martes, 5 de febrero de 2013

Península Valdés

7 de noviembre de 2012.

La Península Valdés, nos cuenta Marcos, que nos lleva del aeropuerto a Puerto Pirámides, tiene un clima semidesértico. Hay varios arbustos: uno claro se llama zampa: lo usaban los tehuelches como planta medicinal para las articulaciones y para ahuyentar a los malos espíritus. También está el quilimbay, de flor naranja, que se utilizaba para hacer señales de humo y como descongestionante. El 90 por ciento de las flores que aquí nacen son amarillas porque no hay abejas, las grandes polinizadoras, así que hay que atraer a los insectos de alguna manera. Solo hay arbustos: una extensión llana de tierra y diferentes tipos de arbustos: aquí no crecen árboles, salvo uno, en la carretera que va de Trelew a Puerto Madryn. Tiene nombre, ese árbol. Le llaman "El solito". Cuando llegamos a la Península Valdés, Adriana paga 30 pesos y yo pago 100. Estamos ya en un parque natural.

Guanaco
Aquí hay ballenas. Y un guardafaunas muy famoso que se llama Roberto, Roberto Bubas, y que es capaz de comunicarse con las orcas: les toca la armónica y las acaricia. Cuando la gente de acá cuenta su historia, parece que el tal Roberto tiene 150 años, pero es bastante joven, tiene 42. Además de orcas y ballenas, hay delfines negros y gaviotas. Entre ellas está la gaviota cocinera, que ha cambiado de comportamiento en los últimos años. Las ballenas mudan la piel y, antes, las gaviotas comían de esa piel muerta. Pero ahora se sirven directamente del envase. Picotean a las ballenas, llegan a su capa de grasa y han descubierto en ella una importante fuente de proteínas. Como también se alimentan de basura y de los excrementos de los leones marinos, cuando siguen horadando la capa de grasa, llegan hasta la carne de las ballenas y les transmiten muchas enfermedades. Por eso a Marcos no le gustan y yo decido que a mí tampoco, a pesar de mi amor confeso por las gaviotas. Hay otra especie, mucho más simpática, que es la gaviota patagónica.

Playa de Puerto Pirámides
Las orcas comen leones marinos y esta clase de orcas que hay aquí tiene un comportamiento único en el mundo porque salen del agua para cazar a los cachorros: se varan intencionalmente. Las han grabado televisiones de todo el mundo.