a ser la mujer con la que yo quería joder, pero no me atreví a proponérselo; quizás me dijera que no. Todavía hoy, al cabo de muchos años, me sigo acordando de ella sexualmente y de todas las maneras, a pesar de que mi vida fue por otros derroteros. Era inteligente. La admiré como persona y hubiera sido muy feliz si hubiésemos convivido.
Creo que merecería la pena conocerte con el metro y medio, gorda y muy fea. De verdad ¿has pensado bien todo lo que has escrito?. Un beso aunque no nos conocemos. Arriero
Random, ¿a que sí? Es un ratoncillo lindísimo. Espero tu opinión, por el medio que sea (¡¡una llamada de teléfono!!) y cuando sea, pero la espero.
Arriero, no mido un metro y medio, soy bastante alta; la gordura se me está quitando con algo de esfuerzo y un pelín de recaídas y la historia de la mujer que me has contado me sonaba: creo que me la contaste en otra ocasión u otro lugar. El mensaje hablaba de actitudes: de una actitud u otra y sólo ponía un ejemplo. No suelo pensar lo que escribo: escribo lo que me da la gana, no corrijo, ni busco que quede bonito ni que tenga ritmo ni nada de nada: lo que sale es lo que se plasma. A lo mejor debería cuidarlo más, porque la mitad de las veces la gente no me entiende... Y algunas preguntas: ¿por qué demonios, cuando alguien asume que no es guapo, la primera reacción es decirle que tiene más complejos que la leche? Y por qué a los guapos que saben que son guapos y lo dicen no se les echa nunca en cara que también los tienen (ah, no, perdón: ellos son personas seguras de sí mismas y asertivas. Se me olvidaba el matiz). Y por qué la manía de psicoanalizar a los demás y de juzgarlos, que ya está bien...
Porque hago igual que tú: lo que me da la gana.
Eso no responde a ninguna pregunta. Y no se las hacía a ningún anónimo...
Discutir ahora me parece una solemne tontería. La verdad es que eres "pelín" borde y olvidas que los demás hacemoscomo tú, aunque con menos mala leche. No se psicoanaliza a nadie: se opina.
"Como siempre tu pluma es extraordinaria, pero creo que te mortificas despiadadamente y por lo que deduzco de tus escritos -aunque escribo poco, te leo siempre- eres un encanto de persona con mas complejos que la leche".
"La verdad es que eres "pelín" borde y olvidas que los demás hacemos como tú, aunque con menos mala leche".
Pues, para no conocerme, qué alegría de "opiniones"... A mí me suenan a juicio de valor. Será que percibo mal lo que leo.
No sé si eras tú el anónimo anterior.
Era. Y me sigo reafirmando en lo que dije. ¿Tú psicoanalizas a alguien cuando le llamas "maestro"?. Supongo que es tu opinión, con la que yo no coincido. A esa persona la conocemos por sitios diferentes.
Una cosa es que escribas de maravilla y otra que tengas razón.
El problema de este medio es que sebaila mucho el aguaa la dueña o dueño del cotarro.
Arriero.
No, por supuesto que no psicoanalizo a nadie cuando le llamo "maestro", porque sólo llamo maestro a una persona, cuya imagen de perfil es Adrien Brody vestido de Manolete, un torero. Y le llamamos "maestro" unos cuantos. Psicoanalizar es decir que alguien tiene complejos.
El problema de este medio es que uno lee cuatro mensajes y piensa que conoce a otra persona y se permite emitir juicios.
Y sí: tengo razón. Cada vez que escribes, te permites emitir juicios de valor sobre mí. Y, hombre, hasta donde yo alcanzo, no me conoces ni un poquito.
Cánones de belleza. Esa es la cuestión. Shakespeare se reescribiría y no hablaría del ser sino de los cánones.
Una chica guapísima tuvo un accidente y está en silla de ruedas: desparecieron los babosos que la rondaban a pesar de que sigue siendo guapísima.
Luego está el machismo, que existe. Un tío puede ser canoso e interesante, pero una tía se tiene que teñir en cuanto le salga la primera cana. Hay calvos interesantes y hasta gordos interesantes, pero la mujer tiene que seguir el patrón de Bo Derek en 10.
Lo mejor de la red es que puedes interactuar con la gente sin que te medie una puñetera imagen volátil. Así es como admiramos a gente de la que no sabemos ni su sexo, ni si miden metro y medio, están gordos o patizambos.
Hace tiempo que me di cuenta de que los seres humanos tenemos un envase que es no retornable y no reciclable, así que esperemos que el vino esté bueno y no nos paremos mucho más tiempo viendo el dibujito de la etiqueta, que ni alimenta, ni emborracha, ni da ganas de vivir. las etiquetas, con el tiempo, se estropean (todas). El vino, con el tiempo, gana o se avinagra. QUe no nos pase esto último.
(Sin leer los comentarios anteriores.)
Ya sabes que esta temporada yo también he escrito sobre este tema, así que sabrás en qué no coincidimos.
Tu actitud no te va a hacer más alta, desde luego; pero va a determinar, junto con otros factores, cómo te afecte a ti ser baja. Y eso, y no la estatura, es lo que más va a influir en tu vida, ¿no crees?
Otra cosa: me llaman la atención tus dos menciones a la burla de los otros, y la "confesión" de que la gente te da pánico. A mí me parece que la solución a eso también tiene que ver con tu actitud, aunque ya sé que además de efecto es causa.
Un beso.
Puntos de vista, como siempre, lo clavas: en lo de los babosos que ahora no se acercan a la chica guapa, en lo del machismo, en lo de los cánones de belleza y en lo de la red (que se interactúa, sí, sin las cortapisas que marca el físico aunque resulte que luego todos preguntan si tienes cámara o si tienes foto: hay una frase genial de Pura Salceda al respecto: “Claro, desde pequeñita”). Otra cosa es que todos creamos que el monte es orégano y que vamos a estar siempre igual de mullidos y de jóvenes, pero ésa es otra cuestión...
Portorosa, tu comentario, y algunos otros, me hicieron escribir un texto, largo, larguísimo, que no sé si colgaré aquí o no colgaré, pero que te puedo mandar por correo...
(gracias por el piropo)
Y respecto a tu texto, podríamos también decir ¿es que acaso medimos la valía de un hombre por la cantidad de centímetros de su pene?
;-)
Pura S.
Algunas sí que lo hacen, Sintagma, te lo digo yo. Y lo de medir la valía de una mujer por su belleza, lo hace el cien por cien de la gente que conozco.
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