jueves, 4 de octubre de 2007

Cultura. Educación. Políticas Sociales.

Los números siempre se me dieron mal. Los demás preguntan cuánto tiempo llevarán las obras, qué presupuesto se ha gastado en la programación de teatro, a cuántos profesores afecta la medida. No soy de temas de apertura: se me dan mejor los cierres. No me gustan las cifras porque no me cuentan la historia individual de nada: porque las magnificamos hasta lo indecible, porque sirven como pretexto y como excusa. Las veo innecesarias, salvo cuando se habla de corrupción, de robos, de pérdidas o de muertes. Porque a mí me interesa lo pequeño, eso que en teoría no le importa a nadie: alguien que consigue que sus alumnos aprendan qué bacteria es la que provoca el olor a tierra mojada, la restauración paciente de un cuadro, cómo viven los inmigrantes en un centro de acogida temporal, un concurso gastronómico de las amas de casa, la historia de un monumento.

No entiendo de arte ni de danza ni de teatro. De teoría literaria sé lo justo. De música, menos aún, y no digamos ya de cine o arquitectura. La memoria del CAP -Curso de Adaptación Pedagógica- me la suspendieron porque pidieron una valoración crítica y escribí diez folios hablando del penoso curriculum de Literatura en Secundaria (o cómo lograr que los alumnos odien la lectura de una vez por todas) y de que la integración quedará muy progre y muy maravillosa en un papel, pero que en la práctica no funciona. Mis alumnos de catorce años pedían silencio cuando yo recitaba a Pavese y disfrutaron más con los cuentos de fútbol de Galeano que con el Marqués de Santillana. Leímos a Olympia de Gouges, a Neruda, Ángel González, Florencia Pinar, Vallejo, Christine de Pisan, Cernuda y Celaya y pidieron "más poemas de esa gente", pero lo obligatorio era analizar la métrica de las serranillas.

Y dos cursos por debajo estaba Irene.

Irene, que con doce años escribía como Dios y a la que no me dediqué ni se dedica nadie, porque saca sobresalientes y en su clase había tres mataos que rompían los libros, corrían encima de las mesas y pasaban cinco horas diarias jugando a la Play Station. Cuando me largué, descubrí que ella (que devora libros, que me hizo llorar con un texto, que es callada, dulce, rubia, tierna y tímida) es, al final, la marginada del sistema educativo y de los esfuerzos.

No entiendo de cine, ni de literatura, ni de tendencias artísticas. Soy incapaz de decir si un cuadro es bueno y aún menos de explicar por qué me gustan una obra de teatro o una película. Sobre educación no tengo ni idea, a pesar de la trayectoria familiar y de que los adolescentes se me den tan bien como se me dieron en tiempos los yonkis. Y, sin embargo, son los únicos temas que me gustan. Cultura. Educación. Políticas Sociales.

La Conferencia de Presidentes, que la cubra otro.


Imagen de las ventanas: Darco TT

Imagen del aula: angelgriselectrico.

57 comentaron:

Anónimo dijo...

Si tú no sabes explicar por qué te gusta una obra de teatro o no, los demás humanos que no sabemos expresar nada usando las palabras mejor que nos mantengamos en silencio ;)

Ciertamente el sistema educativo "premia" a los que no quieren estudiar, o no saben, o no pueden. En un sistema dónde prima la supuesta igualdad entre todos a los que se les podría exigir no se les exige y a los que se les debería exigir tampoco.
Es tan facha y clasista pensar que la educación podría darse según el nivel? Por qué se tiene que no educar una mente privilegiada o una persona que se esfuerza de la manera que se merece, con estímulos y nuevas metas? Por qué se obliga a los que no quieren estudiar a estar en el instituto hasta los 16 años? No sería mejor darles la oportunidad antes de hacer un curso profesional para formarlo y que a los 16 ya estuviera preparado para trabajar? En lugar de eso se les aprueva curso a curso sin importar las asignaturas que suspenda sólo para tenerlo dentro del sistema educativo. Que se planteen las cabezas pensantes que el modelo educativo español realmente necesita un giro drástico. Puede que suene a "tiempos pasados fueron mejores" pero durante mi educación en el colegio e instituto si suspendías hasta dos asigfnaturas las repetías al año siguiente, y si suspendías más de dos repetías curso. Conozco gente que repitió curso y que luego se han titulado en varias carreras universitarias. ¿Por qué les da tanto miedo volver a ese sistema? Permitirles ignorar el trabajo sin consecuencias es educarlos para la vida personal y laboral? Yo creo que no.

