martes, 25 de marzo de 2008

Noches solas

Dicen que el que la sigue, la consigue. Es mentira. También -eso es verdad- que las ciudades se llevan dentro, igual que las personas, y que por mucho que viajes, arrastrarás las mismas trabas que antes de irte. Puede que descubras qué hacer con ellas. O puede que regreses al mismo punto de partida, ése que te marcan la memoria, la sensación de ridiculez porque la sigues, pero sabes que no vas a lograrla nunca.

En lenguaje de adicciones, lo llamaría recaída. Una vez y otra y vuelta atrás a recomenzar. Hasta que el tiempo haga su trabajo lento, hasta que la seguridad no le deje espacio a las ganas, hasta que se difumine el punto de atención y ya no busque unas letras, no intente averiguar por qué y deje de analizar el impulso que me lleva a esperar tanto de quienes sé que van a formar parte de una historia inacabada que se romperá siempre por ese eslabón más débil que siempre seré yo. Lo llamaría recaída, pero tiene otros nombres: insistencia, locura, indignidad, sinceridad, esperanza, arrastre. Una vez soñé a un tipo de espaldas. Ahí estaba yo: de frente, como siempre. Abierta, como siempre. Expuesta, como siempre. Ya no sueño a nadie que se niega. O no lo recuerdo, que es lo mismo. El pequeño triunfo cuando no hay victoria posible. Ahora lo descubro.

Qué mal me sientan las noches solas.


14 comentaron:

Nodicho dijo...

He caído en la tentación y he abierto un blog...

Tal vez me puedas ayudar con eso de las "plantillas", los retoques, las puestas a punto y demás mantenimientos blogueros.

Supongo que me pasaré por el hilo de DXC.

Anónimo dijo...

Déjate de recaídas y disfruta, niña... te juro que si sonríes el mundo te devuelve la sonrisa :)

Esto suena a filosofía barata de la que me pega muy poco, pero basta pasar página y encontrar un mundo de... llamémoslo diversidad de fauna por descubrir.

Luc, Tupp and Cool dijo...

Pues eso mismo que dice sorrow, ViajeraHacíaTí... Nada de recaídas. Corta. No hurges...

Un hombre muy convencional y muy pagado de sí, me dijo una vez: "Dejar de fumar es muy fácil. Basta con no coger el siguiente cigarrillo". ¡Pues tenía razón, el tío! Eso lo comprendí después, cuando ya había dejado de fumar.

Dejar de esperar lo cuasi-imposible también es fácil. Basta con dejar de esperarlo.

Lo bueno, es que el mundo no se acaba cuando admite que no va a llegar aquello que esperabas. Como tampoco se acaba cuando dejas el tabaco...

Lo de "Una vez soñé con un tipo de espaldas. Ahí estaba yo: de frente,como siempre"... Te superas, guapísima.


p'alante, mocina.

:)

Nodicho dijo...

Ya lo he cambiado... (confusiones y dudas sobre qué poner)

Anónimo dijo...

Yo soy de los convencidos "que el que la sigue, la consigue". Quizás falta por determinar el tiempo que se va a tardar...pero al final... seguro que alcanzas lo que te propongas.

Posiblemente tu problema no es que seas el eslabón más débil de la cadena; creo que tropiezas con personas que no saben valorar los quilates que encierra tu persona. Me estoy refiriendo a los que intuyo después de leerte. Sólo te reprocho una cosa:cuando dices que desconectas -o algo así- si alguien te escribe con alguna falta de ortografía. Quizás existan cosas infinitamente peores...pero bueno...piensas así y yo al contrario.

Dejando disquisiciones que no me llevarán a ningún lugar, te diré que si te "sientan mal las noches sola", seguro que es porque te da la real gana. Yo siempre acompañado: o de mis recuerdos agradables o de compañía real, también agradable. He visto tu cara en recientes fotografías y tienes una cara para chuparse los dedos. Sólo he bebido agua. Arriero

Anónimo dijo...

Vaya, hago mi aparición por aquí y me encuentro un texto inspirado en Kavafis -o a mí me lo parece-. Celebro haber tenido tanto tino.

Un saludete, Olga.

Isabel Sira dijo...

Lamento que ahora me entiendas tan bien... Ánimo y que se acaben esas noches sola.

Francisco José Najarro Lanchazo dijo...

Llegará en día en el que eches de menos las noches de estar sola, asi que disfruta de ellas, que ya vendrán los días de ronquidos, malas posturas por espacio y ojeras de alba. Besos.

Kupe Karras dijo...

Buf, la soledad es muy dura, aunque no se si la peor es esa que tienes a pesar de estar acompañada.

