jueves, 1 de noviembre de 2007

Eso se aprende

A ser una señorita, a no hablar de sexo, a sentarse bien, a no mostrarte demasiado despierta, ni demasiado inteligente, ni demasiado activa. Luego se aprende a no nombrar la palabra "feminista", que tiene mala prensa y de la que no es bueno parecer sospechosa. Nadie lo enseña. Nadie te dice que la mujer es inferior, absolutamente nadie, porque no hace falta decirlo. El presidente de un partido político te llamará "bonita"; el taxista te dirá "chiqui"; algunos te preguntarán si eres señorita o señora y, si trabajas con un hombre, le mirarán a él. De eso se dan cuenta pocas y casi ninguno: del ninguneo, la ignorancia y la invisibilidad a la que has de hacer frente porque naciste con el sexo equivocado.

Alguna hay a quien le gusta. No sé por qué. Para mí, y a pesar de las ventajas del mundo occidental, es como querer ser judío en la Alemania nazi.

(La imagen es de Charlotte Perkins-Gilman. Podría haber sido de cualquier otra, pero esta mujer me cae bien: eso sí, en ninguna librería he encontrado "El papel de pared amarillo").

24 comentaron:

Anónimo dijo...

Es una de las cosas que más me gustan del sitio en donde vivo. Aquí lo que manda es el matriarcado. Las mujeres mandan en las casas, pero también en las tiendas, en sociedades o, cada vez más, en puestos de directivos. SIn ir más lejos, en la empresa en la que yo trabajo, todas las jefas son mujeres xDD

Por lo demás, aquí la mujer siempre ha tenido bastante poder y autoridad, por estructura social. Y además me gusta porque no es un poder ficticio o de cara a la galería.

Con esto no digo que no haya machismo, que lo hay, simplemente que hay un poder de la mujer más marcado y más grade (que tampoco sé si está bien porque las mujeres de por aquí son más brutas que un arao)

:D

Anónimo dijo...

Umm... antes me enfadaba pero cada vez soy más pasota para estas cosas, si alguien no es capaz de verme como más que una "churri" es eso lo que le ofreceré: pestañeos, mohines y manipulación máxima (generalmente, cuanto más ancestral, más fácil de engañar: no esperan una estrategia inteligente viniendo de una mujer). Viene a ser algo así como "si no puedes con el enemigo, únete a él"

Besitos...

Anónimo dijo...

Sarm, seguro que me esperabas por esta entrada.

Yo es que soy una "descastá" y el glamour siempre me ha resbalado un poco por encima. Así y todo, hay quien dice que con un simple vaquero y una camiseta de licra estoy arrebatadora ;)

Creo que nunca he deseado ser un hombre (sí tener sus mismos derechos). ¡Hay cada acémila por ahí del sexo masculino, que enseguida se te quitan las ganas de ser hombre! Claro, también hay otros hombres que... no es que desees ser ellos, sino, quizá, conocer un poco más íntimamente la naturaleza de ese "je ne sais quoi" que ejerce tanta atracción sobre ti (o toi). Pero, quizá, para abordar en profundidad esa investigación, no esté tan mal lo de ser mujer.

No querer enclaustrarse en las convenciones machistas, no significa haber nacido con el sexo equivocado, sino no querer vivir así tu condición sexual. ¿De ser un hombre, habrías querido ser un hombre del tipo que describes? Estoy segurísima de que no.


¿Os imagináis, ser el taxista suduroso que escucha a todo volumen a FJL, acaba de fumarse un puro apestoso dentro del taxi y te llama "chati"?

No. A mí me gusta ser mujer. A pesar de los pesares, me siento fuerte, me siento preparada, me siento inteligente, me siento honesta, me siento limpia, me siento querible, me siento deseable y me siento a gusto siendo mujer.

¿Es difícil lo de ser mujer sin ser un florero o sin hacerse añicos? Hombre, fácil, fácil no es. Pero tampoco es fácil ser "persona", y eso es una labor casi igual de cruda para ellos que para nosotras.

