lunes, 2 de junio de 2008

Me gustaría despedirme


Me gustaría despedirme. Me gustaría aún más saber por qué, cuál es la última razón (para tener compasión hasta de las estrellas), comprender, andar un rato con tus zapatillas. Nunca he dicho adiós a nadie. Y descubro que es mejor no emborracharme, porque si me emborracho no me protejo, no soy capaz de protegerme, y me invento palabras y te escribo en la cama y no me olvido y le mando un mensaje a otro que no eres tú y que tampoco va a responder.

A él tampoco le dije adiós.


5 comentaron:

Regina dijo...

En crisis otra vez, por lo que veo. ¿Esto te libera o te mete aún más en el bucle? Es una pregunta totalmente inocente y sin maldad alguna, es pura curiosidad por estudiar los diferentes comportamientos que hay en las personas (estoy psicológica hoy).

Me refiero a aquello de la catarsis al llorar. Igual yo no soy de llorar porque una vez me libera, pero las siguientes me hunde más y me canso. Sé que estás cansada, ¿podrías estar alimentando aún más ese cansancio?

Tómate este comentario más como una reflexión personal, que por supuesto puedes responder, si quieres. Es sólo que no puedo evitar tomar tu entrada como mía.

PD: Ni una errata, ¿has visto? xDD
¿A que has sonreído? :)

Adúlter dijo...

¿Estás segura de que no te despediste?

Regina dijo...

Si habla de lo que yo creo que habla... no es lo mismo despedirse que mandar a la mierda a alguien. No es lo mismo, joder. Un "vete a la mierda, así no quiero más" noe s un adiós ni por asomo. E sun "vete a tomar por culo", que en el momento siente que no veas, pero luego pasa factura.

(Creo)

Isabel Sira dijo...

Y yo, ¿a quién le mando los puñeteros mensajes, mails, palabras escritas y ganas de mandarlo a tomar por culo y, a la vez, de volver a tenerlo cerca?
Y, Random, puede ser una espiral muy negativa. El problema es encontra la jodida salida. (Lo siento por el vocabulario, cambién las lágrimas por el cabreo).

Los viajes que no hice dijo...

Random, pues sí: otra crisis (ejem: ¿cuántas van ya? Y, sobre todo, ¿cuántas quedarán?). Escribir libera. A mí me hace verme desde fuera y tomar conciencia, de una vez, de lo absolutamente gilipollas que soy. De hecho, si releo textos míos de hace años me avergüenzo invariablemente. No por la manera en que están escritos, que a mí eso me da igual, sino por lo que dicen.

Con las lágrimas tengo una relación… digamos tormentosa. No me liberan ni son una catarsis. Si lloro, es porque no me queda más remedio. Me siento estúpida llorando, completamente estúpida. El cansancio no lo alimento. Pero sí el complejo de culpa: ése engorda que no veas.

Y sí: sonreí con lo de la errata :P

Adúlter, no. No estoy segura de nada.

Random, qué me vas a contar tú a mí de facturas… En el momento se siente, claro está. Pero yo soy de impulsos y de verdades inmutables de un segundo…

Arwen, bastante tengo con no mandar mis mensajes yo… Pasará. Espero.