sábado, 9 de junio de 2007

Antes y ahora




13 comentaron:

Anónimo dijo...

Hola Olga (soy Joaquín) me gusta que utilices uno de mis correo que te mande para ilustrar lo que ocurre ahora mismo en nuestra sociedad, es ahi de penoso pero es la realidad, bueno un beso muy grande y a ver si nos vemos que despues de la elecciones viene lo de siempre a estar dormiendose 3 años y medio y los ultimos 6 meses quererlo hacerlo todo

Anónimo dijo...

¿Tú crees? No sé, me parece que exageran...

Anónimo dijo...

Claro, Adúlter. Un chiste es, a veces, una exageración... Pero sí pasa. Recuerdo una charla de una madre y una profesora con la que yo trabajaba. La madre le decía: "Le he dicho a mi hijo que le voy a comprar la Play si aprueba, así que ya le puede usted ir aprobando, porque yo la Play, se la compro".

Anónimo dijo...

Por desgracia, no exageran. Yo tengo una tira cómica de ese mismo autor, sobre el mismo tema colgada en uno de los corchos de la sala de profesores de mi centro.

A mí vino a verme una madre... Bueno, casi mejor que hago una entrada, porque el episodio no tiene desperdicio.

Anónimo dijo...

La pena es que es real, efectivamente. Pero yo lo tomo como que la vida es un péndulo y se va de un extremo a otro, hasta que se calme en el centro...Pero a ver cuándo se para, porque en este extremo vamos de mal en peor.

Anónimo dijo...

En fin, ¿qué decir? El año pasao vino el padre de un niño (con los huevos negros) de 2º de bachillerato y lo primero que me preguntó fue que porqué le tenía manía a su hijo.

Y a un niño con 10 ceros y un 1 el padre le compró una moto por navidad. Y le dijo al tutor que como estaba castigado la moto fue su único regalo.

Anónimo dijo...

Oye, flac, díme el nombre del padre ese de la moto, que voy a ver si me adopta y me regala, no sé, un piso en la playa porque sí, porque soy muy buena...

Anónimo dijo...

Pues la verdad es que no tengo ni idea de como se llama el padre... que le vamos a hacer, ya casi ni me acuerdo del nombre del niño.

Anónimo dijo...

Cierto es que han aumentado los núcleos familiares negativos, pero quizá haya que investigar las causas antes de culpar a nadie. Sobre casos y cosas que nos han ocurrido a cada uno, son sólo eso, pinceladas personales, al igual que tú has conocido una madre tan absurda, puedo decirte otras cinco que no lo son. Todo puede ser tan circunstancial como las circunstancias de cada uno.
De todas formas ya hay bastantes trabajos encaminados a recuperar ese "prestigio" perdido por los maestros.

Anónimo dijo...

A eso llamo yo un ataque a la línea de flotación. En fin, que sí, que la culpa es nuestra por querer recuperar un "prestigio" que, según lo pones entrecomillado, expresas claramente que no merecemos.

Queda fuera de toda duda que los padres siguen haciendo piña con los maestros para que el niño tenga como referencia unas figuras con autoridad (padres y maestros). Está meridianamente claro, también, que el número de niños consentidos y que tienen todo lo que su boquita pide va en disminución...
En fin.

Anónimo dijo...

Espero que ese "prestigio" sí sea merecido, FLaC... Él es maestro también. O lo será. :P

Me resisto a pensar que todos los padres son unos irresponsables que consienten todos los caprichos. Pero también aventuro que el mercado laboral y las tropecientas mil personas preparándose las oposiciones de Secundaria, sin conocer el oficio, sin haber pensado nunca en dedicarse a la enseñanza, sin vocación ninguna y sin tener en cuenta que van a trabajar con personas y no con zapatos, a lo mejor tiene también algo que ver...

El problema es que, cuando se ataca a un profesor o ciertos profesores, parece que se está atacando a todo el cuerpo...

Anónimo dijo...

Hombre, claro, si yo este año he sustituido a una tía con muuuuuuuuuucha cara que en los dos últimos cursos habrá trabajado 3 meses en total (yéndose de vacaciones mientras estaba de baja, anticipando los días que se iba a poner mala, y sin perderse ni una sola de las fiestas de Nerja). Puntos negros hay en todos lados. Pero los padres son mucho más permisivos hoy que cuando nosotros estábamos en BUP, eso es innegable.
Además, si a un niño lo estropean sus padres es insalvable, si lo estropean los profesores no.

Anónimo dijo...

En primer lugar ya digo que ha aumentado el número de núcleos familiares negativos, lo que indica que no se hace piña, aunque haya hechas y propuestas bastantes formas de puertas abiertas en los Centros. En segundo lugar el niño no tiene nunca la culpa de pedir, es inhato en él (al menos en las edades escolares) y depende de la educación que haya recibido, y nadie es capaz de educarse solo.
Lo que pretendía decir es que, tanto maestros como profesores, al ser técnicos y estudiosos de los procesos de enseñanza-aprendizaje, deberían comenzar a replantearse seriamente qué es lo que ha cambiado en la sociedad para que esto suceda, asumir su parte de culpa (que sí que la tienen, basta leer a Francesco Tonucci, entre otros, para darse cuenta) y no asustarse ni contestar agresivamente a las críticas que se hacen a nuestro sector, pues no ayuda a clarificar la resolución del problema, y es algo prioritario, pues irá a más.