Además, claro, está esa discriminación de género, difusa, que no se dirige particularmente a tí, pero que te afecta porque entras en la categoría de las discriminables, y que es la causante de lo que se ha dado en llamar "el techo de cristal", la selección de cuadros y mandos para que, ¡oh, misterio!, en la cúspide de la pirámide sólo queden algunas, muy poquitas, mujeres. Pero ese es otro cantar y algun@s niegan la mayor.



Lo que no voy a hacer es jugar con sus cartas marcadas. ¿Que me dicen chati? Pues contesto o no contesto, según me convenga a mí, según como tenga el día, según como tenga el alma. ¿Que cuando trabajamos mira a nuestro compañero varón, en lugar de mirarnos a nosotras? Haz tu trabajo, que ya se dará cuenta de quién es quién a medida que lo realizas. A lo mejor finge no enterarse, y contesta tus preguntas mirando al otro. Pero seguro que en su interior es consciente del ridículo tan espantoso que está haciendo, y se siente mortificado.


Asertividad, Sarmale. Siempre asertividad. Eres tú. ¡Casi nada! Y vas por tu camino. El tuyo. No por el de otro, en plan vicario.


Y, Doodd... Sé que es algo que se dice a veces, lo del matriarcado vasco... La importancia de la mujer en la estructura familiar o en el pequeño comercio, etc. Pero una característica fundamental del matriarcado es que la filiación y la herencia se transmitan por vía femenina, y en eso el País Vasco es, como todos los demás, un patriarcado como la copa de un pino...

Tamaruca, ¡femme fatale! :) Rendiditos a tus plantas...

Besos

Tuppence

Anónimo dijo...

Hasta yo te esperaba en esa entrada, Tupp ;)

Tienes razón en lo que me dices de la herencia, por eso puse que sí hay machismo, pero por lo menos queda algo más diluido o no se desprecia tanto a la mujer.

Yo tengo la suerte de que en mi puesto de trabajo se mira a quien manda, sea mujer u hombre o, por el contrario, se mira a quien se le debe escuchar en ese momento. Y en la oficina las féminas ganamos por goleada (y somos más de 100 trabajadores), así que como para meterse con nosotras. :D

Eso sí, me llama alguien "chati" (o "chiqui", "churri", "nena", etc.) y le pido, educadamente, que no lo vuelva a hacer. Es algo que me revienta, entre otras cosas, porque aquí no es nada común hablar a las mujeres con diminutivos. :P

Con lo del taxista me has matado. Argggggg.Yo creo que aquí ningún taxista se atreve a llevar a FJL en la radio. ¿Será por eso que todos van con la Kiss o con Cadena 100? xDDD

Y, bueno, me retiro de la conversación, que ya sabéis que en estos temas nunca me expreso bien y siempre salgo perdiendo ;)

Anónimo dijo...

Doodd o Sagutxo, cada vez más se ve, sí. Pero lo que no me puedo creer es que estemos en el siglo XXI, en pleno año 2007, hablando de mujeres que son considerada úteros para mano de obra, de que sean las más pobres entre las pobres, etc. etc. etc. No es primer mundo todo lo que reduce: de hecho, somos una gotita en el universo, por más que veamos el mundo desde nuestro etnocentrismo maravilloso...


Tam, yo antes me cabreaba, luego dejé de educar, luego volví a cabrearme y ahora ya el tema me cansa. Sobre todo cuando me lo encuentro en la vida diaria en absolutamente todos los momentos. Cosas que pasan porque eres mujer, por ninguna otra razón. Y al final acabas pensando: y yo qué culpa tengo...