Espero que se entienda lo que quiero explicar, yo no sé expresarme muy bien y lo he escrito a ráfagas en pequeñas pausas en el trabajo.

Anónimo dijo...

Me ha gustado el texto. Yo fui una de esas a las que no prestaron la atención debida, seguramente, porque era una de esas a las que no les daba la gana de aprender lo estipulado, pero ese es otro cantar.

Lo que me ha llamado la atención de tu entrada y tampoco espero una respuesta clara, es esa afirmación de que eres incapaz de explicar por qué te gusta algo. Igual es que yo soy demasiado cuadriculada, pero de verdad que no puedo entenderlo. Entiendo que no seas capaz de decidir si algo es buno o malo (yo tampoco lo soy), pero no entiendo que no sepas decir por qué algo no te gusta o sí lo hace.

:D

Anónimo dijo...

Ahí coincidimos, nada de cifras, sino personas, casos, historias.
Y nada de premiar al vago, ayudemos al que se esfuerza, al que podría llegar mucho más lejos, al que está ahí a pesar de todo y de todos y sigue interesándose por las cosas, aunque le rodee la mediocridad, en el mejor de los casos, o el vandalismo, seguramente.
Todos estamos de acuerdo en que hace falta una reforma del sistema educativo, ¿por qué los que deben hacerlo se dedican a tirarlo abajo en vez de reformarlo?

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo, lo siento. La integración sí funciona, pero como todo, hay que hacerlo bien y tener el dinero que se supone que hay que tener. Sobre lo de premiar o no atender o lo que sea, a los que sacan sobresalientes y a los que son gamberros... En eso influye el maestro o profesor que haya en clase. La atención siempre es individualizada y se puede hacer, sólo hay que tener ganas de trabajar y, en vez de cuando toque el timbre, chapar e ir directamente a casa, proponer a esos alumnos que tienen madera un taller de escritura u otras actividades que puedan hacerse por la tarde. Si aún así no hay tiempo, por que el alumno no puede, siempre se pueden mandar tareas individualizadas. Las adaptaciones curriculares no son sólo para alumnos con discapacidades, la sobredotación también es una necesidad educativa especial.

Anónimo dijo...

Suscribo todo lo dicho por El PAdrino. Hay que nivelar las clases, pero siempre por abajo. El nivel se resiente, y el que podría aprovechar más, el que necesita más, no lo tiene porque debes estar pendiente de diez cafrs que se dedican a darte por saco en la clase. Y ahora, la propuesta del Presi andaluz: pagarles por estudiar. Y en mi centro los niños llevan dos semanas sin profesores en algunas asignaturas porque no mandan más prfes para ahorrarse cuatro duros. Los Bachilleratos a 40, la ESO a 30 (con el coñazo que dan presumiendo de ratios de 25 alumnos, los libros de texto, penosos... Mejor paro, que me enciendo.
Un beso.

Anónimo dijo...

Podías abrir un foro con este tema porque parece que todo el mundo tiene mucho para decir...

¡Vaya comentarios más largos! ¡Maemía!

Anónimo dijo...

Con respecto a lo que dice el sagutxo, yo sí que entiendo lo que quiere decir UnaExusa al afirmar que no es capaz de expresar el porqué le gusta una cosa. La entiendo porque muchas veces a mí me pasa lo mismo.

Anónimo dijo...

Creo que la diferencia es de conceptos, padri. Yo entendí con lo que dijo que no era capaz de saber por qué le gusta una cosa, es decir, explicar no en el sentido literal de usar palabras para hacerlo. Ahora veo que quizá se refería a que noe s capaz de decirlo con palabras :D

Anónimo dijo...

