jueves, 17 de enero de 2013

Por qué ruge el glaciar

Lago Argentino desde la Laguna Nímez
Mis pies piden a gritos una amputación. Hemos visto el Lago Argentino, que se observa también desde el avión y al aterrizar y en el camino en bus que lleva al Parque Nacional Los Glaciares. Está a 187 metros sobre el nivel del mar y el agua es azul celeste y se vuelve dorada, se vuelve plata, se vuelve marrón, se vuelve rosa y todo a la vez, con franjas diferenciadas y lo circundan las montañas llenas de nieve, montañas y más montañas de las que pienso que podría estar mirándolas toda la vida. Tiene casi 1500 kilómetros cuadrados: yo hago una panorámica desde la Laguna Nímez. Los anoikenk lo llamaban Kelta, pero el perito Francisco Pascasio Moreno, el perito Moreno, le dio el nombre de su patria porque era inmenso como ella.





Los glaciares se han estudiado: se sabe que el avance del Perito Moreno oprime las aguas de un brazo del Lago Argentino que se llama Brazo Rico y que esto genera un desnivel de las aguas con respecto al resto del lago, que mide (el desnivel, digo) hasta 30 centímetros. La masa líquida presiona el glaciar y crea túneles de agua. Cuando el agua avanza, la bóveda se derrumba y el hielo cae. La penúltima gran ruptura, de la que venden DVDs, fue en 2008. Avanza dos metros por día: es, creo, el único glaciar que no retrocede.