Me fascina el yo. No voy a hacer ningún tratado filosófico, porque creo que tiene que ver más con una actitud cotilla ante la vida. Cotilla o curiosa, tanto da. O que, como decía Soledad Puértolas, el escritor escribe porque le gustaría apresar las vidas ajenas y, como no puede hacerlo, se inventa personajes.
No sé si tendrá algo que ver con escribir, porque yo no escribo historias, pero sí me pregunto sobre las vidas ajenas. Eso tiene un punto de suficiencia, de creerse un demiurgo y hasta de pensar que tú eres mejor. Es un alivio y te protege de la envidia. O será que yo siempre me fijo en los mismos: chavalines que arrastran las palabras, señoras mayores con la mirada cansada, hombres que no saben expresar lo que sienten salvo con la frialdad o con la ira, jóvenes con tacones de 15 centímetros. No me parece que sean felices, ni que lean un libro, ni que tengan amigos que merezcan el nombre.
De vez en cuando la cordura regresa, claro. Y sé que ellos deben de pensar lo mismo de mí.
Un viaje por el mundo real de Stephen King
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El mundo de Stephen King está en su mente pero se pude tocar. Las novelas
del escritor norteamericano nos trasladan a lugares terroríficos y
fantásticos ...
Hace 5 días
7 comentaron:
Mira, esa afición también la compartimos: flipar con las vidas de muchos congéneres.
Sin enjuiciar a nadie, eso sí, pero me pregunto a menudo si cada cual aprovecha realmente el único cartucho que a cada uno se nos ha dado.
Saludines.
Te fascinan los "tú" y los comparas con el "yo" y te gustas.
Señal, por cierto, de una envidiable salud mental, una autoestima bien construida y un espíritu curioso (joé, es que eso de "cotilla" me jode, por las partes que me tocas, que yo también miro mucho).
Hoy he tenido yo una buena sesión de "eso" que pienso consignar en breve, porque me ha hecho pensar.
Un beso!!
Y mil perdones, no vengo nunca, esto del GReader es mu malo para la cibervida social.
Muá!
Olguita qué bonita la nueva cara de tu blog!por cierto, a propósito de vidas ajenas, me encanta cómo escribes, tengo envidia insana (la otra no existe...)
Es curioso que hasta cuando hablas del YO se inmiscuya el TÚ.
También a mi me gusta fijarme en la gente que me rodea y reflexionar y prejuzgar. Lo digo algo y claro: yo prejuzgo a la gente. Si no, ¿cómo saber a quién acercarte y a quién no?
Hija, como si lo hubiera escrito yo. Palabra por palabra.
Sí, a mí también me gusta observar a la gente, el nuevo aspecto de tu blog y Enrique Flores. No vive en Mérida pero sí es de aquí, viene de vez en cuando. Un besito, que hace demasiado que no te veo!
Manolo, yo creo que muchos flipamos con las vidas de muchos congéneres. Yo lo que me pregunto es cómo han llegado a ser así, algunos. A veces pienso que no tienen culpa. Y otras que lo que a unos nos hace de determinada manera (unos cuantos libros, unos cuantos discos, unas cuantas películas) está al alcance de todos...
Tormento, ejem, sí. Sí, sí, sí que me gusto. Eso, "sorprenderse, admirarse, es comenzar a aprender", que decían Ortega y Gasset, esos grandes filósofos. Y nosotras nos admiramos mucho.
Chesku, guapísimo, a mí me gusta cómo abrazas tú...
FLaC, es que, como dice una amiga mía, soy una egocéntrica de mierda... Yo también prejuzgo, qué coño: con prejuicios y estereotipos nos movemos todos. Eso sí: intento que no me cieguen mucho...
Sunztu, si es que te voy cogiendo el punto...
Palmiralis, pero tú eres mucho más observadora que yo... La semana que viene ya nos vemos fijo. Que esto de trabajar tanto no puede ser.
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