Hola,
Respecto a la marginada, pues así yo también, ya q,en 3EGB, era de las primeras de la clase y sin hacer esfuerzo de estudio, en 4EGB, tuvimos a una bruja de tutora y a quien me separó de mi mejor amiga, su sobrina además, ya q la sacaron del cole. Y al mismo tiempo me impidió ir con mis amigas q eran mayores q yo (aunque aquí hay gato encerrado), estuve batallando con esa tutora durante tres largísimos años(CADA DOS X TRES ESTABA CITADA A SU DESPACHO, SI ME VEÍA CON LAS DOS AMIGAS Q TENÍA EN TERCERO MAYORES Q YO), pq me hizo repetir, no es q tuviera q hacerlo, sino para hacerme la vida imposible.Por mucho q estudiara me suspendía, en fín así va el mundo de mal. Unos nacen para sufrir desde le primer día hasta su fín.
Recuerdos.TIGRIS.

Anónimo dijo...

Uy, madre mía, no puedo con tanto pesimismo...

Anónimo dijo...

A ver:

- Las clases por niveles no funcionan. Es segregación y no todos tenemos las mismas oportunidades en casa; por lo que no llegamos al colegio en las mismas condiciones. Pero no vas a dejar "al pelotón de los torpes" en la misma clase, porque eso es condernarlos.
- Tampoco es lo habitual que se margine a los alumnos brillantes (entiéndase por brillante no solo el que saca 10). Los marginados del sistema educativo son los alumnos medianitos. Esos que con un poquito de esfuerzo y de saber estar tienen un 6 o un 7. A esos, que con un poco de atención podrían resultar hasta brillantes, no se les hace ni puto caso.
- Claro, que con 30 alumnos por clase, al único que puedes atender es al revienta-clases. Con 15 ó 20 sería otro cantar.
- Pero la administración educativa es taaaaaaaaaaaaan cutre, que en lugar de asignar los profesores necesarios hace apaños como ponerme a mí (que soy de francés) a dar plástica (menos mal que algo sé -no mucho-) de fotografía y cine... y al departamento de lengua a dar música.

Paro, que me caliento. Pasad por mi blog, que voy a escribir un post sobre mi nuevo centro.

Anónimo dijo...

elPadrino, realmente no sé explicarlo. Carezco de los conocimientos técnicos necesarios. Soy capaz de recitar la Noche Oscura de San Juan de la Cruz y emocionarme y pensar: "la madre que le parió, cómo escribía el tío" y de visualizar un relato completo de Stevenson (como el último que me he leído: "Ladrones de cadáveres"), pero no soy capaz de explicar por qué son buenos. Sé que son buenos. Pero no sé por qué lo son. Me lo dicen las tripas. Pero no sabría explicar por qué: por qué esa bondad en usar correctamente las palabras, por qué es redonda una película, qué falla en un cuadro...

En lo que al sistema educativo se refiere, sólo di clases quince días, aclaro, y caigo bien. Caigo bien porque entré en clase contundentemente, porque yo soy así de contundente, porque resulto cercana pero manejo las situaciones (salvo con los de doce años, que se me comieron viva) y porque hablo a la gente como si fuera adulta (que lo son). No sé qué falla en el sistema educativo: cuando me dicen que los cambios se deben a "la sociedad" no dejo de pensar en que la sociedad la formamos individuos... No sé si la solución está en repetir o no repetir... Recuerdo una charla con un alumno que me boicoteaba las clases y me dijo: "Es que me aburro". Y yo le respondí: "Pues te jodes, macho, porque el adverbio no es divertido". Aprender es divertido: estudiar es un coñazo. ¿Qué tiene que cambiar? ¿Qué conceptos tienen que cambiar? No lo sé.

Doodd, ya le he dado la respuesta a elPadrino: pero tampoco sé explicar por qué me gusta algo. Debo de tener escasez de palabras o conceptos para ello. O escasez de conocimientos, que más bien es por ahí por donde van los tiros.

Arwen, yo creo que la gente lo intenta. Es decir, que los profesores lo intentan; los padres digo yo que también -aunque los profesores se quejan de los padres-; que la Administración y los claustros también lo intentan. No pienso que haya una conspiración para crear mentes adormecidas. Que está muy bien pensarlo y también queda muy antisistema, pero me parece una chorrada. No creo que nadie tenga fórmulas mágicas para crear Mozarts, Kierkegaards, Rubens o Cervantes.

