La ciudad que puede, gracias a unos pocos,
transformarse en grito, en protesta y en rabia.
La que dibuja agujeros en la realidad
y piensa que todo está por hacer y todo es posible.
La de los músicos callejeros,
los mendigos en la plaza, la depredadora, la que niega sueldos que la disfruten y techos donde guarecerse.
En su justa medida
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En algunos pueblos se conserva todavía, junto a las plazas en las que
se celebraban los mercados, un surco esculpido en la piedra de algún
capitel y...
Hace 1 día
2 comentaron:
La de la derecha eres tú?
Un besiño
No, Subli: la de la derecha no soy yo. De hecho, la conocí ese mismo día. Es del grupo de una de mis mejores amigas, que no sale en la foto...
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