Tupp, sí que te esperaba. Supongo que depende de lo que seas. Yo no quiero ser hombre: querría ser hombre, es distinto. Quiero decir, no soy transexual (que sería ya un problema bastante gordo). Pero mantengo, porque lo veo a diario, que es más fácil para ellos todo. Todo, absolutamente todo. Yo con un vaquero y una camiseta de lycra parezco un morcón y no arrebato nada. Puedo sentirme fuerte, pero es una fortaleza que te echan en cara porque tienes que ser débil para que el macho te pueda proteger. Puedo sentirme inteligente (en fin. Hoy me siento la persona más inútil del mundo: he suspendido, porque he suspendido yo, a lo bestia, con todas las de la Ley, el carnet de conducir por cuarta vez. ¿Qué ha pasado en esta ocasión? Pues lo de las tres anteriores, que soy una puta inútil). No me siento preparada, más bien soy una inculta; sí me siento honesta (aunque soy incoherente en mil ocasiones). Lo que no me siento es deseable, porque no lo soy.

Así que, hija, con estos mimbres, qué quieres que te diga. Entre ser un taxista escuchando a Federico y ser yo, me quedo como estoy. Pero entre ser Shakespeare y ser yo...

Doodd, no te retires de la charla. Siempre es más rica cuando tú estás.

Anónimo dijo...

Lamentablemente el conjunto de los varones está plagado de gente indeseable y que me da asco. De hecho conozco pocos varones que merezcan la pena y que no sean asquerosos machistas.

La palabra "feminista" es la más injustamente tratada de las últimas décadas. Para muchas personas (también para muchas mujeres) es sinónimo de persona que odia a los varones y que quiere una sociedad antagónica a la machista (Es lo que llamamos "hembrismo"). Yo que estudié rodeado de mujeres, que trabajo con jefas y rodeado de mujeres, que tengo la suerte de que mi madre no sea machista y me haya educado para no serlo, puedo decir que SIGUE TENIENDO SENTIDO SER FEMINISTA, hasta que se acabe con la estulticia que cree que lo más importante del ser humano está entre las piernas.

La lucha por la igualdad tienen muchos frentes: el del taxista que dice "churri" quizá sea el menos importante. Hay otros fundamentales: La igualdad efectiva, el aprecio al trabajo realizado, la compensación, la división de las tareas en el hogar y cuidado de los hijos, etc.

Todo cambiará. Hoy sale en EL PAÍS un reportaje sobre fracaso escolar y el escalón entre varones /mujeres se hará inmenso de aquí a poco tiempo (Y EN FAVOR DE LA MUJER). Lo malo es que tendrá sus problemas, porque las parejas de aquí a 10 años serán en un 80% de mujeres con más formación que los hombres y no sé si éstos están preparándose para aceptarlo. De momento cuidan más sus músculos que su intelecto.

Anónimo dijo...

Puntos de vista, escribimos a la vez. Luego te respondo.

Anónimo dijo...

La discriminación de género, y temo que la de cualquier tipo, esta presente en todos nosotros en mayor o menor medida. Aún siendo consciente de la injusticia, de la profunda estupidez que encierran ese tipo de conductas, terminas cayendo en ellas de manera inconsciente (en el mejor de los casos). El machista acérrimo y recalcitrante es un arcaísmo que tarde o temprano acabará por extinguirse (espero); lo preocupante es ver como mucha gente con cierta formación y un discurso progre, en lugar de disculparse, niega y hasta se siente ofendido cuando le señalas alguna actitud de este tipo.

Durante mucho tiempo pensé que el techo de cristal era una consecuencia de las trabas que se pone a las mujeres en los periodos de formación educativa y profesional y que les impiden capacitarse en igualdad de condiciones, pero luego de haber sido testigo de un episodio de discriminación laboral tan absurdo que aún me cuesta creerlo, no dudo de que esa evidencia de discriminación se deba también a simple estupidez.

La respuesta de Tuppence se cuenta entre lo más justo e inteligente que he leído sobre el tema.

UnaExcusa, ¿De verdad quisieras ser Shakespeare, o te gustaría poder escribir Macbeth?.

Anónimo dijo...

No, Sarm. Me refería a que, como asumamos como propios los valores que nos quieren inculcar, estamos arregladas.

En la entrada original hablabas de los judios. Pues eso, que si los judíos asumen como concepto de belleza el de la raza aria, no ya transexuales, transgénicos tendrían que hacerse para cumplir las expectativas. Algo del estilo de Michael Jackson, pero en semita.