Antonio, estuve dos semanas y mandé tareas especializadas. A cada uno un texto que elegí yo según lo que intuía que les podía gustar. Y los que no cuadraban, me lo dijeron y cambiamos el texto. Les dije que con él hicieran lo que quisieran: salvo uno que me hizo una presentación en Power Point con el canon de Pachelbel sobre un poema de Ángel González y otro al que le hice locutarme un partido de fútbol, los demás lo mandaron escrito. Y la pregunta que me hacían es: "pero, ¿cómo hay que hacerlo para que le guste a usted?". Supongo que se fagocitan las mentes: a mí el sistema escrito, obviamente, me beneficia. Me ha beneficiado siempre en cualquier evaluación, porque la escritura es mi medio. En un examen oral no tendría muchas posibilidades. Supongo que se comienzan con ganas y que hay estilos y estilos de profesores. Unos quieren cumplir el expediente y largarse a su casa y otros querríamos cambiar el curriculo de Enseñanza Secundaria (en lo que a Literatura y Lengua se refiere, es penoso). Pero luego habrá una Selectividad: por mucho que uno haya potenciado en sus alumnos el amor por la lectura, resulta que han de hacer un análisis sintáctico y aprender los rudimentos de fonética (que todavía me pregunto para qué). Es decir, el curriculum hay que darlo y no da tiempo a darlo. ¿Tareas para casa de todas las asignaturas y actividades extraescolares individualizadas también de todas? Se podría hacer, pero no creo, tampoco, que los alumnos quieran estar todo el día estudiando. A mí me hizo gracia un alumno mío, hablando después con él. Le dije: "Si llego a haberme dado cuenta de lo que das tú de ti mismo" (fue el que me hizo la presentación en Power Point) y me respondió: "Yo es que me di cuenta de que, si destacaba, me ibas a sacar la piel a tiras". Pues sí, claro, se la hubiera sacado. Y no hablemos ya de la evaluación personalizada... ¿Cómo averiguas de qué mejor manera se evalúa a un alumno en tres meses? Creo que una de las claves es percatarte de que trabajas con personas. Pero, al final, para muchos, un trabajo es un trabajo. Tu hermano ha tenido discusiones encendidas en claustros porque se le ha ocurrido decir que su labor es "formar mentes". Y muchos de sus compañeros le han dicho que ellos van allí a enseñar Matemáticas o Inglés, que lo de formar mentes de dónde se lo ha sacado... (algo que yo veo básico y más en Primaria, que es donde él da clases). En fin, que son muchos temas. Y que sí: que los profesores podrían hacer más, pero también se quieren ir a casa a descansar. Que dar clase es agotador.

Suntzu, ¿pagar por estudiar? Esto es Jauja. Y libros de texto... ¿te obligan a usar el libro de texto? Yo lo seguí porque mi tutora del CAP me dijo que lo siguiera, pero no veo imprescindible seguir un libro de texto. De hecho creo que es bastante limitado. Y eso que aquí todos hemos estudiado los libros de Pe a Pa...

Alelo, es que muchos de los que pasan por aquí son profesores...

elPadrino y el Sagutxo, pues eso. Que no soy capaz de explicar. ¿Ha quedado claro? :P

Tigris, de tu historia me he enterado de la mitad. En fin.

Patricia, te recuerdo tu anécdota de la madre cabreada porque su hijo no tiene que recoger los juguetes... :P

FLaC, con marginación yo me refería a que, al final, como estás pendiente de gritarle a uno para que no se suba a las mesas, de ojear el cómic que se lee la otra mientras tú explicas, de mandar una tarea de rellenar palitroques a uno que tienes en clase que es deficiente mental -y con el que nadie se relaciona porque es deficiente mental: está en clase, pero como si no estuviera: y a lo más que llega la relación es a que se cachondeen de él- y a pelearte con el niñato que tiene al padre en la cárcel y que te grita que él tiene más dinero que tú (cosas todas ellas que he sufrido en mis cannes), al final, en tu hora de clase, ni miras al alumno brillante. Él te escucha, estudia, saca su diez y aquí paz y después gloria. Por no hablar de los medianitos, claro. Que ésos lo tienen peor porque encima ni llegan... o el sistema evaluativo les hace no llegar o yo qué sé.

Cuando aprendas de fotografía, me pasas tus conocimientos. Ea.

Anónimo dijo...

