martes, 16 de abril de 2013

Esquel es Héctor, es María, es Cati...

Kiosco El Chucao

Esquel es Héctor, es María, es Cati, pero también es Romina y es Óscar, que son la hija y el hermano de María, una de las hijas y uno de los hermanos. Llegamos a las seis y media de la mañana, en un micro coche-cama (hay cama y semicama) en el que nos dieron de cenar una cantidad pantagruélica de comida (pollo y patatas con salsa, arroz con verduras, ensalada, carne fría, pastel de carne, flan con dulce de leche) y en el que, en el primer tramo del viaje, te morías de frío y en el siguiente, te asfixiabas. En la estación de ese pueblito que nos regaló el amanecer rosado de los Andes estaba Héctor, el hermano de Adriana, para darle un abrazo a ella y otro abrazo a mí. También estaba María, igualmente cariñosa. Cati, que es quien me falta, es la hija de Héctor y Gabriela, la hermana de Nico. Tiene 32 años. Su padre ha montado un kiosco y ahora trabaja allí. En Argentina, en el kiosco no se vende prensa: se vende todo lo imaginable, menos periódicos y revistas: chucherías, tabaco, bebidas, pañuelos de papel, cacao para los labios... Hay uno o dos en cada esquina.