Tuppence

Anónimo dijo...

Ays, has tocado un tema espinoso. Porque no sé si le tengo más tirria a un machismo exarcebado que a un feminismo mal entendido. Y es que en Andalucía a alguna lumbrera se le ha ocurrido un plan de Coeducación, que en principio está bien (yo intento ser todo lo coeducativo que soy capaz), ya que consiste en educar sin diferencias de sexo en todos los aspectos de la vida.
Hasta ahí vamos bien, pero ahora resulta que hay que decir siempre "niños y niñas" o "alumnado" (o "muchachada" no te jode); porque si yo en clase digo: "callaos niños" las niñas se plantearán si ese genérico las incluye a ellas o no [????????].
Consiste también en que si no hay mujeres suficientes que destaquen en pintura, en lugar de estudiar a los artistas se estudie la artesanía que está hecha a partes iguales por hombres y mujeres.
Consiste también en plantear textos como (y esto es un ejemplo real de la conferencia del último miércoles): "Saberes de las mujeres" en el que se habla de tener lleno el frigorífico o saber que gel no irrita la piel de tu hijo.

Me niego a perpetuar roles, me niego a igualar por abajo, pero sobre todo, por sensibilidad de mi formación, me niego a pegarle patadas al idioma de forma consciente.
Me niego, me niego y me niego a marcar más la diferencia entre sexos en lugar de intentar borrarlas.

No os confundáis, la coeducación (un paso más en la educación no sexista) tiene muchos puntos positivos, pero también tiene mucho gilipollas, borrego, fanático y sectario que va a hacer mucho daño, y si no al tiempo.

Anónimo dijo...

Puntos de vista, el machismo se interioriza. Yo tengo comportamientos machistas: me sorprendí, hace unos años, tratando con mucha más ternura a la hija de un amigo (cuatro años) que a su hijo de seis meses. Hace poco, una madre con una niña de ocho meses, fue a una juguetería a comprarle una muñeca a su hija "para que ya vaya poniendo pañales y eso". "PARA QUE YA VAYA": palabras textuales. Yo también soy indeseable: ella también lo es. Supongo que no podemos sustraernos a esta cultura medio árabe, medio cristiana, medio judía, machistas todas ellas, con la que nos graban a fuego desde que nacemos, por debajo. Desde las corrientes subterráneas.

Sobre la palabra "feminista", el otro día leí un post de un escritor extremeño con blog que decía: "Juro por ese dios que no me tengo por feminista ni recalcitrante", que fue por quien comencé a escribir este texto. Sí, a mí también me lo han preguntado, muchas veces: "No serás feminista o lesbiana, ¿verdad?" y ahí estás tú, hablando del movimiento histórico y Seneca Falls y luego piensas: para qué. Qué más dará, si suena a algo de los sesenta que ya no tiene vigencia porque pasó hace mucho tiempo.

Y sí: el escalón se hará grande y en favor de la mujer, pero los puestos de responsabilidad, el espacio público, seguirá(n) ocupado(s) por hombres, por los siglos de los siglos amén.

Pere, claro que terminas cayendo en ellas. Ya lo he dicho arriba: el machismo se interioriza. ¿Escribir Macbeth o ser Shakespeare? No tengo talento para escribir Macbeth (ni ninguna otra cosa, en fin, que una es muy consciente de sus limitaciones). A lo que me refería con la comparación es a que no todos los hombres, menos mal, son como los taxistas que describía Tupp, ni todas las mujeres tienen paja en el cerebro en forma de moda. Y que es más cómodo ser hombre y más fácil.

FLaC, no me cuentes esas cosas, que me pongo de mala hostia. "Saberes de las mujeres": el frigorífico. Tócate los huevos.

Tupp, ¿y qué valores asumimos, sino los que se nos inculcan?

Anónimo dijo...

