domingo, 23 de diciembre de 2007

A mí sí me gusta

Y qué. Eso iba a decir. Que a mí sí me gusta la Navidad, y qué. Porque a nadie le gusta, ya sabes, y aun más: hay quien la odia directamente y quien se burla de la bondad que otros dicen que se manifiesta en estas fiestas, como si la bondad fuera algo de lo que burlarse o como si fuéramos todos unos cabrones malpensados, maledicentes y malhechores todos los días del año y los buenos deseos sólo fueran hipocresía. Y hay, en fin, a quien no le gustan los regalos, ni hacerlos, ni pensar en otros, ni esforzarse por encontrar algo que les guste ni las cartas a los Reyes ni la llegada de ese señor gordo vestido de rojo que nos trajo la Coca-Cola y que dibujó, hace ya mucho tiempo, Thomas Nast.

Me gusta la Navidad. Ya lo dije el año pasado. Que me gustan ciertos ritos, incluso los que ya no existen, pero fueron. Como esos whiskies con los que había que emborrachar a mi hermano mayor para que cantara (tiene la voz más hermosa del mundo). Como los juegos en el patio grande de casa de mis abuelos, la espera a que llegara Papá Noel y las anécdotas de infancia que recordamos todos, cada uno a su modo, cuando todos los primos dormíamos juntos la noche del 24 de diciembre, apiñados como podíamos. Crecer es una mierda en muchos aspectos: éste es uno de ellos y otro, que ya no nos ponemos las botas katiuskas para saltar en medio de los charcos, porque cuando uno se hace grande, ciertas cosas no están bien vistas: divertirse de según qué maneras no está bien visto. Pero en fin, que yo hablaba de la Navidad.

De que me gusta.

Ya veré qué le pido a los Reyes este año...


Feliz Navidad a todos.


Imagen de Thomas Nast.

20 comentaron:

Anónimo dijo...

PLINNNNNN!!!!! (primer ;))

A mí no me gusta. Me gustó -pese a ser atea- por motivos sociales, ya ves, y ruego porque vuelva a gustarme, pero de un tiempo a esta parte no me gusta, porque echo de menos a gente (mi abuelo era el auténtico motor de la navidad, ni reyes magos ni leches), porque se reabren heridas, porque me vuelve a llamar mo ex( acaba de hacerlo) porque ya no son multitudinarias como eran antaño, con toda la gran familiar que éramos entonces reunida y se pone de manifiesto más que nunca en navidad, que ya no lo somos ... sin embargo, algo de la navidad aún me gusta: sigue gustándome hacer regalos, romperme los cuernos buscando El REGALO ;), y sobretodo, que la gente sea más buena de lo habitual. Sí, me importa un bledo la razón o las motivaciones de cada cual, si gracias a la navidad la gente tiene mediahorita de bondad, pues mira, es mediahorita de bondad más a disfrutar.

Cruza los dedos por mí, anda, venga, que si tengo suerte la próxima volverá a gustarme.

Un beso.

Anónimo dijo...

Son fechas para revivir pasado, para vivir presente y desear un futuro mejor. Que tengas felices fiestas y que el año que entra sea un poco mejor que el que se va.


Feliz Navidad.

Anónimo dijo...

A mí también me encanta la Navidad, desde siempre. Cambia con los años y siempre se pierde ilusión, pero yo esta mañana he decorado la fachada entera de mi nueva casa con luces y papanoeles. Me sigue encantando hacer regalos y que me los hagan.

Muy feliz Navidad y espero que los Reyes o el gordo te traigan lo que más desees.

:)

Anónimo dijo...

Pues a mí, más que gustarme o disgustarme, me entristece. Lo lleva haciendo desde hace veinte años... Así que digo yo que ya está bien, ¿no??? A ver si durante los próximos veinte invierto la tendencia... Besos como soles

Anónimo dijo...

Cuenta con las katiuskas... Tenemos que ir a salpicar charcos.
Y a mí también me encanta la Navidad, por todo, porque es bondad, porque es alegría, porque la gente se da cuenta de que puede sonreír...
Un beso y ¡felices fiestas!

