jueves, 12 de mayo de 2011

Srta Bradshaw

No vive en el 66 de Perry Street, pero se está quedando en el Upper West Side. Allí, en la calle 73, hay un Alice's Tea Cup que podrá servirle, quizá, de refugio contra las tormentas. Porque va a haberlas y ella lo sabe y porque la primera llamada a casa cuando una ha decidido irse seis meses siempre resulta dura y porque no están los de siempre y...



Se dejó el alma en ese lugar hace mucho tiempo, como la dejé yo, que todavía deshojo la margarita sin comprar un billete de avión porque me dan miedo las negativas que pueda encontrarme. Se dejó el alma y fue a recogerla. Por si seguía allí, agazapada entre los árboles de Riverside Drive, en alguna de las verjas de Pomander Walk, en Central Park o en el puente de Brooklyn.

O en Times Square. Cuando llegó, le hizo una foto a esa esquina bulliciosa y escribió: "I'm at home".

Estoy en casa. Con toda la mezcla de nervios, de miedo, de expectación y de alegría.



Lo he dicho muchas veces. A ti también. Que las ciudades se llevan dentro, niña. Cuando llegué, me sorprendí a mí misma sabiendo que Nueva York me había enseñado a mirar de otra manera y que había pasado a formar parte, en 20 días, de esos lugares donde soy más yo. Como Sevilla. Como Madrid.

Volverás a pasear de noche, con calma, por el Financial District. Volverás a pasar calor, a descubrir cómo llegan el verano y el otoño, a ver la exuberancia humana de Bryant Park: lloverá y hará sol. Te desesperarás. Y será duro. Pero a mí eso no me importa, porque me importan más la valentía, el afán de búsqueda que tú sí tienes y yo perdí, las risas y los amigos que te esperan. Los que vendrán. Tu manía de comenzar una y otra y otra vez.

Ya lo sabes. Aunque el techo se te caiga a pedazos, qué bueno es estar en casa.

Ve al Legal Grounds. Que te sirvan un café y un muffin de canela. Salúdame a los niños. Y cruza el Puente de Brooklyn por mí.

Feliz cumpleaños, Bea.

1 comentaron:

Los viajes que no hice dijo...

Blogger se volvió loco y no dejó nada vivo. Pero Bea me escribió esto:

"Es increible como escibes Olga. Y no soy merecedora de un rincón de este blog.....
Pero hasta las lágrimas me han saltado. Muchísimas gracias, de corazón, por este pedazo de regalo que jamás hubiera pensado....
Un besito".