viernes, 18 de junio de 2010

José Saramago


Saramago fue, primero, una referencia a Adrián Huici, uno de los mejores maestros que he tenido jamás, en los Cuadernos de Lanzarote. Luego fue Ensayo sobre la ceguera, y mi hermano Nacho leyéndolo hasta las cinco de la mañana. Y El Evangelio según Jesucristo y Norman Mailer. Y su voz en la radio, con su cerrado acento portugués, y Luis Pastor contándome que siempre que iba a su casa, José le regalaba un libro. Y mi hermano Antonio, con toda su obra. Y un Todos los nombres sin abrir aún, El año de la muerte de Ricardo Reis, que es de Tabucchi aunque sea de Saramago. Y una crítica velada de Javier Marías que nunca entendí. Y el análisis de un cuadro. Y el descubrimiento de que siempre lloraremos porque nos harán daño y por ninguna otra razón.

Hay escritores que no son sólo palabras.
Son recuerdos.

20 comentaron:

Nodicho dijo...

De verdad que había comenzado a pensar que Saramago no iba a morirse nunca. Tengo mucha pena...

princesadehojalata dijo...

Bonito homenaje viajes. Fijate que a mi Saramago me interesaba casi más como persona que como escritor, ahí lo encuentro tan triste...
Es de esas muertes que dejan un poco huérfanos a todos.

Los viajes que no hice dijo...

Cable: yo también, cariño...

Princesa, a mí como escritor me gusta mucho. Y sí: nos dejan un poco huérfanos: Mercedes Sosa, Ángel González, José Hierro, Miles Davis, Katharine Hepburn... Gente que a mí me parecía eterna...

Nodicho dijo...

Y Mario Benedetti, me estoy quedando sin abuelos :(

Los viajes que no hice dijo...

Dios, qué insultantemente joven eres...
(Sí, jamás te perdonaré que nacieras diez años después de mí).

Nodicho dijo...

Te invito a una cerveza o las que haga falta si me perdonas :)

Carlos dijo...

Mi primer contacto con José fue con La balsa de piedra, elegí el libro por la sinopsis, no conocía al autor, y la verdad, fue amor a primera lectura...una a una fueron cayendo todas sus obras, y llegué a maldecir que empezara tan tarde en esto de la escritura...
Una primaveral mañana de sábado, recién terminado el Ensayo sobre la ceguera, en la feria del libro de Madrid le vi sentado...aun no tenía el Nobel y pasaba desapercibido para la multitud.
Me regaló 5 minutos de sabiduría hablando de nuestras impresiones sobre el libro y tengo como bien preciado Los cuadernos de Lanzarote dedicados, sé, de corazón.
Un trocito de alma se escapa con el, aunque siempre estará ahí, en la estantería, para cuando se le necesite.

capitanlio dijo...

Descanse en paz este gran escritor, ciudadano del mundo, Nacido en Portugal, Casado con Andalucia, y Adoptado en Canarias

Rocío CI dijo...

Tengo que reconocer que tan solo he leído algunos de sus artículos y entrevistas pero que despertó mi interés y lo tengo en mi lista...

¿Adrián Huici? ¡¡¡Cuántos años hace que no escuchaba ese nombre!!! me has remontado a mi época de la facultad....¿hemos estudiado en el mismo sitio????
Guardo el documento, recuerdo que era un profe brillante

besosss

Luc, Tupp and Cool dijo...

Un autor imprescindible, de una talla enorme. Profundo, su lectura sugería pensamientos que luego te rondaban horas, días, años... Coherente, de trayectoria vital tan admirable, sin trampa ni cartón. Y esa presencia suya, humilde y clarividente, que suscitaba una mezcla de respeto, empatía, ternura... Un referente.

Los viajes que no hice dijo...

Carlos, yo lo primero que leí fue El Evangelio según Jesucristo. Y me enamoré. Me faltan muchos libros suyos por leer y me queda la pena de no haberle entrevistado nunca, teniendo ocasión, porque me daba muchísimo respeto...

CapitánLío, y relacionado con Extremadura también :P

Rocío, si te dio clases Adrián Huici, seguro que estudiamos en el mismo sitio. También lo nombro por ahí, en alguno de los textos antiguos del blog...

Tupp, qué reales palabras...

Unknown dijo...

Hay tipos que tienen lucidez de pensamiento. Saramago era uno de ellos.
Parafraseando a Einstein, la estupidez humana ha ganado hoy una batalla.

Anónimo dijo...

Não direi:
Que o silêncio me sufoca e amordaça.
Calado estou, calado ficarei,
Pois que a língua que falo é de outra raça.

Palavras consumidas se acumulam,
Se represam, cisterna de águas mortas,
Ácidas mágoas em limos transformadas,
Vaza de fundo em que há raízes tortas.

Não direi:
Que nem sequer o esforço de as dizer merecem,
Palavras que não digam quanto sei
Neste retiro em que me não conhecem.

Nem só lodos se arrastam, nem só lamas,
Nem só animais bóiam, mortos, medos,
Túrgidos frutos em cachos se entrelaçam
No negro poço de onde sobem dedos.

Só direi,
Crispadamente recolhido e mudo,
Que quem se cala quando me calei
Não poderá morrer sem dizer tudo.

Anónimo dijo...

No diré:
que el silencio me sofoca y me amordaza.
Callado estoy, callado quedaré,
ya que la lengua que hablo es de otra raza.

Las palabras consumidas se acumulan,
se contienen, cisterna de aguas extinguidas,
penas ácidas en limos transformadas,
fondo vaciado con raíces torcidas.

No diré:
que ni siquiera el esfuerzo de decirlas merecen,
palabras que no digan lo que sé
en este retiro en que no me conocen.

Ni sólo lodos se arrastran, ni sólo limos,
ni sólo animales flotan, muertos, miedos,
turgentes frutos en racimos entretejidos,
en el negro pozo desde donde suben dedos.

Sólo diré,
crispadamente recogido y mudo,
que el que se calla cuando me callé
no podrá morir sin decirlo todo.

Na ilha por vezes habitada, "Provavelmente alegria", 1985

José Saramago

Los viajes que no hice dijo...

FLaC, cuánta razón, Einstein y tú.

Anónimo... Había por aquí un anónimo que me regalaba versos. No sé si serás el mismo, pero lo echaba de menos... :)

Anónimo dijo...

A mí no me gustaba Saramago: ni sus libros -de los cuales he leído cuatro o cinco- ni sus planteamientos políticos, su visión en blanco y negro de todo o su apoyo al régimen castrista hasta el año 2003. Pero sin embargo me gusta ver cómo os emocionais hablando de él y de sus palabras. Eso es lo bonito de los libros: que son como la vida misma, distinta para cada uno, o como camisetas que no a todos nos gustan ni nos sientan bien los mismos colores ni estampados.

Los viajes que no hice dijo...

Sí: es cierto. Es lo bonito de los libros. Y de los bares, diría yo. :)

Javier Castro dijo...

Gran verdad... y de los besos ya puestos, que ninguno sabe igual ni buscamos todos las mismas bocas.

À toa dijo...

Se podes olhar, vê. Se podes ver, repara.
José Saramago, O Livro dos Conselhos.

Los viajes que no hice dijo...

Javier, aunque al final todos busquemos todas las bocas...

À toa, qué bueno: Se podes ver, repara...