sábado, 14 de marzo de 2009

Raquel

Dice que aprende a ser peor a ratos, aunque eso no se lo cree ni ella, que es una de las personas más buenas que conozco. En el mejor sentido de la palabra, como decía Machado. Que una cosa es ser peor y otra marcar límites y cuidar de una misma. Lleva a mi lado 18 años, lo que la convierte en la amiga más antigua que conservo y con frecuencia bromeamos con que dentro de dos décadas estaremos contándonos no sé qué cosa, o no sé cuál otra. Un día vimos a cuatro amigas de 70 años en un bar, tomando licores en vaso bajo y unas enormes copas de helado, maquilladas, quitándose la palabra de la boca, estupendísimas. Nosotras vamos a ser así. Ni siquiera creo que sea una promesa: será una realidad, aunque los licores ya no nos entren para entonces porque vamos comprobando que la edad no perdona y hace mucho que sustituimos el botellón (¡sí! ¡hicimos botellón unas cuantas veces!) por los cafés de media tarde y las tapitas de la noche.

Es cotidiana. Creo que es una de las mejores cosas que puedo decir de alguien. Que es cotidiana. Es decir, que lo mismo te echa un cable monetario para que te puedas ir a comenzar una nueva vida con un nuevo trabajo allá en África, que te acompaña a comprar ropa cuando odia ir de tiendas tanto como yo, que nos reúne en su casa y nos cocina un pescado al horno, que llama todas, absolutamente todas las semanas por teléfono (ya aprendió que yo no soporto ese aparatejo horrible) o que te manda correos para decirte que eres maravillosa y que no se te olvide nunca.

Yo creo que nunca, en estos 18 años, le he dado ni la milésima parte de lo que ella me da a mí. No es una frase hecha. Lo creo de verdad.

Pero qué carajo. Te quiero mucho, niña. Felices 33.

Imagen de MrCookie.

3 comentaron:

Xose dijo...

Menudo regalo más bonito que le has hecho. Bueno, el regalo en realidad eres tú misma. Raquel es muy muy afortunada. Un gran beso!

À toa dijo...

Me alegra que personas como Raquel formen parte de tu vida y te hagan tan feliz. Lo mereces. Un beso, guapa : )

Los viajes que no hice dijo...

Ulyanov, es un regalo bonito, pero te aseguro que la suerte la tengo yo.

Pues mira, á toa, no lo había visto así ahora, pero realmente tengo mucha suerte con la gente que forma parte de mi vida...