Anónimo dijo...

A mí tambien me gustaba cuando era pequeño y más ignorante.

Los únicos ritos que me gustan de esta época son esas comidas y cenas, y que suele haber vacaciones para bastante gente.

Yo llevo al menos un par de años en los que mi madre, que siempre me pregunta que quiero o algo asi pues le digo que nada- pero como es madre, supongo pues siempre cae algo.

Este año me regalaron mi cuñado y mi herman una curiosa botella triple y van montadas unas sobre otras)de licor café, cremita de orujo y caña tostada. Lástima que se acaben tan pronto. Y dinero, que me pareció excesivo en cantidad y del cual me negaba a la mitad, pero ella no cedió. Madres.

A mí no me gusta eso de hacer regalos en general, pero le compraré algo a mi sobrino, algo útil como unos libros para empezar a aprender algunas cosas (para que le dure un tiempo, que tiene 4 meses) o un xilófono (metalófono)cuando lo encuentre...pero eso será en las rebajas.

Que tengas buenas vacaciones Sarm, y una ristra de besitos tambien para ti! ;P

Me coman bien ustedes!

Anónimo dijo...

Las navidades son siempre motivo para traer recuerdos. Con los años uno descubre que hay de todo un poco. Justo lo que se necesita para seguir viviendo.
Muchas felicidades y besos

Anónimo dijo...

Enhorabuena a quienes os gustan estas fechas. Yo creo que es la época del año en la que somos menos libres, en la que nos vemos obligados a hacer cosas "por inercia socio-familiar". ¿Cómo que no quieres hacer un cenón de Nochebuena, una cena de empresa, o el amigo invisible o....? Si me dan a elegir entre libertad y navidad (que riman) me quedo con la primera. Para quienes todas estas cosas las hacéis con libertad y gusto, os repito mi enhorabuena

Anónimo dijo...

Pese a no vivirlas como festividad religiosa a mí también me gusta la navidad en tanto que tengo largas comidas y cenas con familiares que pese a verlos casi a diario no me entretengo a charlar largo y tendido con ellos y estas reuniones de comida compiosa me permiten hacerlo.

Feliz navidad para ti también. Y gracias por recordarme que vuelva al gimnasio el 2008 que los turrones siempre pasan factura.

Besos.

Anónimo dijo...

¡¡Feliz Navidad!!

A mí también me encanta, aunque es cierto que cada año hay menos ambiente navideño y que la ilusión se va perdiendo un poco más.

Algún año me gustaría pasar la navidad en algún sitio con nieve, junto a una chimenea, viendo "Qué bello es vivir" por undécima vez, y poder hacer muñecos de nieve y esas cosas que sólo vemos en las pelis americanas (en los dibujos, más bien).

Un besazo y que pases unas felices fiestas.

Anónimo dijo...

Pues si a ti te gusta... ¿Hace falta más? Un besazo y que pases unas preciosas Navidades.

Anónimo dijo...

¡Qué gusto volver a leerte, UnaExcusa! ¡Cuanto te he echado de menos, en la red y en las ondas!
Felices Fiestas a los que les gusten y a los que no, que también sean felices.

Anónimo dijo...

Yo en este asunto tengo el corazón "partío". Hay cosas que me fastidian muchísimo de la Navidad. Y otras que me gustan mucho. Visto tu post, ahora sólo voy a pensar en las cosas buenas.

Felices fiestas para todos.

Anónimo dijo...

Ufff...

Yo la vivo a tope: un Belén por habitación,87 tiras de espumillón, cenas en familia ajena y propia, novena de la navidad, misa de gallo y pavo.

El problema es que responde a la idea de todos, menos a la mía.

La preferiría liberada de carga convencional.

Con resignación...

B x C

Anónimo dijo...

