viernes, 14 de septiembre de 2007

Otoño

Llega el otoño y llegan las lluvias. Es mi estación favorita del año, la única que saludo y me espolea. A los demás les causa la primavera el mismo efecto, pero yo renazco cuando todo muere. Hubo un tiempo en que el inicio del año lo marcaba septiembre. Luego comencé a contar las ciudades: ellas eran mis épocas. Pero siempre el otoño me revuelve, siempre lo agita todo: la luz amarilla, el ocre de los árboles, las hojas caídas a montones, el olor a tierra mojada, comenzar a abrigarse, la primera tarde en casa leyendo con la lluvia golpeando los cristales, los relámpagos tardíos, la tormenta, la niebla.

Bienvenido, otoño.

A Nerea, como siempre.

(Y sí: ya sé que aún estamos oficialmente en verano. Pero hoy llueve en muchas partes).

Imagen de Panos_r.

17 comentaron:

Anónimo dijo...

Me encanta el otoño, ya lo escribí en mi blog el año pasado y en este no me voy a repetir. Es mi estación favorita con diferencia. A estas tierras les sienta de manera espectacular, los colores en el interior, donde todo es bosque, son magníficos.

A ver si hago algunas fotos cuando todo empiece a morir, como tú dices :)

Anónimo dijo...

También es mi estación favorita. Me siento más despierta y produce en mí un estado melancolía que me sienta muy bien. Porque no va acompañada de tristeza, sino de paz.

Anónimo dijo...

Pues a mí me deprime casi siempre, la verdad. Pero me encanta el ocre de los árboles, las hojas...Me molaba verlo en el campo de San Francisco, al lado de mi casa, en Oviedo, cuando iba temprano a la biblioteca a estudiar.
El otoño me incita a la reflexión y este año no quiero reflexionar más de lo que lo he hecho este verano, así que he decidido imaginarme que es primavera de nuevo, total,el revuelto del cuerpo creo que lo sigo teniendo...

Anónimo dijo...

Pues yo tengo el alma "partía" con lo del otoño. Estéticamente, me parece precioso... según y cómo. Si pienso en un bosque de árboles caducos, que pasan del verde al amarillo, del amarillo al naranja, del naranja al ocre... (un bosque como el que sale en "Pero quién mató a Harry", por ejemplo), pues entonces me encanta. Y piensas en la lluvia, en el libro, en el gustito de empezar a echar las cortinas y sentir la casa cálida, del fuego de una chimenea, de acurrucarte por la noche bajo las primeras mantas (optativo otros acurruques y otras posiciones y preposiciones) y entonces el otoño es una gozada.

Luego vienen los días tan cortos, que parece que te quedas sin horas, como con la vida a medio gas, y ya me gusta menos.

Y que en la estepa donde vivo, el el otoño dura muy poco y con los primeros fríos los árboles se cogen una tiritera tal, que se quedan transidos, temblando. Las hojas se les amustian de golpe, y se quedan como esqueletos durante meses y meses...

Vamos, que estoy con Arwen.


Tuppence

Anónimo dijo...

Mein liebe Dame Dooddle:

A pesar de pertenecer usted a la clase ordinaria y proletaria, detalla, describe e incluso percibe, las gloriosas sensaciones del otoño a la perfección, una época mágica, en la cual el cuerpo percibe, sufre, goza el devenir de los tiempos y que éste su Herr Graf creía que solamente estaba reservada a las clases aristocráticas y mire usted por dónde parecer ser ( ¡ah, estos alocados tiempos melenudos! ) que incluso las susodichas clases ordinarias se dan cuenta de que hay más vida más allá de la época estival...

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Anónimo dijo...

Ya te vale tía. Que sí, que el otoño estéticamente es precioso y todo lo que tú quieras. Pero cuando después de 3 meses y medio que llevo de vacaciones, la llegada de la nueva estación marca la reincorporación al curro (el martes, supongo); pues que quieres que te diga: que vaya mierda de otoño (además estoy sin un duro, o sea que...).

Anónimo dijo...

Me alegra saber que no soy el único que siente el otoño del hemisferio norte como el mejor momento del año. Siempre se siente uno bicho raro. Es el tiempo en el que hacemos cambios, en el que empezamos proyectos, en el que tenemos ganas de todo (o de casi todo), no estamos quemados y tenemos ganas de arder - que no es lo mismo. El mejor trimestre de la Universidad era el primero, los mejores puesntes están a finales de año, la vida se va colocando en su sitio y encontramos los huecos para disfrutarla. Es así el otoño, aunque tenga mala rima ( o buena).