Clarísimo como el blanco nuclear :P

:D

Anónimo dijo...

Claro todo, pero que yo no pretendía ser antisistema ni creo que haya una conspiración contra la educación, el problema es que no dan para más los que tratan de arreglarla desde arriba...

Anónimo dijo...

una excusa:
A LA HORA D RECREO IBA CON UNA AMIGA DE CLASE LLAMADA A Y CON DOS MAS 6 AÑOS MAYORES Q YO LLAMADAS S Y S, NO HAY NADIE EN TU FAMILIA Q EMPIEZE X S?, IBAMOS AL OPUS, PERDON X LAS MAYUSCULAS, S al ultimo dia de 3EGB, me dijo q vigilara con esta profe, y resulta q esta profe me hizo la vida imposible hasta 6EGB, haciendome repetir en 5EGB.Espero q cuando vaya x barna,me lo cuente eh!! Ya la llamare un dia antes cuando vaya. Recuerdos.
TIGRIS

Anónimo dijo...

Bueno, visto el interés que suscitan los temas educativos, ¿Hablamos ahora de la Educación para la Ciudadanía?
Jejejejeje

Anónimo dijo...

Mira Tigris, no sé cuántos años tienes, pero las dos únicas personas de mi familia cuyo nombre comienza por S tienen 35 años, no usan lenguaje WAP (esto es un blog: no un móvil) y, desde luego, nadie ha estudiado en Barcelona.

Desequilibrios en mi blog, los precisos, ¿eh? Que yo no estoy para que esto se convierta en un consultorio psicológico ni para aguantar chorradas.

A los demás, el debate sigue como gustéis.

Anónimo dijo...

Vale, vale, no voy a ponerlo +.
Adios
TIGRIS

Anónimo dijo...

Parte del debate puede seguir en el blog Permitido Jugar. No sé por qué no se me activan los hipervínculos cuando respondo...

Doodd, ayuda.

Anónimo dijo...

Bueno, si nos ponemos a decir cosas personales que le ha pasado cada uno esto ni es debate ni es nada. Todos hemos vivido malas experiencias en la escuela por parte de "maestro", igual que a todos nos han timado en algún taller al ir a cambiar el aceite, etc.
Malos profesionales los hay en todas partes, sin que eso quiera decir nada, se trata de ir al fondo de la cuestión, y la cuestión es que "se premia a los gamberros y a los cafres" (o algo así creo que era) y yo sostengo que no, que un maestro tiene muchísimo tiempo y muchísimas metodologías para dar una atención individualizada. Lógicamente son pocos los que lo hacen, pero es que, desgraciadamente son pocos los buenos en cualquier profesión o, mejor dicho, los comprometidos con su profesión.
Sobre "dar clases es agotador"... Trabajar en una obra también lo es. Ser comercial de cualquier empresa también... de hecho no se me ocurre ningún trabajo que no lo sea y, si lo hay, no debería llamarse "trabajo" y, francamente, no creo que dar clases sea agotador, de hecho creo que la profesión de maestro o profesor es una de las pocas profesiones donde puedes pasártelo muy bien mientras trabajas, y una de las que más recompensas emocionales tiene.

Trabajar cansa... jiji, nos ha jodío.

Anónimo dijo...

A ver, yo sigo pensando que no, que no se margina a los alumnos brillantes de por sí. De hecho, se margina más a los petardillos -dicho con cariño-, porque son unos revienta clases y porque si hay 25 que tienen buena disposición, al final, a los 3 que joden se les manda a casa y tan contentos.

Caso personal: tengo este año en francés 2 a un alumno repetidor de 1º de eso con 9 suspensas. Legalmente no debería ser un alumno de francés, pero la profe de refuerzo de lengua no lo quiere en clase, porque le impide seguir un ritmo normal con los demás. Ese es el marginado. Lo marginan los profes que deberían tenerlo en clase, lo margino yo, porque no debería ser alumno mío y además intenta -y consigue- reventarme las clases; pero los que más lo marginan son sus padres, porque ni siquiera han ido a recoger el cheque-libro con el que le regalarían los libros al niño... cuyo único material es una libreta y un boli: ¿no se va aburrir así, joder?

Anónimo dijo...

Doodd, ayuda.

