viernes, 7 de diciembre de 2007

No tengo tiempo

No tengo tiempo, pero hablo con Tomás Segovia. No tengo tiempo, pero me tomo un café telefónico con Luis Mateo Díez. Sigo sin tener tiempo, pero aprendo qué es un coro de cámara, le echo un cable a un artesano, escucho a Montserrat Caballé, consigo el móvil de Juan Echanove (y no le llamo); arreglo el mundo después del trabajo; hablo de libros con Alicia Hermida y Miguel Ángel Lama me habla de libros, veo más teatro que nunca, rastreo películas clásicas, planeo la comida del día siguiente, busco piezas de Dvorak, Mendelssohn, Beethoven, Debussy; lo mismo pincho a Bucéfalo que a Alfredo Kraus; hago malabares para ir al gimnasio, le pregunto a la gente qué lee, qué ve y qué escucha; busco párrafos de libros, me capturan las voces de Doris Lessing, Juan Gelman, Álvaro Mutis, Fernando Fernán Gómez -chicos de Documentación, qué haría sin vosotros-, se me acumula la ropa por planchar en la cama de arriba, me intereso por la Ley del Cine, le pregunto por el urbanismo a Gerardo Ayala, busco qué es un pas de deux y Cecilia Figaredo me habla de su amor por la danza, como en veinte minutos, grabo una entrevista y ocho noticias diarias y entro en dos o tres programas en directo, mientras sigo buscando temas que me interesen para el cuarto, para mi media hora mía, pero no mía del todo; el fin de semana no me alcanza, tengo atrasadísimo el archivo de los cortes de voz, no me da tiempo.

No tengo tiempo, pero disfruto como nunca.

Imagen de PrASanGaM.

7 comentaron:

Anónimo dijo...

Ahora me entiendes... Por cierto, ¿preguntando por urbanismo? ja ja ja ja No me lo puedo creer...

Anónimo dijo...

Siempre tenemos tiempo porque no se acaba nunca. El problema es que nos ha dado por medir el tiempo, inventar apartos para cuantificarlo y ponernos objetivos.

Es como salir a pasear y ponernos como meta dos kilómetros en una hora: dejamos de disfrutar del paseo. Hagamos lo mismo con la vida (si podemos) y disfrutemos de ella antes de que nos consuma.

Anónimo dijo...

Y es que no hay nada como tener sarna cuando tienes ganas de rascarte...

Anónimo dijo...

Yo estoy justo en el lado contrario ahora mismo. Tendré que buscarme más cosas que hacer.

Anónimo dijo...

Sí. Lo mejor de no tener tiempo es tenerlo ocupado... No tener tiempo y, a la vez, retenerlo en cada cosa.

:-)

Anónimo dijo...

josé manuel, qué cosas tienes. "Retenerlo en cada cosa". ¿Y la cantidad de trabajos y ocio -que, tal como está planteado hoy día, parece también un trabajo y una obligación- que enajenan? ¿O es que tú sólo tienes en cuenta a los pijos, marqueses e intelectuales? Que somos cuatro y el cabo...

Anónimo dijo...

Arwen, la verdad es que entiendo a cualquiera que me diga que no tiene tiempo. Y sí, pregunto por urbanismo: por la manera en que se construyen las ciudades, que están muy mal construidas, por cómo conseguir un urbanismo más saludable: esto es, una ciudad más habitable. No es tan raro. No pregunto por el urbanismo por el que tú preguntabas.

Points of View, que supongo que eres el mismísimo Puntos de vista sin registrar. El tiempo sí se acaba: un día te mueres y se te acaba todo el tiempo del mundo: el tuyo, el que tú mides y disfrutas. Yo disfruto de la vida, pero si hemos acordado por convención que el día dure 24 horas de las cuales yo trabajo la mitad, realmente sí puedo decir que no me da tiempo. No me da tiempo y no me llegan los autobuses.

Carlos, tú sí que sabes...

Suntzu, sal, espolvoréate, vente a ver a las amigas que quieres conocer...

José Manuel, no tener tiempo y perder tiempo y ganarlo...

Mitnick, el ocio se ha transformado en negocio... Pero no es una obligación: cada uno decide qué hace con él.