viernes, 17 de agosto de 2007

De fuera y de dentro

La primera vez que lo vi fue en Melilla. Fue en plena moción de censura a Mustafa Aberchan, agosto, sin noticias, y allí se plantaron todos: El País, El Mundo, TVE y Tele 5 con Jon Sistiaga a la cabeza (que iba a las ruedas de prensa y se espatarraba en el sillón, con los brazos detrás del cuello y el bolígrafo en la boca). Allí los periodistas locales, que sabíamos exactamente de qué iba la cosa, veíamos el informativo de La Primera y leíamos ciertas crónicas y pensábamos: "En qué lugar habrá estado éste, que yo eso no lo vi". Por no hablar de manipulación pura y dura porque habían llegado ayer y no se enteraban de la misa la media, pero no se relacionaban con los periodistas locales. Ya saben: unos de Madrid al cielo. Otros de provincia. Sin firma, sin criterio, sin profesionalidad. Los de provincias, digo. Para los de Madrid, digo.

A mí las catetadas me hacen gracia o me abochornan a partes iguales. Pero algunas me frustran y me cabrean. Como esa manía de tratar mejor a los de fuera que a los de dentro, cuando los de dentro informan de hasta tu último suspiro tres o cuatro veces al día y los de fuera de dos o tres cosillas, dos días después, cuando no hacen un copia-pega tan tranquilamente o manipulan la información porque así se vende más y aquí hay que vender y polemizar a toda costa, porque la polémica es muy chuli y crea debate y da mucho dinerito y tralalá. Pero los de dentro estamos acostumbrados. A pasar los últimos, a ser los últimos. Por muy bien que lo hagas. Por mucho que trabajes quince horas diarias. Por mucho que venga tu hermano de Pontevedra, cuando hace meses que no le ves, pero sólo puedas estar con él una tarde porque tienes que trabajar otras quince horas para hacer un bonito reportaje, una bonita entrevista, da igual a qué hora, a las seis y media de la tarde recién levantada de la siesta, porque te has acostado a las cuatro o las cinco de la mañana; a las dos cuando corres peligro de no llegar a tiempo a un programa que presentas en directo media hora más tarde porque estás en el quinto coño o a las ocho cuando lo que te apetece es quedar con alguien y tener vida más allá del trabajo. Que no la tienes.

Pues nada: que ayer Julio Bocca se transformó en los Fraggles. Porque resulta que estoy operada de la vista, porque resulta que veo halos, porque resulta que la iluminación del escenario es intimista como supongo que la historia se merece, porque resulta que allí salían bolitas brillantes (los que iban de blanco: he visto las fotos hoy en la prensa y uno de los personajes principales, el tercero en discordia de la obra, iba de gris y me he dado cuenta hoy de que el muchacho baila: como iba de gris, se me mimetizó con el escenario y no le vi) dando brincos y más brincos y yo creía distinguir a los bailarines de las bailarinas porque algunos de ellos iban con mallas y ellas con falda.

Y resulta que la organización estaba avisada. Es más, estaba avisada de que yo estaba dispuesta, dispuestísima, a pagar mis 226 euros de abono de orchestra para el Teatro y la Alcazaba. Pero no, si vas a trabajar como vas a pagar casi 50.000 pesetas. Pues las hubiera pagado, carajo. Porque resulta que ayer estaba encima del escenario uno de los mejores bailarines vivos del mundo. Resulta que hoy tengo que ir a otro puto estreno para acostarme otra vez a las cuatro y media de la mañana escribiendo otra puta crónica. Y resulta que mañana es el último día que baila Julio Bocca, pero tengo entradas desde hace semanas. Pero, como en orchestra no había para los nueve que somos, también estamos arriba. Total, como decía una amiga: "Si tú el día del estreno lo vas a ver bien, porque lo intuyas el sábado tampoco pasa ná".

Pues sí, sí que pasa, porque no le vi. No vi absolutamente nada.

Porque tengo la desgracia de ser extremeña.

30 comentaron:

Anónimo dijo...

Espero no decir una obviedad, pero si no ves bien te has planteado el ponerte gafas? Y en el caso de que ya lleves en graduarte la vista de nuevo? No puede ser que te pierdas algo así por un problema que la óptica puede solucionar.

Disfrútalo el sábado!!

Anónimo dijo...

No es que no vea bien y no hay remedio. Yo veo de puta madre, pero no por la noche porque es uno de los efectos secundarios de la operación: hay gente a la que le pasa, hay gente a la que no. De hecho, veo bastante mejor operada que sin operar. Pero por la noche veo halos... Es lo que hay.
El sábado estoy sentada más o menos en el mismo sitio, así que nada. No le veré tampoco.

Anónimo dijo...

Por desgracia eres extremeña, pero creo que te siente muy orgullosa de serlo, yo creo que somos una gente muy sincera y buena, tu lo demuestras diciendo esas cosas que hablas de la gente que viene de fuera, lo que pasa es que cuando se manda ya no se sabes si eres extremeño o si eres catalan, valenciano, gallego... lo que importa es la pasta y tu ya lo sabes. Un beso Joaqui

Anónimo dijo...

