viernes, 4 de julio de 2008

Una boa de marabú

Escuché su voz por vez primera hace veinte años. Pedí un disco suyo por Reyes. No me gustó. Y el caso es que no me gustaba, porque no me gustaba nada, pero no paré de escucharlo y, ni siquiera sé por qué, luego pedí otro.

Jamás me había imaginado que nadie pudiera cantar así.

Nunca veré a Frank Sinatra encima de un escenario. Tampoco veré a los Beatles. Ni a Janis Joplin. Ni a Jimi Hendrix. Ni a Queen. Ni a Alfredo Kraus. Ni al resto de la gente con la que he crecido. Pero, cuando me preguntan qué no me hubiera gustado perderme, dónde querría haber estado y ya no puedo, siempre digo lo mismo.

En un club de Harlem, años 30, en primera fila, para ver a esta mujer con guantes estilo Gilda y una boa de marabú alrededor de su cuello.

De hecho, lo he imaginado tantas veces que, en ocasiones, creo que no me lo perdí. El pelo recogido, los ojos tristes, los labios pintados.

La lágrima en la voz.

3 comentaron:

... dijo...

Billie Holiday es mi favorita entre mis favoritas y no puedo olvidar la primera vez que la escuché...

Buena selección.Encantada!

Portarosa dijo...

¡Viajes, estamos hechos el uno para el otro!

Un abrazo.

Los viajes que no hice dijo...

A túa nena, bienvenida y gracias... El círculo se abre, pienso. Es curioso cómo llega la gente a los blogs...

Portorosa, el problema es que creo recordar que vivías en un señorío muy, muy lejano...