Cambié tacones por botas, abrazos, piropos, bailes, ron, fotografías, exuberancia, desinhibición y unas irresistibles ganas de ser, por fin y de una vez, completamente gamberra.
Historia de la corrupción
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En el colegio nos contaban los triunfos y glorias nacionales para que
sintiéramos orgullo de nuestros antepasados. Rara vez había críticas y
pocas veces...
Hace 1 semana
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