A mí me cuesta la Navidad, era algo que me encantaba, quedarme a dormir en casa de mis abuelos, las bengalas, los especiales, las batallitas entre tíos y las que son ahora sus mujeres. Eramos muy felices. Pero todo el mundo forma sus familias, falta gente crucial en las fiestas y te das cuenta de que tú eres la que algún día reunirás a tus hijos y nietos alrededor de la mesa esperando que sea tan bonito como lo que tu viviste.A día de hoy no queda nada de aquello y me entristece,me entristece poner el árbol, me apenan los reyes y las prisas de la gente a recoger los regalos donde antes nos pasábamos horas en conversación. Ya no podré dormir con mi tía con la que me llevo ocho años y pelearnos por la bolsa de agua en un helado diciembre, ni despertar a mis tíos en sus literas para llamarlos a desayunar un día de Año Nuevo, o quedarme a ver Grease en Nochevieja zampando turrón con alguien que hja sido como la hermana que nunca tuve. Todos casados, con hijos, una distancia causada por amor a otros, pero parece tan injusta.

Anónimo dijo...

A mí también me gusta. No me gustó durante una época. Pero ahora, con un buen puñado de sobrinos, es una gozada, qué narices. Y disfruto. Regalos hago muy pocos. Pero los elijo muy bien. Y gozo más yo haciéndolos que quien los recibe.

Déjame que te regale un beso, UnaExcusa. Pero envuelto con un lazo rojo.

Anónimo dijo...

A mi tampoco me gustan mucho, demasiada gente en todas partes. Pero me alegro de que haya gente a la que las navidades le sientan bien, cómo todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

Simplemente es cuestión de ser positivo, así que ¡Feliz Navidad!

Yo últimamente me paso poco, me pasé el otro día y se me olvidó postear, la falta de tiempo y las oposiciones están acabando conmigo.

Un beso

Anónimo dijo...

Glauka, lo de ser primer en escribir se está transformando en una (buena) costumbre. A mí me gusta la Navidad exactamente por las mismas razones que a ti. Y yo también perdí la fe hace mucho tiempo (lo que no significa que la desdeñe). Cruzo los dedos por ti, para la próxima Navidad que pasemos juntas en estos mares de blogs internautas…

Alelo, no revivo pasados en Navidades: me quedo con lo que hay, que lo de echar cuentas lo abandoné (es muchísimo más sano, sobre todo para quien, como yo, es de juicios demoledores con respecto a sí misma –que te lo digan mis amigos-). Pero yo también espero que el año que viene sea muy bueno, para mí… y para ti, por supuesto. Y para toda esa gente que vive en tu casa.

Sagutxo, ya leí tu Nochebuena digna de Kupe Karras. Tu casa me la imagino como las americanas: llena de lucecitas y señores gordos por todas partes. Lo de los regalos… Ah, ya pondré qué me han traído los Reyes: hay dos que ardo en deseos de leer ya y de estudiármelos (son manuales de arte, que me servirán para el trabajo).

Palmiralis, quizá los próximos veinte años se invierta la tendencia, aunque estas son fechas de recuerdos más que de otra cosa y pueden ser muy tristes. Otros besos como soles para ti. Te veo el año que viene. Es decir, dentro de quince o veinte días… y ya te daré un abrazo bien gordo.

Arwen, eso sí estaría bien: comprar unas katiuskas sólo para ensuciarnos los pantalones saltando en los charcos. La verdad es que no sé en qué charcos, porque la falta de lluvia ya me está comenzando a agobiar. Felices fiestas para ti también.

Sublimo, si ya lo decía yo: que a ti te las traumatizaron cuando te dijeron que los Reyes son los padres. Pero no hacía falta publicarlo en tu blog así, hombre. Yo de comidas estoy más que harta, pero sigo comiendo, por supuesto: esta noche toca japonés. Ay, un gimnasio y voluntad para comer acelgas, le pido yo a los Reyes. El gimnasio ya lo tengo. Lo de las acelgas va a ser más complicado…

Ybris, yo te regalo tres palabras “a”, “o”, “y” y sí: hay un poco de todo en nuestras vidas, que es lo que se necesita y nada más.

