Encerrado en mi torre de marfil,
la soledad del cuarto del hotel,
bajo el peso de mi propia ley perdí,
mi propia ley que es roce de tu piel.
Esperándote con ansia en plaza Francia,
la fragancia de tu rosa en mi pellejo,
que no pude borrar en cuatro días,
malditas despedidas, me están volviendo viejo.
En el ropero dejé la campera de cuero,
ahora soy un torero retirado de los ruedos.
Mi dinero me lo gasto en elegancia,
esperándote con ansia en plaza Francia.
En mi cárcel de cristal, te espero,
más allá del bien y del mal, te quiero.
Con mi tarjeta dorada no me puedo comprar nada,
el amor no se puede pagar.
Saco pecho y camino por el techo,
otra vez va a ser mejor comprarlo hecho al amor.
Andrés Calamaro
Me he acordado de ti.
Un viaje por el mundo real de Stephen King
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El mundo de Stephen King está en su mente pero se pude tocar. Las novelas
del escritor norteamericano nos trasladan a lugares terroríficos y
fantásticos ...
Hace 5 días
1 comentaron:
Vaya, hacia tiempo que no oía esta canción... La he oído literalmente en mi cabeza al leerla.
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