jueves, 8 de noviembre de 2007

Miedo escénico

No soy mitómana. No tengo especial interés en entrevistar a nadie: si acaso por escuchar a algunos. Tampoco me atrae conocer a ningún famoso. Cuando acaba una conferencia, me levanto y me voy, mientras los demás hacen cola para firmar un libro o dar las gracias -le sigo desde siempre, no estoy de acuerdo con lo que ha dicho antes-. Me da vergüenza acercarme a la gente que no conozco. No se me ocurrirían preguntas ni para los escritores de los que he leído casi todo. Luego funciona, ya lo he dicho, cuando se apaga la grabadora y no me tengo que preocupar de parecer inteligente ni medio culta ni tampoco de que quien está enfrente no piense que está perdiendo el tiempo. Y de vez en cuando funciona muy bien y me quedo un par de horas con Alicia Hermida o con Pau Miró y me enamoro y suelo gustar y todo eso, pero me supone un esfuerzo sobrehumano.

No sé cómo hacerlo porque además es siempre lo mismo: cuál es el argumento de la novela, de qué trata la obra, qué problemas ha encontrado usted, por qué eligió este texto, qué se van a encontrar los espectadores, véndame su trabajo. Véndame su trabajo, véndeme la noticia y yo, perdón, no soy comercial. No podría convencer a nadie de la bondad de nada, porque para eso tendrías que ser yo y quizá a ti Dickens te parezca un coñazo o no te guste la poesía.

Quién carajo me mandaría a mí pedir llevar Cultura.

Imagen de Gebauer.

12 comentaron:

Anónimo dijo...

Si no tuviéramos la manía de mitificar a la gente que consideramos única por algo (y no lo son, nunca lo son), no tendríamos los problemas que tenemos para hablar como personas normales con todo el mundo.

Ahhh, para no perder la tradición:

Good morning!

De, claro está: Singin' in the Rain

Anónimo dijo...

Sí, nunca lo son. Pero yo tengo delante a Mishima o Katharine Hepburn y les tengo que hacer una entrevista y me muero del pánico.
Lo bueno es que casi sólo me gusta la gente que está muerta.

Anónimo dijo...

Nos ha jodío, te entra el pánico como a todos. Pero de eso no tiene nadie la culpa más que nosotros, por hacerles un mito. Eso sí, yo soy muy mitómana y soy al primera en idolatrar y sentirme como un trapo al compararme. Así que no estás sola.

:D

Lo de la gente muerta también se me cumple a mí, lo comenté por algún sitio en mi blog xD.

Anónimo dijo...

Y con las cosas que se te ocurren creo que serías una buena entrevistadora hehehe

Anónimo dijo...

Te mandaría pedir cultura el hecho de que sabes que política es también 'véndame usted su producto', pero, encima, el producto es peor y ni te gusta.
Te mandaría que, en el fondo, disfrutas porque, como dices, al apagar la grabadora puedes robar pequeños momentos que realmente se disfrutan.
Te mandaría que tienes mucha suerte, que ya quisiera yo ;P

Anónimo dijo...

¡Ay, moza! Una pena que cultura y comercio estén tan unidos en estos tiempos. Bueno, en realidad siempre lo han estado. Tú disfruta de llevar Cultura, que te va como anillo al dedo. De hecho, que haya personas como tú encargadas de estas cuestiones me tranquiliza. Mucho.

Anónimo dijo...

La cultura es comercio y se comercia con la cultura y se come de la cultura. Comercio y comer son casi iguales. Pero también están los que dan sin pedir nada a cambio. Y no sé por qué les llaman contraculturales.

Conocer a los mitos sólo vale para una cosa: Llevarse chascos. Sé de quién amaba con locura a un catautor cubano y en el trato directo descubrió a un infame machista. Prefieron no saber nada de mis autores preferidos. Me conformo con sus obras.

Anónimo dijo...

Quién habló de convencer... Quizá sólo se trata de transmitir. Y para eso, el silencio es un complemento cómplice... perfecto.

Anónimo dijo...

Digamos que siento una envidia parcial.

El mundo de la cultura se me cayó al suelo, perdió romanticismo y ya sólo compro libros y los leo en casa, calladita.

Demasiado mercantilismo... como en todo, claro.

Suerte y paciencia :)
Un beso.

Anónimo dijo...

Sagutxo, no me entra el pánico por mitómana, que no lo soy (depende de con quién, pero a mis mitos no les voy a entrevistar nunca: están casi todos muertos y los que no están muertos no van a venir a Extremadura a que los entreviste yo: eso que me ahorro). Me entra el pánico porque no me gustan las entrevistas.

Mrs G, te aseguro que no: a mí las cosas inteligentes se me ocurren dos horas más tarde.

Arwen, pues me mandó, sinceramente, que a mí el género que más me gusta es el reportaje y que el resto de las áreas, salvo educación y políticas sociales, me interesan más bien poco.

Suntzu, gracias. Espero que mi jefe piense lo mismo que tú :P

Puntos de vista, no me refiero tanto al comercio con la cultura sino al comercio con las noticias: ese tener que decir que una obra que no has visto es buenísima para animar a la gente a que vaya a verla, por ejemplo. Y claro que hay que animarlos, porque generalmente sólo están un día. Así que por si acaso... La historia del cantante cubano me la sé. No sé si será el mismo, que supongo que sí, pero una amiga mía me dijo, de un cantante cubano: "El poeta no es el hombre". Yo también prefiero no saber nada de quien me gusta. El problema es que intentan convencerme de que a todos les interesa escuchar una entrevista con según qué actriz, qué director de teatro, qué escritor. Y yo siempre pienso: pa qué.

AK, me temo que en radio, el silencio significa sólo una cosa: "se ha ido la señal".

Un Árbol, yo casi ni he empezado y ya estoy harta de estrellitas. Sí que voy a tener paciencia, sí. En la vida privada, hago como tú: comprar libros y leerlos en casita. En la pública, tengo que hacer las otras cosas. Un beso.

Anónimo dijo...

No, mujer, si no te digo que seas mitómana, sino que la sociedad mitómana nos inculca que ciertas personas famosas son mejores que nosotros o que podemos quedar en ridículo frnete a ellas porque se les da así como un halo de perfección.

Y algo tendrá que ver lo de la mitomanía. Seguro que si tuvieras que hacerme una entrevista a mí no te entraría el pánico. La razón: que me ves como igual, no desde abajo. :P

Anónimo dijo...

Pues quizá tengas razón, Doodd. O creo que lo que me pasa a mí es inseguridad: una cosa así como: "Diso, se va a pensar que soy tonta".