Hay unos cuantos en esa lista que me encantar: mar, bosque, tierrra mojada e invierno (que yo pondría otoño porque aquí el otoño huele mucho más que el invierno). Añadiría el olor a frío y algún otro más personal.
Respecto al último, el olor de alguien es algo que me apasiona. Quizá es porque yo no tengo olor definido o muy personal, no huelo en general porque en mi piel no se quedan las fragancias ni tengo un olor particular. Por eso doy tanta importancia al olor de los demás. Un solo soplo me puede hacer recordar años de alguien. Y es taaan especial.
Yo tengo una amiga a la que le encanta mi olor. Mi olor corporal verdadero, porque casi nunca uso colonia. Y debe de saberlo, porque vivió cuatro años conmigo. Pero todos tenemos un olor particular... A ver si vas a ser como Jean-Baptiste Grenouille... (el prota de El Perfume).
Pues no sé, no he leído El Perfume. De todas maneras, digo yo que también tendré un olor, como todos, me refería a que, por naturaleza, huelo muy poco. Los olores no se me quedan, sean químicos u orgánicos. Supongo que alguien con buena pituitaria me reconocería sin problemas, pero no soy de las tipicas personas que dejan estela ni olor en la ropa, sábanas ni lo que toco. Y me jode, porque me encantaría oler y que me recordaran por mi olor.
Efectivamente todos tenemos olor propio, y tú también Dooddle, lo que pasa es que no lo percibes. Y razón de más que tengas olor propio si los artificiales no se quedan en tu piel, entonces es que el tuyo queda por encima. A mí con los olores me pasa algo curioso, me revuelven tanto o más que ciertas imágenes. Recuerdo olores tan fuertemente que no pude trabajar en un sitio porque olía como la guardería en la que me encerraron en un cuarto oscuro cuando tenía unos tres años; tuve que dejar de ir a un restaurante porque su olor a pastela me ponía literalmente enferma; hay una colonia que la lleve quien la lleve me entran ganas de seguirle...
La pastela es una comida árabe. Una pasta tipo brick, con azúcar glas y canela por encima, o sin ellas, y rellena: de pollo, de calamares con mejillones... Con especias, por supuesto. Riquísima. A Arwen le sentó un día fatal, se pegó la gran vomitona y desde entonces no la puede ni ver. A mí me encanta. Es lo que más echo de menos de Melilla.
Pues, a pesar de todo, y para demostrar que las cosas se superan, estoy dispuesta a invitarte a pastela la próxima vez que nos veamos. Aquí o allí seguro que encontramos un sitio donde nos la sirvan. Eso sí, probarla, no la pruebo, ¿eh? Que una cosa es que mi mente deje atrás determinadas cosas y otra que lo haga mi estómago. Y Dooddle, realmente está buena, era mi comida árabe preferida, pero estuve tres días en la cama, después de vomitar hasta la primera papilla, sin ni siquiera poder tragar agua porque me ponía malísima, así que, imagínate. Pero si tienes oportunidad, pruébala, es deliciosa. A mí me sentó mal por temas de la cabeza, no por la pastela en sí.
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9 comentaron:
Hay unos cuantos en esa lista que me encantar: mar, bosque, tierrra mojada e invierno (que yo pondría otoño porque aquí el otoño huele mucho más que el invierno). Añadiría el olor a frío y algún otro más personal.
Respecto al último, el olor de alguien es algo que me apasiona. Quizá es porque yo no tengo olor definido o muy personal, no huelo en general porque en mi piel no se quedan las fragancias ni tengo un olor particular. Por eso doy tanta importancia al olor de los demás. Un solo soplo me puede hacer recordar años de alguien. Y es taaan especial.
Yo tengo una amiga a la que le encanta mi olor. Mi olor corporal verdadero, porque casi nunca uso colonia. Y debe de saberlo, porque vivió cuatro años conmigo. Pero todos tenemos un olor particular... A ver si vas a ser como Jean-Baptiste Grenouille... (el prota de El Perfume).
Pues no sé, no he leído El Perfume. De todas maneras, digo yo que también tendré un olor, como todos, me refería a que, por naturaleza, huelo muy poco. Los olores no se me quedan, sean químicos u orgánicos. Supongo que alguien con buena pituitaria me reconocería sin problemas, pero no soy de las tipicas personas que dejan estela ni olor en la ropa, sábanas ni lo que toco. Y me jode, porque me encantaría oler y que me recordaran por mi olor.
Ya lo descubriré...
Efectivamente todos tenemos olor propio, y tú también Dooddle, lo que pasa es que no lo percibes. Y razón de más que tengas olor propio si los artificiales no se quedan en tu piel, entonces es que el tuyo queda por encima.
A mí con los olores me pasa algo curioso, me revuelven tanto o más que ciertas imágenes. Recuerdo olores tan fuertemente que no pude trabajar en un sitio porque olía como la guardería en la que me encerraron en un cuarto oscuro cuando tenía unos tres años; tuve que dejar de ir a un restaurante porque su olor a pastela me ponía literalmente enferma; hay una colonia que la lleve quien la lleve me entran ganas de seguirle...
Ay, la pastela... Con lo riquísima que está y lo malita que tú te pones...
¿qué es la pastela?
La pastela es una comida árabe. Una pasta tipo brick, con azúcar glas y canela por encima, o sin ellas, y rellena: de pollo, de calamares con mejillones... Con especias, por supuesto.
Riquísima.
A Arwen le sentó un día fatal, se pegó la gran vomitona y desde entonces no la puede ni ver.
A mí me encanta. Es lo que más echo de menos de Melilla.
Pues, a pesar de todo, y para demostrar que las cosas se superan, estoy dispuesta a invitarte a pastela la próxima vez que nos veamos. Aquí o allí seguro que encontramos un sitio donde nos la sirvan. Eso sí, probarla, no la pruebo, ¿eh? Que una cosa es que mi mente deje atrás determinadas cosas y otra que lo haga mi estómago.
Y Dooddle, realmente está buena, era mi comida árabe preferida, pero estuve tres días en la cama, después de vomitar hasta la primera papilla, sin ni siquiera poder tragar agua porque me ponía malísima, así que, imagínate. Pero si tienes oportunidad, pruébala, es deliciosa. A mí me sentó mal por temas de la cabeza, no por la pastela en sí.
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