Curioso cómo algunas veces las frases oídas o dichas cambian de interlocutor.
Una frase parecida me la dijeron a mí hace un tiempo y ahora soy yo la que la dice. Es gracioso pensar que en su día no creí que se dijera con toda razón (no creí que hubiera tanta puerta cerrada) y ahora entiendo plenamente por qué me la dijeron.
Que mira tú por dónde, que dije cuando puse el programa de mano de Recuerda en mi blog que es una película muy especial para mí, aunque me resulta muy poco fina, y que me siento demasiado identificada con la protagonista.
Y es que el Maestro ya lo hizo mucho antes que nosotras porque él también tenía sus chispacillos y alguna que otra puerta cerrada.
Que está en alemán, pero para el caso... lo que importa no son tanto las palabras, aunque las pondré aquí:
"Esta edición especial de "El laberinto del complejo de culpa es de 750 copias, todas firmadas por el autor."
- Es muy tarde. - Iba a leer su libro otra vez. Me gustaría comentarlo... Nunca he comentadouna obra con el propio autor...Algunos de mis profesores escribían; pero no es lo mismo. Estoy muy nerviosa, ¿verdad? - En absoluto. - Creía que quería hablar de su libro. Me sorprende ese subterfugio... No quiero hablar de él. - Comprendo. - Es sorprendente descubrir que una no es la que creía. Yo siempre he sabido lo que pensaba... - ¿Y ahora ya no? - Es tan ridículo. Ha sido estúpido entrar aquí como una niña trastornada. - Es encantadora. - No me diga eso. Cree que he venido a escuchar esas cosas. - Sé por qué ha venido. - ¿Por qué? - Porque ha pasado algo entre nosotros. - Pero eso no pasa así, en un día. - A veces pasa en un momento. Lo sentí esta tarde. Fue como una revelación. - Rara vez ocurre. No entiendo cómo ha pasado.
Jo, sagutxo, qué bonito. Unaexcusa, a veces hay que entrar sin permiso para que el otro descubra que quería dejarte pasar. Odio tener que pedir permisos...
Justicia social
-
Me siguen resonando las palabras de un presidente sudamericano en
contra de la justicia social. No me habrían impactado tanto si no fuera
porque he ...
Se nos lleva el aire de Robe: canción a canción
-
Cada nuevo disco de Robe genera un terremoto, un movimiento tectónico de
fieles, pero también de descreídos que están a la espera de un tropiezo del
plac...
Federico, los fascistas y la luna rota
-
Mientras comíamos, hoy el telediario nos ha recordado que hace
ciento veinticinco años nació Federico. Creo que ponían voz de nana al
referirse a...
Suelta lastre
-
Pocas veces le había entendido. A lo largo de los años lo había intentado
mucho, quizás demasiadas veces, porque ahora se sentía muy perdida y con un
sab...
La leyenda de los gigantes.
-
La leyenda de los gigantes. Asfou – Fuentes de Ermila – Gruta Ifri n´Ammar
– Fuerte Arbaa Haraig- Asfou Me gustan los grandes espacios abiertos, los
lugare...
Etcétera
-
En la primera visita que he hecho este año a la Feria del Libro Antiguo y
de Ocasión de Sevilla encontré algunos libros que iba buscando y otro, que
no bu...
-
Oigo en una emisora hace unos días que dice alguna de las muchas
asociaciones de padres: "los docentes deben implicarse más, formarse más".
Esta docente an...
4 comentaron:
Curioso cómo algunas veces las frases oídas o dichas cambian de interlocutor.
Una frase parecida me la dijeron a mí hace un tiempo y ahora soy yo la que la dice. Es gracioso pensar que en su día no creí que se dijera con toda razón (no creí que hubiera tanta puerta cerrada) y ahora entiendo plenamente por qué me la dijeron.
Todos tenemos puertas cerradas. Yo pido que me dejen entrar. A veces entro sin permiso.
Mira qué gracioso, acabo de inspirarme.
Que mira tú por dónde, que dije cuando puse el programa de mano de Recuerda en mi blog que es una película muy especial para mí, aunque me resulta muy poco fina, y que me siento demasiado identificada con la protagonista.
Y es que el Maestro ya lo hizo mucho antes que nosotras porque él también tenía sus chispacillos y alguna que otra puerta cerrada.
Recuerda
Que está en alemán, pero para el caso... lo que importa no son tanto las palabras, aunque las pondré aquí:
"Esta edición especial de "El
laberinto del complejo de culpa es de 750 copias, todas
firmadas por el autor."
- Es muy tarde.
- Iba a leer su libro otra vez. Me gustaría comentarlo... Nunca he comentadouna obra con el propio autor...Algunos de mis profesores escribían; pero no es lo mismo. Estoy muy nerviosa, ¿verdad?
- En absoluto.
- Creía que quería hablar de su libro. Me sorprende ese subterfugio... No quiero hablar de él.
- Comprendo.
- Es sorprendente descubrir que una no es la que creía. Yo siempre he sabido lo que pensaba...
- ¿Y ahora ya no?
- Es tan ridículo. Ha sido estúpido entrar aquí como una niña trastornada.
- Es encantadora.
- No me diga eso. Cree que he venido a escuchar esas cosas.
- Sé por qué ha venido.
- ¿Por qué?
- Porque ha pasado algo entre nosotros.
- Pero eso no pasa así, en un día.
- A veces pasa en un momento. Lo sentí esta tarde. Fue como una revelación.
- Rara vez ocurre. No entiendo cómo ha pasado.
Jo, sagutxo, qué bonito.
Unaexcusa, a veces hay que entrar sin permiso para que el otro descubra que quería dejarte pasar.
Odio tener que pedir permisos...
Publicar un comentario