No sé cómo animarte, es algo que es tuyo y que se aparece siempre en una cama vacía, o en un momento en que deseas que esa persona estuviese allí para compartir tu felicidad o dolor.

Me he pasado una década entre aeropuertos, países extranjeros,desengaños, secretos que no puedo compartir con nadie ya que son tremendamente dolorosos y no hablo en mi idioma mas que a un bebé que sólo puede sonreírme (por el momento)La soledad la llevo dentro por hombres, por gente a la que echo de menos, olores, sensaciones, incluso la risa no es la misma aquí que allí.

No esperes a nada, disfruta sabiendo que estás bien, que tienes éxito, un futuro, toneladas de experiencias, todo llegará, yo que sé de buena tinta que es no tener literalmente nada mas que una escúalida morada y nada para cenar(aunque te puedo decir que siempre tuve la oportunidad de ir a casa pero no lo hice), sé que todo pasa, que todo se hace mejor.

Ana dijo...

No todas son malas, te lo aseguro.

Hay noches en las que la soledad es necesaria. Noches oscuras del alma en las que no nos damos cuenta de que es en esa soledad donde nos hacemos grandes.

No te preocupes... acabarás echándolas de menos, ya te lo han dicho.

Un beso.

Unknown dijo...

Nada de recaídas ¿eh?.

Ah! Recuerda que la soledad sólo es buena cuando conseguimos sentirnos acompañados por ella.

Un beso

Los viajes que no hice dijo...

Paupablo, felicidades por tu nuevo blog. Cómo funciona… De eso aprenderás tú mismo trasteando: me gusta tu plantilla. Gracias por avisar: porque, más que tu plantilla, me gusta leerte…

Sorrow, eso dicen: que si sonríes al mundo, te devuelve la sonrisa: a mí me sonríe (espero que no deje de hacerlo). Otra cosa es que a veces haya sucesos más que mustios… Sobre la diversidad de fauna… Lo dudo, mona: yo no encuentro nunca nada de diversidad de fauna: debe de ser una imposibilidad biológica o un defecto de fabricación…

Tupp, ojalá me resultara tan fácil. O tan fácil pensar que las cosas no podían haber sido de otra manera, o que yo me podía haber comportado de otra manera (¿alguna receta contra el complejo de culpa? ¿alguna receta para dejar de esperar?)

Paupablo, ya lo vi.

Arriero, yo no creo que el que la siga la consiga. Ni de lejos. Y tampoco que me tropiece con personas que no sepan valorar los quilates que encierro (que no sé si los encierro: la verdad es que sé poco de mí misma últimamente). Y con lo de las faltas de ortografía… depende de cuáles sean: las tildes las puedo obviar. Pero que alguien me escriba dos veces “¿de dónde heres?” pues me resulta más complicado, la verdad. No he dicho que me sienten mal las noches sola. He dicho que me sientan mal las noches solaS. Hay matices que no sé muy bien cómo explicar. Pero, eso sí, si paso las noches sola (sin la S) te aseguro que no es por gusto. De lo de la cara para chuparse los dedos, sólo diré que es una suerte que las fotografías sean bidimensionales.

FLaC, ¿en Kavafis? Pues ni por asomo, oiga… Pero vamos, que te agradezco la comparación. Un beso. Y pásate más y escribe tú más en el tuyo, que te echo de menos…

Arwen, te remito a la respuesta de Arriero, por lo de las noches sola. A Najarro también, que no estaba hablando yo de dormir con alguien (y no aguantaría dormir con un tío que ronca sin asfixiarlo con la almohada: que la primera noche es genial, pero las quinientas siguientes son un suplicio). De hecho, todavía no logro entender por qué se ha institucionalizado que una pareja duerma junta… cuando es muchísimo más incómodo. Pero en fin: son esas pequeñas cosas del mundo que yo no comprendo.

Kupe, tú sí lo entendiste. Lo que ahora no sé (es que me puedo quedar sin trabajo en dos meses, de nuevo) es si todo puede ir a mejor… o a peor.

Un árbol, a veces no han sido malas las noches solas. Sino fecundas. Beso.

Ricardo, ya me gustaría a mí no recaer. Eso siempre lo he tenido claro: que la soledad elegida es maravillosa: la impuesta, la obligada, lo peor del mundo… Todavía no sé cómo es la mía.

Isabel Sira dijo...

Quería decir eso, noches solas, también, me expresé yo mal. No me refería exactamente a la compañía, que también. En cualquier caso, mi abrazo lo tienes...

Los viajes que no hice dijo...

Gracias, guapa.