viernes, 18 de enero de 2008

Cuéntame un cuento...

Quiero que me cuentes un cuento antes de dormir. Que tu ombligo se confunda con mi espalda, que te arrebujes entre las sábanas y comiences a hablar despacito, hasta que yo me duerma, si es que duermo. Uno con final feliz y principio alegre, en el que se mezclen la conversación, la risa, esa intimidad que se logra a veces con un desconocido, el sentimiento de abandono que se produce cuando se le cuenta a alguien lo que nunca antes habías querido decir.

Invéntate un cuento, anda. Invéntate un cuento con mucha nieve y viajes solitarios y una pizca de pasión y de torpeza. Porque no dejamos de ser torpes nunca. Somos torpes en relaciones en las que querríamos parecer perfectos y no hacemos más que transmitir lo peor de nosotros mismos. Somos torpes en el trabajo, que a veces es una ciénaga, y en el resto de las parcelas de la vida, porque ninguna supone un remanso de paz completo. Dame un abrazo, uno fuerte, templa mis cosquillas, procura ver la manera en que te escucho, esa manía tan rara de esperarte, todo lo que no puedo decir por incapacidad y por vergüenza y el alma que se me escapó porque no creo que exista.

Cuéntame un cuento. Uno que abarque todos los yoes que eres.

Imagen de Vanesa Pérez Millón.

33 comentaron:

Anónimo dijo...

Ese cuento no existe, que lo sepas. Demasiado bonito para ser un cuento. En los cuentos Caperucita se encuentra con un lobo malo que se la quiere comer, Pinocho es de madera y le crece la nariz por mentiroso, Pulgarcito acabó en la barriga de un buey y sus padres le abandonaron en mitad del bosque,Cenicienta trabaja de fregona para sus hermanas y su madrastra, a Blancanieves la quiere matar la madrastra,...

Ahora bien... si fuera un sueño...

... Si fuera un sueño todo sería distinto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Quien pudiera, simplemente
regalarte un érase una vez
desde tan cerca
que la piel fuera
una.

Anónimo dijo...

Puede que el cuento no exista. Pero para eso se inventan, ¿no?
Me ha encantado el texto.
Como siempre.
Un beso.

Anónimo dijo...

Sí. Sería un buen cuento, UnaExcusa.

Besos...

Anónimo dijo...

Y a mí volviste a recordarme conversaciones nocturnas, abrazos bajos las sábanas, calor de cuerpo humano, susurros antes de dormir, sonrisas en la oscuridad, caricias furtivas y no tanto, sueños compartidos ahora rotos, pero, sobre todo, muchas cosas bonitas. El cuento existió. El final feliz tendré que reinventarlo.

Anónimo dijo...

Érase una vez una mujer que nevaba por fuera y ardía por dentro.

Anónimo dijo...

Joé que bonito!!!
Yo tambien quiero uno de esos!

Ombligo confundido, susurros, todos los yoes...

Pero sobre todo me quedo con una frase que me encanto: la intimidad con el desconocido, el abandono cuando cuentas lo que antes no habías querido decir.

Quiero ese cuento y QUE sea mi confidente quien me lo cuente.

Un besazo.

Anónimo dijo...

Con razón algunos no quieren conocer personalmente a las internautas. Si en la realidad fueras como en tu blog no merecería la pena morirse. Hoy no ha habido contención, pero seguiré leyendo. Hasta los pequeños comentarios casi contienen algo que merece la pena pararse a leer. Está visto que donde prima la presencia de la mujer eso funciona. Un saludo de una persona muy mayor. Arriero

Anónimo dijo...

Ya sabes que para que te cuente un cuento es necesario que lo empieces con una frase.

Anónimo dijo...

Alelo, algunos sueños son también pesadillas. Y sí, cierto: los cuentos son lo más gore que existe... Otro abrazo para ti.

fmolinero... que me has dejado sin palabras. A eso se contesta: "Cuando tú quieras". El problema es que yo no soy tan atrevida...
Suntzu, yo creo que lo más probable es que no exista. Pero bueno, siempre nos queda inventar. Esto... "les" queda inventar: que yo, imaginación, tengo la justita...