Anónimo dijo...

Me caes bien UnaExcusa... Te leo desde hace poco, pero tus reflexiones me gustan, al igual que el color y la tranquilidad de un bosque en otoño.

Saludos desde la alta Extremadura.

Anónimo dijo...

Sobre todo el color de la naturaleza: la luz, las hojas, el suelo, la tierra...

Anónimo dijo...

Doodd, ya lo leí y me encantó. Pero podrías repetirlo, otro texto para saludar a la estación más hermosa del año y para colgar las fotos... Algún día iré arriba y lo veré por mí misma.
Suntzu, ya sabía yo que esto de que te gusten las piedras tenía algo que ver con el otoño... xD. Otra cosa más en la que coincidimos.

Arwen, a mí me espolea. Es que no hay otra palabra mejor para definirlo. Me entran unas ganas infinitas de hacer cosas, disfruto, me río mucho más, me entra esta melancolía maravillosa y pacífica, como dice Suntzu, me apasiona... Te dejo la primavera, que a mí me produce lo que se llama, precisamente, astenia primaveral. Una depresión de caballo.

Tuppence, si lo miramos así, lo de los días más cortos y la vida a medio gas, sí, cierto: tiene sus inconvenientes, el otoño. Pero eso te pasa por vivir en estepas... ¿Aucurruques, posiciones, preposiciones, proposiciones? El otoño, ya lo he dicho, tiene para mí el mismo efecto que para otros la primavera...

Herr Von Galitzien, me temo que se ha equivocado de blog, porque yo no soy Dooddle, , sino Sarmale. A no ser que usted escoja blogs ajenos para comunicarse con dueños de blogs propios. Ya me gustaría a mí ser melenuda...

FLaC, no te quejes: tienes tres meses y medio de vacaciones, "sólo" eres profesor de Secundaria (una balsa de aceite, tu trabajo xD), has viajado este año más que en toda tu vida... Todas te odiamos. Por lo de viajar y las vacaciones. Y por quedarte sin dinero por habértelo gastado sabiamente. Disfruta de la estética. Es gratis. Quizá Calvin y Hobbes puedan decirte algo sobre eso...

Puntos de vista y ... nada más, supongo que somos muchos. Entre mis amigos, al menos. Una amiga mía y yo -a la que le dedico el texto- llevamos años felicitándonos por la llegada del otoño. Y sí: el primer trimestre de la Universidad era el mejor...

Anónimo, muchas gracias aunque -y es una sugerencia- estaría bien que hubiera algún elemento con el que identificarte si decides escribir más por aquí. Saludos desde la ¿baja? Extremadura...

Hatt, y el del cielo encapotado y el de las ciudades y el de los parques con las gotas de lluvia...

Anónimo dijo...

Mmmmm. bueno, ya veré si escribo algo para otoño. Como aún estamos en verano... no tengo prisa. Me queda una semana para pensármelo. Fotos sí que sacaré, que esto se pone muy bonito.

Anónimo dijo...

Y luego las cuelgas, y luego las cuelgas...

Anónimo dijo...

xDDD yo me parto contigo. Que sí, que las colgaré. A ver si consigo que alguien me lleve en coche por el interior de la provincia, por entre los valles de los ríos, entre montañas y bosques de hoja caduca o perenne, da igual, y saco algunas fotos. Prometo intentarlo.

Anónimo dijo...

Qué envidia me acabas de dar. Si alguna vez consigo sacarme el carnet del coche, yo te llevaría... Si te atreves, claro.

Anónimo dijo...

Si ya, Sarm, si ya. Si mis quejas son también una postura estética más que otra cosa.

Anónimo dijo...

Ayer estuve en el Valle y el Otoño sólo ha llegado en el calendario. Todavía está todo verde. El veranillo del membrillo creo que llaman a los calores que nos afectan por San Miguel.

El Otoño es el Valle del Jerte. Pocos lugares recogen la explosión de rojos, ocres,... como aquel lugar. Cerezos, Castaños, Robles y una gran variedad de frutales hacen que su visión en la temporada de caídas sea inigualable. Y allí, ayer, todavía mandaba el verde, para mi desgracia y la parte de mis ojos que conecta directamente con el corazón.

Anónimo dijo...

Bueno, Alelo... digo yo que podrás ir cuando el otoño haya entrado aún más.

Yo lo tengo pendiente. Cuando esperaba verlo en la Sierra de San Pedro, por primera vez, un incendio acabó con ese otoño y con el resto de los otoños del mundo. A ver si alguien me invita al Jerte xD.