Puntos de vista, sí hay mucha inercia. Hay inercia en las cenas de empresa, la compra de regalos y demás. Pero me gusta cenar con mis amigos y me gustan los regalos. Y me gusta, también, que la Navidad sea una excusa para salir a comer con ellos (como hacemos, por otra parte, el resto del año). El único consejo que puedo dar es: si no quieres, no vayas. ¿Qué te va a pasar? No te vas a morir… Así el año que viene apareces por aquí y dices: “Se acabaron las cenas de empresa, bien”…

elPadrino, yo tampoco las vivo como festividad religiosa. Más bien como una hecatombe que deja a cero mi cuenta corriente (sólo en las Cartas de Van Gogh me gasté ayer 120 eurazos: ahora, Coursodon va a estar muy feliz: y no hay peligro de destripar sorpresas: me las puso en las manos él mismo, que se enamoró de van Gogh en el Museo d’Orsay). De nada por lo del gimnasio: era más bien un autoconvencimiento, porque voy a tener que ir a la hora de comer sin casi comer… El resto del día no tengo tiempo: salgo a las ocho de trabajar y siempre habrá una película que ver, un algo que leer o una obra de teatro obligada…

Juanma Ríos, ¿puedes creer que aún no he visto “Qué bello es vivir”? Pues créelo: y no pongo las imprescindibles que me faltan porque me harían sonrojar de vergüenza (anoto otras más, porque soy así de provocadora: “Centauros del desierto”, “Orden” o “El séptimo sello”). A lo de las Navidades con nieve, me apunto.

Philip, eso digo yo. Otro besazo y el mismo deseo para ti. Cuidado con los excesos.

Francisco Gil, qué pasión, hijo mío. Muchas gracias… En el programa se quedó una compañera mía: yo vuelvo el dos de enero, que me parece muy lejos pero que está a la vuelta de la esquina… Felices fiestas.

Tupp, eso: sólo en las cosas buenas, siempre, en todos los aspectos. Y eso que me estoy leyendo a Virginia Woolf y… Bueno, hay cientos de párrafos que me recuerdan a ti. Los pondré y los comentaremos. El libro no es “Una habitación propia” (o “Un cuarto propio”, en traducción de Borges), sino “Horas en una biblioteca”. Qué buena lectora, esa mujer. Qué agudeza, qué de todo…

Viuda, sí que la vives a tope, sí: no he ido a una misa de gallo en mi vida. Pero no te preocupes, que pasan pronto… aunque lleguen siempre antes de lo previsto.

Kupe, los recuerdos siempre quedan. Yo antes me reunía con mis primos en casa de mis abuelos y ya no, pero lo recordamos como época feliz (e inconsciente). Las horas de charla para recoger los regalos también las echo de menos, pero sigo disfrutando del café con mi madrina… Y sobre el resto, sobre el amor de otros… Huy, de eso podríamos hablar largo y tendido, porque tengo una crisis perejil encima que no me la aguanto ni yo.

Platinum, y además, si estás donde creo que estás, tú sí que tienes Navidades blancas… Ponte a Frank Sinatra y disfruta. A mí también me gusta hacer regalos.

Jorgito, yo creo que ya hay casi demasiada gente en todas partes: nunca me imaginé que Badajoz pudiera estar así de poblada… Y Madrid, imposible: colas de metros para comprar suerte en Doña Manolita… Y a mí la gente en general no me gusta (en particular, me encanta: según quiénes, vale), pero los agobios sólo duran un ratito. Estudia esas oposiciones, que luego pasa lo que pasa (mírame a mí). Un beso grande, cariño.

Anónimo dijo...

Pues a mi también me gusta,me ilusiona...quizá sea ingenuo positivismo pero prefiero las luces,los colores al anodino gris de la rutina
saludos

Anónimo dijo...

Saludos y bienvenido, aunque te he leído ya por el blog de Portorosa. Mira tú, que yo no había contrapuesto las luces al gris rutinario... Otra razón más.

Feliz año luminoso.