Tupp, yo creo que lo sería. Lástima que no exista, como le dijo a Suntzu.

Arwen, es que creo que no hace falta mucho para recordarte a ti últimamente según qué cosas. La cabeza viaja que da gusto, hija.

Princesa, me encanta tu microcuento. Podría ser yo, pero no nievo por fuera. Lo de arder, sí. Lo de arder me lo aplico. O se me aplica.

Ana, muchas gracias. Pídele a tu confidente que te cuente uno... y luego nos lo cuentas a nosotras.

Arriero, muchísimas gracias. Lo de la contención no lo entiendo. Pero creo que la realidad y mi blog tampoco difieren tanto. Quiero decir, que no miento. Quiero decir, que si mintiera me pondría mejor de lo que me pongo: hay por ahí cada texto que me define que... Eso sí, no hablo como escribo. Pero nadie hace eso...

Hatt, érase una vez una niña...

Anónimo dijo...

Aclararte el significado de contención, aplicado al comentario. Es igual a represión. Me explico: Hace algún tiempo que leo tu blog y desde el principio me agradó, pero como hasta en el anonimato soy apocadillo no me atrevía a decírtelo, así que me "armé" de valor, porque el relato me encantó, y decidí decir este teclado es mío. Un saludo y hasta que no me contenga otra vez. Arriero.

Anónimo dijo...

Perfecto, Arriero: muchísimas gracias otra vez y bienvenido. Y no te contengas, que reprimirse es mu malo...

Anónimo dijo...

Cuando se aprende no, Arriero

Anónimo dijo...

¡Fuera represión! -estoy sobrio a pesar de la hora-. Acabo de retrotaerme a noviembre de 2005 y me he encontrado con Alberto Cortez. Tu relato evocador. He divagado como hacía mucho que no me ocurría. Pasear por por mi pueblo no me afecta tanto. Me voy a la cama contento de haber leido a distintos sectores de esta sociedad y todos influyentes: docencia, periodismo y legalistas. Joder, teneis mas problemas y una vida interior más tica que la mía. A la par que os envidio me río con vosotros. Un saludo.

Anónimo dijo...

Tu relato mueve... Y me remueve.
Alguien una vez me contó un cuento parecido al que tú quieres, al que yo sueño, pero le faltó el final feliz... Hoy, creo que sé quien podría contármelo, y no lo hace por miedo...

Un texto precioso, niña. Lo dice todo. Ojalá encuentres a tu narrador (y yo al mío), pero creo que sólo la capacidad de sentir así ya es un regalazo!

Anónimo dijo...

Arriero, por eso lo bueno del blog son los comentarios: porque yo no soy docente ni legalista... Gracias por lo que dices.

Adela, muchas gracias. Yo encontré a mi narrador. El problema es que él no quiere narrarme a mí...

Anónimo dijo...

Si lo bueno del blog fueran las intervenciones de los visitantes, apaga y vámos. Está visto que no me explico ni para salir del paso. Tampoco lo quiero hacer ahora porque me parece que tu ego aumentaría y, posiblemente, es lo que subyace detrás de tus letras. Claudicaré y te diré que escribes muy bien y por eso estoy aquí. Veo que soy el mas prolijo de tu cortijo. ¡Ah! me alegro que tengas narrador. Si hace su cometido como un apuntador seguro que el cuento te sale bien y lo puedes transformar en una "obrita" teatral. Con nocturnidad y sin alevosía. Arriero

Anónimo dijo...

Aquí no subyace nada. Decías que habías leído intervenciones de periodistas, legalistas y docentes y yo no soy dos de esas tres cosas, así que esas intervenciones las has tenido que leer en los comentarios.

Y sí: lo bueno de un blog son los comentarios: el intercambio que se establece con gente que no conoces y a la que lees.

Anónimo dijo...