¿Estás segura de que ser extremeña es la causa de tantas cosas? Creo que el origen de cada uno empieza a carecer de importancia cuanto más inteligente se es. Los que son poco inteligentes suelen darle bastante importancia al dónde naciste, cómo es tu familia, a qué te dedicas (forma moderna y eufemística de preguntar cuánto tienes).

No hay nada como escuchar o leer a alguien sin prejuicios de ningún tipo.

¿Por cierto? ¿Dónde podemos leer esas crónicas?

Anónimo dijo...

Creí que el periodismo era la leche, y me encuentro con una mordaz crítica hacia gran parte de sus colegas, de una de las más orgullosas profesionales.

Ciertamente, el periodismo es la leche, en su concepto, pero en nada se parece a la actividad de campo que vivimos cada día.

Como muestra un botón: echa un vistazo, y aprehende un poco desde otro enfoque, de la ignominia del silencio, de la felonía aún mayor, del difundir para mentir... de la manipulación por medio de protocolos.

Aquí, un poquito del iceberg que se calla

http://www.amnistia-infantil.org/

Un saludo, mordaz entrañable

Anónimo dijo...

Tiene guasa... Si logras verlo de nuevo, cuenta, cuenta.

Anónimo dijo...

Por cierto, anónimo. No sé si eres el anónimo del poema de Gabriela Mistral. Si eres el mismo, estás comenzando a intrigarme...

Anónimo dijo...

Joaqui, salvo cuando estaba en Melilla y veía una bellota en el cuello de Arwen y me parecía que había visto a la Virgen de Lourdes, jamás he tenido conciencia ni orgullo de ser extremeña: no soy nada regionalista... y cada día menos, viendo el grado de catetez al que se llega en esta región.

Puntos de vista, me temo que el origen de esto en cuestión sí es ser extremeña. Y disculpa que no te diga dónde trabajo, pero como siga perdiendo el anonimato de esta manera, voy a tener que emigrar a otro blog...

Anónimo, que el periodismo es la leche yo creo que a estas alturas no se lo cree ni Dios.

Suntzu, pues esto es lo que hay. Ayer lo vi, me cambiaron las entradas los amigos que vinieron (las habían comprado en tandas) y aluciné con Cecilia Figaredo. Creo que el espectáculo no está hecho como despedida de él, sino a mayor gloria de ella, que es la que se queda al frente de la compañía.Ya te lo contaré tomando un cafelito...

Anónimo dijo...

Uf...

Anónimo dijo...

Quiero que vaya putada que te larguen al gallinero. En general, al menos, cuando de ver al Unicaja se trata los periodistas acreditados tienen unos sitios de puta madre.

Anónimo dijo...

Eso sería lo normal, FLaC. En otras comunidades, tienen sitios de primera fila, por delante de las autoridades: más que nada, porque van a trabajar. Y porque dan publicidad gratis, también.

Anónimo dijo...

Ups!
Cuanto lo siento "Unaexcusa", me temo que, aunque me gusta la poesía, no tengo conocimiento suficiente como para elegir una que esté a la altura del gusto de alguien, como tú, versada en obras y autores.
No obstante, siento haber perdido la oportunidad de ser yo quién te intrigara.
¿Has mirado a tu alrededor últimamente?

Anónimo dijo...

No reconozco a mi alrededor a nadie que escriba así.

(Y lo de versada es coña, supongo).

Anónimo dijo...

Por aquí, lo digo con conocimiento de causa porque he estado en varias organizaciones municipales trabajando (espectáculos y ferias, se entiende) los periodistas son los niños mimados. Ellos y los profesionales del sector de la festividad. Dependiendo qué medio puede pedir lo que le venga en gana, que se le da. Más que nada porque luego son ellos los que tienen que vender el material.

:D Suerte con esos ojitos. Sin ánimo de ofenderte (que ya sabes que soy muy puñetera...) los halos son bonitos? xD

Anónimo dijo...

No me digas eso, que empezaré a pensar / constatar que somos el Tercer Mundo...
Los halos son un coñazo, Dood, porque te sientes muy insegura y muy pato (que yo lo era ya) caminando por la calle. Supongo que en fotografía sí serán bonitos... Busquémoslos en Flickr. Por cierto, allí sólo veo gente que habla inglés. ¿Tú estás en Flickr?

Anónimo dijo...

No es coña, no seas mal pensada... es un cumplido.

Anónimo dijo...

Jajaja, me gusta la relación "en Flickr solo hay gente que habla inglés", por lo tanto, "los que hablan inglés están en Flickr" xDDD. No, niña, no tengo Flickr. Picasa justito y no es para mí, pero algún día me animaré a abrir un Flickr privado para meter todas mis fotos familiares, que me da pánico perderlas un día.

