viernes, 25 de febrero de 2011

Pupe

Esta capacidad para liarse la manta a la cabeza, para replantearse su vida y para pensar, para resurgir de las cenizas, para decidir, para abandonarse, para que le importen una mierda todas las convenciones sociales y lo que debería ser y lo establecido, para desear, para volver al punto de partida, para empezar de cero.

Nos veo en el coche, cantando a Pasión Vega a voz en cuello, la mirada brillante, la sonrisa de medio lado, su seguridad, su forma apabullante de superarlo todo.

A mí esta mujer siempre va a sorprenderme.

Cada vez que la veo acabo convencida de que debí de hacer algo grandioso en mi vida anterior.