Muchachita, además de engreida eres pelín borde. Tengo amigos en los tres ámbitos que mencioné sin que tengan que ver nada con tu entorno. ¡Hasta ahí podíamos llegar!. Para saber tu sector, los que tenemos mediana inteligencia casi no necesitamos nada, ya que es bastante palmario y no te diré porqué. El intercambio es buenísimo si son personas normales. Para mí que no me apetece tener blog -pero sí leer muchos-lo mejor son los titulares de la paginita. Un saludo y menos humos. He contado hasta quince y me sale esto que ves. La rabietas son asi.Arriero

Anónimo dijo...

Arriero, siento si te molestó el comentario, pero leo y releo y no veo nada que pudiera molestar, sinceramente, salvo una explicación.

Lo que no me explico son estas palabras tuyas: "Tampoco lo quiero hacer ahora porque me parece que tu ego aumentaría y, posiblemente, es lo que subyace detrás de tus letras" ... "Muchachita, además de engreida eres pelín borde. Un saludo y menos humos".

Hasta donde yo me releo, no insulté a nadie. Ni lo llamé engreído, ni lo llamé ególatra, ni lo llamé borde, y menos aún me refería a nadie con un despectivo "muchachita".

Curioso que, en general, quienes se lanzan a un blog a insultar, se enojen tanto por un "aquí no subyace nada" con el que yo me defendía de tu acusación de engreída y ególatra.

Anónimo dijo...

Unaexcusa, te pido disculpas por lo que consideras insultos y los retiro porque no era mi intención. Mi caso es distinto al tuyo, yo no escribo bien y tengo que repetir las cosas cien veces hasta aclararlas. Lo de "muchachita" es una palabra utilizada a menudo por el que suscribe, exenta de connotaciones despectivas. Me contrarió - o no supe entender- tu comentario acerca de los docentes y juristas que intervienen en tu blog, pues yo me refería a los de otro lugar y que, dicho sea de paso, pueden ser tan buenos como los tuyos. No sé, pero barruntaba que esto podía ocurrir, pero procuraré en lo sucesivo que cuando algo no me agrade alejarme, ya que este territorio es tuyo y no de los asaltantes. Reitero mis disculpas a una "muchchita" que merece retire mis adjetivos descalificativos. Perdona. Arriero.

Anónimo dijo...

No te preocupes: yo pensé que te referías a la gente que deja comentarios: que algún legalista hay y varios docentes también.

Anónimo dijo...

Qué preciosidad.

Anónimo dijo...

Cuando quieras.

Anónimo dijo...

Gracias, Tam :)

fmolinero, me voy a ruborizar (lo he hecho ya). Pero créeme, yo no te gustaría...

Anónimo dijo...

Acha Olga, actualiza ya no???

:-)

"Los yoes que eres"... Muy interesante...

Anónimo dijo...

Jose, tienes razón: pero es que no tengo tiempo de actualizar: lo único que hago es trabajar... y leer a Dickens (y voy a dos capítulos diarios porque se me cierran los ojos a las diez y media de la noche). Creo que voy a tardar un año en acabarme el Barnaby Rudge...

Anónimo dijo...

Tú por lo menos puedes leer. Yo últimamente ni siquiera puedo ponerme a leer porque a las 10 y poco ya estoy dormida y ni dos capítulos ni nada. :P

De todas formas... ¡actualiza ya, leñe! aunque sólo sea para algo pequeñito.

Anónimo dijo...

Yo tampoco leo, pero por mis actividades deportivas... Bueno, os leo a vosotros...

Anónimo dijo...

Pues vas a tener que dejar de leer a Dickens y escribir algo... que lo que no puede ser es que se acostumbre uno a ir de blog en blog cada mañana para ver a sus amigos virtuales y llegue aquí y esté esto más abandonado que una estación de esquí en verano, por poner un ejemplo.

Hala, escribe algo... aunque sea mentira.

Anónimo dijo...

Ya, si sigo escribiendo: pero me atasco en la segunda línea porque realmente es que no tengo nada que decir...

Anónimo dijo...

Voy a romper una lanza a tu favor y a decirte que, aunque echo de menos leerte, lo hagas cuando te lo pida el cuerpo, que ya bastantes obligaciones tenemos como para tener una más... Besitos
Y que se te quite el atasco.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho...