Cambié tacones por botas, abrazos, piropos, bailes, ron, fotografías, exuberancia, desinhibición y unas irresistibles ganas de ser, por fin y de una vez, completamente gamberra.
En su justa medida
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En algunos pueblos se conserva todavía, junto a las plazas en las que
se celebraban los mercados, un surco esculpido en la piedra de algún
capitel y...
Hace 1 día
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