Jodido lo de los ojos. En mi casa somos todos muy topos y sabemos qué es eso de estar mermados en algún sentido. Más o menos como cuando antiguamente los coulistas te echaban aquellas gotas dilatadoras cuyo efecto duraba hasta dos días. De todas maneras, mejor ver bien de día y halos de noche que ver mal día y noche, ¿no? Mi hermana tabmién está operada de los ojos, pero no tiene ningún efecto secundario/colateral.

PD: tú no ibas a cambiar de plantilla del blog???

Anónimo dijo...

A ver, Dood. Yo lo que quiero, básicamente, es saber cambiar la imagen del principio (es decir, sustituir el panel azul de UnaExcusa por otra imagen, la que me dé la gana) y cambiar la fecha de los post al estilo www.escolar.net. Pero, en lugar de en rojo, en azul o en lila...
Y no sé cómo se hace. Porque lo demás, las nubes de etiquetas, etc. lo quiero mantener tal cual.

Anónimo dijo...

Lo d ela imagen de cabecera es fácil, basta con toquitear un poco. Lo otro, si es que te refieres a que se muestre la fecha como si fuera un calendario de los que se pasan página día a día, es más complicado, más que nada porque hay que enredar mucho en la hoja de estilos y tampoco sé si la programación de Blogger lo permite. No he visto ninguna plantilla Blogger con ese estilo de fecha, aunque digo yo que se podrá hacer.

:P

Anónimo dijo...

¿Y cómo se hace lo de la imagen de cabecera? ¿Dónde toqueteo? La última vez que quise toquetear, me cargué la plantilla y tuve que volver a buscar por internet todo lo que había metido antes... Anda, anda, sé buena...
Beso.

Anónimo dijo...

Pero si ya te dije en DXC que te ayudaba en lo que quisieras. Mándame un correo con la plantilla completa (con artilugios expandidos) y te lo cuento, que aún no me he convertido en Shrek. Lo de la fecha podría estudiarse, aunque tendría que indagar algo más para hacerlo, la verdad.

;)

Anónimo dijo...

Ya te lo he mandado. Confío en ti y en tus magnos conocimientos de HTML...

Anónimo dijo...

Ay qué rabia...

Anónimo dijo...

Miopes en la niebla (http://www.absurdistan.eu)

Esto hacen...un total de dos botones. Cuando no te interese, avisa por favor.

Saludos

Anónimo dijo...

Me interesan los botones. Pero lo que me interesa más es saber quién eres...

Anónimo dijo...

Unaexcusa

Me alegra que te interesen los botones.
En cuanto al otro comentario...cada cosa en su momento, si no te importa.
Si te interesa otro botón, por favor, dímelo. Me gusta disfrutar de la hospitalidad de los demás, pero no ser un intruso.

Ahora voy a leer tus últimas entradas, al menos hoy, no voy a desperdiciar tus obsequios.

Feliz semana

Anónimo dijo...

Lo dejo estar. El juego de los anónimos y de averigua quién soy no me ha gustado nunca.

Anónimo dijo...

No se trata de averiguar quién soy. Y en todo caso, ¿en qué consiste eso, en decir un Nick, alguna otra referencia virtual, o te interesa la persona real?

No te he dicho quién soy, porque creo que no es lo importante. Y si eso es lo que condiciona el prisma con que miras "los botones", o el hecho en sí de que te interesen, soy yo quién lo deja estar, porque entonces estoy predicando en el desierto.

En cualquier caso, un proverbio chino me sugiere la siguiente pregunta, ¿por qué quieres saber eso?

Anónimo dijo...

Me dijiste que mirara a mi alrededor y alrededor no hay ningún padre que reivindique la custodia compartida (a mi alrededor hay pocos padres, cierto: sólo uno, felizmente casado).
No contrapongo la virtualidad y la realidad. Detrás de un nick siempre hay una persona real. Es una perogrullada como otra cualquiera.
La respuesta a tu pregunta es "porque no me gustan los anónimos". Me da la sensación de que alguien ejerce sobre mí un poder que yo no le he dado y que juega y que hace y que deshace a su antojo.
Por eso era.
Por cierto, me harté de reír con lo del Absurdistán. Absurdo, verdaderamente. O lo sería, si no fuera tan cabreante.

Anónimo dijo...

Hija,no entendí nada. ¿A quién viste por primera vez en Melilla? ¿Al periodista que colaron? Toy espesa a más no poder.
Ah, y no es por joder, pero la bellota me la viste en un llavero, que tampoco soy tan patriotera yo, entre otras cosas porque tendría que dividirme entre la patria de mis padres (la tuya) y la mía y, claro, pos muy mal ;P
Y me jode que no hayas disfrutado de la obra hasta que no pagaras, porque, efectivamente, los periodistas de fuera siempre parezcan mejor que los de 'a diario'. ¡Cuántas discusiones con jefes capullos por eso!
Ah, y por si te consuela, yo tampoco veo muy bien de noche, aunque voy mejorando, porque si no no podría ni conducir ni nada.