jueves, 1 de mayo de 2008

1 de mayo


El mercado laboral, la dinámica empresarial, te dejará aprender mil verdades inmutables.


Una: que no importa cuánto valgas: eso no te garantiza encontrar un trabajo.

Dos: que no importa cuanto valgas: eso no te garantiza mantenerlo.

Tres: que sigue sin importar cuanto valgas: tampoco te garantiza ni el agradecimiento ni el pago por los servicios prestados.

Cuatro: que, aun cuando seas eficaz y eficiente y realices tu trabajo con unos niveles de calidad medio-altos o altos, si no sabes venderte, si no eres de los que van a los despachos mendigando, o haciendo la pelota, o lamiendo culos o pollas deliberadamente, siempre te quedarás en el último escalafón.

Quinto: que nada te privará de un acoso laboral por un quítame allá esas pajas.

Sexto: que si gritas, serás considerado un histérico y perderás toda razón, por más que la tengas.

Séptimo: que la frustración no te la salva el que, si tienes suerte, te guste tu trabajo.

Ocho: que siempre ascenderán los mismos (si uno no se lo cree, que relea el punto cuatro).

Nueve: que si no rechistas, te sacarán las tripas. Y si protestas, serás considerado un elemento subversivo.

Diez: si, además de todo esto, eres mujer, date por follada.

8 comentaron:

Regina dijo...

Cómo está el tema...

El trabajo bien, ¿no? :P

Puntos de vista y ... nada más dijo...

Hoy he escuchado, entre las 19.30 y las 19.45, un magnífico espacio radiofónico con versiones de la internacional y unos escogidos ejemplos de la lucha obrera en el celuloide. Todo culminado por mi poeta-filósofo-politólogo favorito, ese uruguayo que, cada vez que lo escuchas o lo lees, te entran ganas de ir a las barrricadas.

Enhorabuena para quien idea estos espaios y lo hace tan magnificamente bien.

Sobre los mandamientos la experiencia dice que cuando los jefes son competentes, lo mejor es hacer bien el trabajo, que ya lo apreciarán. Si los jefes son inútiles la cosa cambia: cualquier atisbo de inteligencia y eficiencia del trabajador podrá ser usado en su contra.

Pero hay que luchar.

Salud!

Kupe Karras dijo...

Mujer, Rediós, pues qué te voy a decir, que lo de que siempre ascienden los mismos es el punto más destacable, y cuando eres mujer, siempre, siempre, te van a querer quitar las bragas.

Anónimo dijo...

En España el mérito no cuenta, sólo para levantar envidias (la envidia es el defecto nacional, no es un tópico). Y el servilismo está al orden del día...qué asco; y por supuesto tener conciencia del deber da risa.

Isabel Sira dijo...

Y lo peor es que todas esas palabras amargas son verdad. A ver si logramos algo poquito a poco...

Anónimo dijo...

follada no, mi niña, follada no: JODIDA, es jodida. No, no es lo mismo. Follada es diver, mola, jodida es eso ... jodida.
;)

Estampo mi firma junta a la suya señora mía, que ha hablado usté alto y claro.

Tesa dijo...

Pues sí...
follada me hallo.

Los viajes que no hice dijo...

Sagutxo, pues a veces, como todos los trabajos. Eso sí: ya tengo fecha de finalización, no sabemos si con vuelta o no. Dentro de veinte días...

Puntos de vista, muchísimas gracias... Me quedo con la última frase de la lucha.

Kupe, pues sí. Lo de quitar las bragas, en sentido literal, no. Me acompaña mi físico, que reúne todas las condiciones para que no me las quieran quitar. Lo cual, en estas circunstancias, es una ventaja.

Anónimo, me temo que no sólo en España...

Arwen, el problema está en que no sabes cuándo ni cómo lograrlo. Creo que el mercado laboral es un monstruo fagocitador... pero sobre mis teorías sobre el mercado laboral informe ya hemos hablado mucho...

Glauka, jajaja. Sí. Follada es diver y mola. Jodida es otra cosa. Venga esa firma.

Tesa, espero que por poco tiempo... En mi sentido de la palabra. En el de Glauka, espero que no falte :P