Es posible, pero sigo pensando que los que deberían plantearse cambiar (y no precisamente de sexo) son los que discriminan y no los que sufren la discriminación.
De todos modos admito que resulta muy cómodo ser principista cuando no tienes que padecer las consecuencias. Tal vez si fuese mujer vería las cosas desde otro lugar.

Anónimo dijo...

O no las verías siquiera. Hay muchas que no las ven y en este caso, como en tantos otros, la ceguera es una virtud.

Anónimo dijo...

Esas cegueras pueden ahorrarte algunas amarguras, es verdad, pero yo no veo virtud en ellas. Sí la veo en las que plantan cara, en las que razonan, en las que se revelan y especialmente en las que me mandan a paseo cuando me brota algún resabio inconsciente de machismo. La ceguera puede ser comodidad, pero no virtud.

Se suponía que iba a escribir sólo de vez en cuando y llevo ya cinco o seis mensajes desde ayer. En fin...

Anónimo dijo...

Eso es: que nadie pueda decir que se discrimina a las mujeres.

Se puede decir más alto pero no más claro.

Anónimo dijo...

Pere, son cómodas y te ayudan a no cogerte berrinches. Y me gusta que escribas: es decir, no me gusta que te obligues a no escribir.

Glauka, lo que me pregunto es cuándo podremos decir eso...

Anónimo dijo...

Leo este meme después de haber visto ayer una película sueca 'Cuando cae la noche' (När mörkret faller) que habla sobre eso, sobre el papel de la mujer, incluso en un país al que, al menos yo, tenía por muy civilizado.
Y siempre lo mismo, incomprensión, sumisión, proteccionismo mal entendido, mirar por encima del hombro a las mujeres, quitarle valor a lo que hacen, someterlas, someterlas, someterlas...
Y siempre pienso el miedo que damos, porque no me cabe en la cabeza otro motivo para pretender ahogar, acallar o minimizar a la mitad de la población que el pánico a mirarse a ellos mismos (los hombres) y descubrir no que no sean necesarios, sino que son tan imprescindibles o prescindibles como nosotras, que somos dos sexos que nos necesitamos (aunque sólo sea para que la especie no se extinga) y que somos valiosos por nuestras diferencias y por nuestros puntos en común.
No sé si estoy demasiado espesa...

Anónimo dijo...

Arwen, no estás espesa y sí, siempre es lo mismo: pasividad y sumisión. En todas las partes del mundo desde que el mundo es mundo. No sé si es miedo, porque no sé cómo empezó. Cuál fue el primer momento, el primer segundo... Y la verdad es que me gustaría averiguarlo.

Anónimo dijo...

Supongo que no hubo un solo punto a partir del cual surgiera el machismo, pero "Anceo en el huerto de los naranjos" de Graves podría darte una idea de como comenzó en el marco de la cultura occidental.
Creo tener por ahí el PDF (ya se que lo de leer en pantalla es una mierda, pero son solo unas 10 páginas y hasta pueden imprimirse). Nada, si te interesa leerlo y no lo consigues...

Anónimo dijo...

Mi correo está ahí mismito, donde pone "Por si acaso". Ya estás tardando :P

Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Unaexcusa, pues luego pásame el texto a mí, please.

Anónimo dijo...

Ya te lo he enviado, Arwen.

Anónimo dijo...

A mi, me gusta.
Ser mujer, vamos...porque estamos mas preparadas, somos mas seguras, triplicamos su inteligencia emocional, y copamos por nuestro buen hacer puestos de responsabilidad.

Tiene la ventaja de darte cuenta, de percibir lo que para ellos no existe, y no es que vea muertos en mis ratos de ocio, es que estoy hecha a un entorno con mucho tonto ilustrado.

Antes reivindicaba mi capacidad.

Supongo que es cuestión de edad, ahora me limito a observar, y a ser rotunda en la reacción.

Los peores, son los cincuentones, los del "me vas a enseñar tu a mi, despues de 20 años?".

Hay un extenso catalogo.
B x C

Anónimo dijo...

Viuda, creo que me lo voy a aplicar: observar y ser rotunda en la reacción. Lo de rotunda ya lo soy.