sábado, 3 de noviembre de 2007

Sabía que te irías

No me equivoqué contigo. Sabía que te irías, tarde o temprano, que yo no te buscaría, que no podría buscarte, que me ampararía en el respeto, que sólo sería posible algún correo electrónico que espera una respuesta que no va a llegar porque no puede llegar.

Recuerdo tu voz llena de tabaco. Las ganas de querer que te escondieras en mí. La sonrisa grande, el abrazo, la caricia. Veo tus manos de la misma forma en que las siento, porque nadie tiene tiempo de recorrerte el cuerpo lentamente. Releo algún mensaje ("es genial bailar contigo"), memorizo la mirada del primer encuentro, mi temblor de piernas, la danza lenta de una canción de Uncle Kracker, deshacer la cama con un motivo durante meses, desear una palabra...

Sólo espero que, en una de éstas, no se me olvide tu cara.

Imagen de Contra-Diction.

11 comentaron:

Anónimo dijo...

Lo que marca nunca se olvida: ni una cara, ni una palabra, ni un olor, ni... nunca.

Anónimo dijo...

Coincido con Sagutxo: no creo que olvides su cara. Ni todo lo demás.

Anónimo dijo...

Nunca había leido tu blog y me ha gustado mucho, escribes fenomenal.

Espero que no se te olvide la cara para que puedas recordar todos los momentos (y solo) buenos

Anónimo dijo...

Es precioso Unaexcusa, de lo más bonito de todo lo que te he leído. Es sincero, directo y sentido, escrito con el corazón. Me has puesto los pelos de punta.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No lo sé, Sagutxo... No lo sé. ¿Nunca-nunca? ¿Ni aunque pasen los años y lleguen otras caras y otros cuerpos? Lo mismo vale para Suntzu, porque tengo buena memoria pero tiendo a desdibujar.

Mrs. G, bienvenida. Y gracias. Yo también lo espero: sólo los momentos buenos.

Patricia, muchas gracias... Otro abrazo grande.

Anónimo dijo...

Hombre, teniendo en cuenta que las caras recordadas pueden no ser las reales, sino que están formadas por los rasgos que mejor recordamos (y el resto, es imaginación y creatividad), es imposible que olvides algo que tienes grabado y que creas cada vez que piensas en ello. Ni aunque pasaran mil caras más por tu cabeza. Una de dos: o dejarías de archivar algunas o harías sitio para las nuevas.

:D

Anónimo dijo...

Las caras se desdibujan, pero las recuerdas siempre, y la recordarás más si la vuelves a ver. De todas formas, no creo que la cara sea lo importante,si no lo que te hizo sentir, que estuvo bien el tiempo que durase... Al menos yo prefiero que duren los sentimientos...

Anónimo dijo...

Decía Rolando de Gilead: "Nunca olvides el rostro de tus padres". Es una forma de decir que nunca olvides lo que realmente merece la pena recordar, y no sólo se refiere al plano físico. Como dice Arwen, yo también creo que lo más importante es simplemente que te acuerdes de esas personas por las cosas buenas... lo del físico es un 2º plano (aunque si también era igual de bueno que su interior no lo olvidarás fácilmente).

Un besazo.

Anónimo dijo...

Sagutxo, a veces he temido olvidar su cara. ¿Es su cara la recreación que yo hago de ella, la forma que yo tengo de dibujarla? ¿Podría haberme aprendido sus poros de memoria?
Arwen, me temo que no la volveré a ver. El recuerdo de lo que se sintió, o de lo que se pensó, y de lo que se habló siempre está. Yo tengo buena memoria. Mierda: tengo buena memoria.

Juanma, me refería y no a que se me olvidara la cara. No al físico: no quiero que no se me olvide la cara porque sea especialmente guapo. Que no lo es. Tampoco creo que él se acuerde de la mía por lo mismo...

Anónimo dijo...

Puedes aprenderte los poros de alguien de memoria y que, sin embargo, siga sin significar nada para ti. Cuando me refiero a recordar hablo de que lo que tú recuerdas es la recreación de lo que viste. Cuando se recuerda la cara de alguien no sólo físicamente, sino por lo que significó, se suelen añadir pinceladas sentimentales a los rasgos, hasta que acabamos creando "nuestra" cara en la cabeza, dando más importancia a aquello que nos gustó. Ejemplo: recordar los ojos de una persona no sólo por cómo eran, sino por cómo te miraban así a ti. Cada persona ve una cara diferente en una misma persona porque los rasgos cambian según a quién miremos. ¿O acaso crees que yo le miro igual a Bush que al Clooney? xD Seguirás recordando rasgos personales, que son sólo tuyos y que ni mil años podrán borrar.

Estoy espesa hoy, así que no sé si me explico muy bien. En resumen, una cara importante -física y sentimentalmente- nunca se olvida. Porque esa cara seguirá hablándonos de todo lo que nos habló una persona, aunque no fueran palabras.

Uis, creo que me voy a meter a poetisa o algo xDDD estoy de mística...

Anónimo dijo...

Pero mística que estás, hija. Me encantan tus apreciaciones. Y sí: no olvido miradas (ni besos ni lametones ni... Ay, si es que me nombras al Clooney y me pongo malita del tó).