jueves, 26 de agosto de 2010

Mi viaje de despecho


La mayoría de vosotros sabe cómo surgió este viaje. Es más: algunos habéis estado recogiendo los pedazos. En septiembre, yo debería haberme ido a Alemania. A pasear a orillas del Rhin y a dispararle a la catedral de Colonia con un 18-55.

Pero me traicionaron.

Debería haberlo supuesto, de todas formas. Nunca he fraguado un plan que se cumpliera con semejante tiempo de antelación. Aun hoy, a días de irme, me dan ataques de pánico: es la historia de mi vida.

A mí el dolor no me dura mucho, quizá porque el recuerdo me dura eternamente. Después de mandar varios correos incendiarios y algún que otro mensaje muy cabrón, me acordé del encuentro con mi amiga Vane en Málaga: "Si alguna vez vas a Nueva York..." Fue una decisión muy rabiosa: yo no me quedaba sin vacaciones, me iba a pegar el viaje del siglo y la única ciudad en la que podría estar varios días -muchos- sin que se me agotara, tenía que ser una ciudad sin casco histórico. En la otra punta. Con mucha vida cultural, mucho museo y muchos bares.

La vida cultural que me interesaba no iba a ser tal porque la temporada de ópera comienza a finales de septiembre y el American Ballet Theatre anda de gira con sus zapatillas de punta por la otra orilla del país. Pero Sonny Rollins celebra en Nueva York su octogésimo cumpleaños y Twyla Tharp ha dibujado la coreografía de Come fly away. El museo de arte africano cierra por reformas hasta 2011 pero en el Guggenheim se ha programado una exposición de Kandinsky y Malevich que me va a recordar mucho a Nerea.

Vayáse lo uno por lo otro.

Desde que decidí irme, lo llamo, con mucha sorna, mi viaje de despecho.

Las ciudades se llevan dentro, pero yo no me llevo ya ningún dolor. Sí mucha curiosidad, muchas ganas y un equipo fotográfico que pesa cuatro kilos y que le debo a la generosidad de mis amigos.

También varias libretas, una buena provisión de bolígrafos y la idea de sentarme a escribir en cualquier sitio donde pongan buen café.

Prometo contarlo todo después.

La imagen está sacada de la red y no pone el autor. Una pena.

14 comentaron:

migrante dijo...

Te tomo la palabra y estaré por aquí esperando tus cuentos e imágenes para saber qué te llama tu atención de esa ciudad y así conocerte un poquito más.
Besos y buen viaje!!!.

Ana dijo...

Venga!!

A cruzar el charco con todas las ganas.

Y que nada te defraude y que vuelvas con las libretas llenas y los bolígrafos vacíos.

Ya te estamos esperando :)
Besos grandes, y a disfrutar como una loca, que te lo has currao pero bien!!
MUAS!

Unknown dijo...

Pues si quieres escribir solo donde pongan buen café... vuelves sin ná, que lo sepas.

NYC es una ciudad curiosa: yo apenas me animaba a disparar, eso sí, en los sitios en los que te animas tienes 100 ó 200 encuadres distintos. Una brutalidad.

Un consejo: ve a un musical (mejor si conoces la historia), Mary Poppins tiene un montaje espectacular, el Rey León también me han dicho que está muy bien.

Y sal de marcha por Brooklin, que es donde está toda la movida musical y eso.

Y pasea, y come pizza, y come hamburguesas. Y monta en helicóptero, son 10 minutos, es un clavo, pero es acojonante.

Y cuando vuelvas ya sabes que me debes un finde en casa, te vienes y nos contamos la experiencia NeoYorkina. Además, después de visitar Venezia he aprendido un nuevo coctel: el Spritz, te reservo uno, o un mojito, como prefieras, que también vine de Cuba con el mojito muy bien aprendido.

Los viajes que no hice dijo...

Migrante, a ver qué tal se da la cosa. Muchas gracias.

¡Tormento!: qué bien me lo he pasado esta semana, oye, contigo y con el calvo. Vendré con las libretas llenas y los bolígrafos vacíos... Y copietearé todo lo que haga falta...

FLaC, no me veo saliendo de marcha sola... ni subiéndome a un helicóptero, porque tengo una cantidad fija para gastarme al día y no me puedo pasar. Lo del café... Ay, amigo: sufrí el café canadiense, que es por el estilo... y me he hecho una guía con los mejores cafés (probados por españoles) de Nueva York, con sus baristas correspondientes. Los perseguiré y te contaré después: que haberlos, haylos.

Quiero mojito y y Spritz, por supuesto. Para qué conformarse con uno...

Anónimo dijo...

Fijo que disfrutas un montón!!! Qué te vaya genial!!! Y me lo cuentas TODO al volver ehh ;)

Un besooo

Gouel dijo...

New York New York, what a wonderfull time!

Sólo he estado en NY de paso por el aeropuerto,, pero esa ciudad tiene que ser acojonante, grande, inmensa, viva, y sobretodo descomunalmente sobrecogedora.

Y ahora me voy a buscar un diccionario para averiguar que carajo he escrito.

JR Álvaro González dijo...

Estoy deseando ya leer los post que publiques sobre Nueva York, sólo con leer esta entrada no me puedo quedar satisfecho.
En la city déjate llevar, no te obsesiones con el Madison Square Garden o la Filarmonic o tal o cual teatro de Broadway, simplemente siente el latir de esta ciudad impertinente y amada a partes iguales. Siéntate en cualquier banco de la calle con un coffee latte y observa los personajes que protagonizan la película. Y cuando aparezca alguno que te descuadre, invéntate su historia.
Seguiremos al tanto...
Un abrazo.

Los viajes que no hice dijo...

Siayerestabahoyestá, sí, sí, prometo contar todo todo.

Bueno, si se puede contar, claro :P

Gouel, creo que es a wonderful town... Al menos, así la canta mi hermano. Yo espero que no me apabulle mucho...

Álvaro, tengo crónicas y crónicas tuyas por leer y paladear... Que leerlas a carajo sacado, no me gusta. Así que ahí las tengo, marcadas como no leídas, porque sólo las he leído rápidamente y me he detenido un poco más en las fotos. Así que luego ya prometo intercambio de comentarios y de "a ver cómo trato esta y cómo trato aquella". Y delante de un café en Badajoz, of course.

Manuel Barranco dijo...

Que disfrutes,Viajes. Te lo mereces.
Y que les den...

Los viajes que no hice dijo...

¡Me llevo tu objetivo como oro en paño!

Luc, Tupp and Cool dijo...

¿Pero cómo un viaje de despecho? Este es un viaje para que los demás nos muramos de la envidia y todo los demás son ganas de disfrazarlo. A mí se me hace la boca agua, sólo de pensarlo.

Entiendo la lista de requisitos que exigías a tu lugar de destino: grande, que no se agotara en pocos días, que tuviera museos y vida cultural, pero ¿que no tuviera casco histórico? ¿Qué tienes tú contra los cascos históricos?

Que disfrutes a tope y todo te salga bien. Que hagas muchas fotografias. Que escribas. Y que dejes salir el poderío, niña.

Si tienes internet por allí, mándanos avances. Crónicas de "nuestra enviada especial en N.Y.".

Besos, guapa.

Anónimo dijo...

Lo dicho, al máximo con todo. Viaje de despecho o no que se mueran de envidia los demás.
Espero el relato a la vuelta.


Virginia

Los viajes que no hice dijo...

Nada, cariño, cómo voy a tener algo en contra de los cascos históricos. Pero el caso es que se me agotan en una semana, que yo tengo síndrome de Stendhal a las dos iglesias.

Sin casco histórico tampoco es Nueva York. Sólo que es nueva. Su centro es Manhattan entera, no un barrio más o menos grande, como pasa en el resto de las ciudades. Y tiene mucho por ver.

Los viajes que no hice dijo...

Virginia, que has debido de escribir cuando le estaba respondiendo a Tupp. Ya no es un viaje de despecho, obviamente. Pero comenzó así.