Cada día más directa, ¿eh? Enga... solo si me lo pides por favor... xDDD

Y de paso si me explicas el problema, que no me he enterado con esta frase:

No sé por qué no se me activan los hipervínculos cuando respondo...

¿Mande?

Anónimo dijo...

Ahhh, vale, joder, que estoy super espesa. ¿Te refieres a los enlaces "a"?

¿Como este?

Anónimo dijo...

Para flac:

Lo que yo decía se remitía únicamente a Primaria, Secundaria es diferente, al igual que Infantil y la Universidad.

Y también hablaba sobre el trabajo de cada uno, sin importar qué hagan los demás, si un "colega" se quiere quitar un peso de encima sin razón de peso, hay vías administrativas para evitarlo. El problema es que se entra en conflicto seguramente con esa persona, puesto que normalmente los que se intentan quitar trabajo de encima suelen ser personas inmaduras emocionalmente. Ahora bien, una vez un alumno entra en tu aula, debería ser considerado y tratado como uno más, con todo lo que ello implica.

Sobre lo de reventar las clases... habría que ver de quñe forma un alumno intenta reventar una clase para ver qué procedimientos hay que tomar con él.

Anónimo dijo...

"Hablo a los niños como si fueran adultos (que lo son)"

Eso es tener en gran estima a los niños, sí señor...

El sistema educativo es un fiasco y el mero hecho de dar una nota a un niño forma parte de un sistema represivo que origina traumas

Anónimo dijo...

Antonio: No sé si hay tiempo o metodología para dar una atención individualizada. Tú das una hora de clase (hablo de Secundaria: en Primaria no hay tantos problemas, dicen) y, en dos minutos, uno se pone a correr por encima de las mesas, otro te enseña el libro que está destrozando y, al fondo, uno le pega a todos los compañeros de su fila. ¿En ese tiempo me voy a poner a explicar el adverbio a los que quieren atender o cuido de que ni uno corra encima de las mesas, el otro no pegue a sus compañeros...? ¿Tengo que usar mis horas no lectivas para dar la clase que tendría que haber dado -pero no he podido- fuera del horario escolar sin los que revientan la hora?

No sé, pero no le veo tanta facilidad al asunto.

Dood: sí, era eso: cuando pongo un enlace a un post de blogger, el enlace me manda directamente a la página de inicio de blogger. No sé qué hago mal.

xtro: si me vas a citar, cítame bien. Más que nada porque se pierde el sentido de la frase si yo digo: " y porque hablo a la gente como si fuera adulta (que lo son)" y tú dices, citándome a mí: "Hablo a los niños como si fueran adultos (que lo son)". Yo a eso lo llamo manipulación torticera. Jamás he hablado aquí de niños: no me refiero a niños. Me refiero a "gente" de catorce o quince años, a los que sí hablé como adultos porque sí son adultos. Soy bastante clara cuando escribo: así que me parece que, si se usan comillas, no hay nada mejor que copiar y pegar.

La opinión sobre tu tercer párrafo, me la reservo.

Anónimo dijo...

Encargos

es decir:

<_a_href="http://unaexcusa.blogspot.com/2007/10/encargos.html">Encargos<_/_a>

Sin los guiones bajos.

Anónimo dijo...

Para xtro (yo no me reservo y menos en asunto de educación, que después pasa lo que pasa):

Diga cualquiera lo que diga, lo que está claro es lo que se debe hacer, puesto que para ellos hay miles de estudios vertidos en el tema. A los niños se les debe hablar conforme al desarrollo cognitivo que poseen, e igualmente, hay que tratar a jóvenes y adultos, lo que no quiere decir que no se debe esforzar por trabajar en la zona de desarrollo potencial que ya definió Vigotsky.

Conforme a lo de poner una "nota" en el sistema educativo, te recomiendo que te informes un poco. Por ejemplo, si yo opinara sobre física cuántica podría decir que son los saltos que dan los electrones para pasar de un nivel a otro. Y podría decirlo así, como tú has dicho lo de la evaluación y quedarme tan ancho, pero si, por casualidad, un físico leyera eso, corro el riesgo de quedar en ridículo.
No se ponen "notas" ni en secundaria, ni en Primaria, ni siquiera en la Universidad. Se evalúa un conocimiento académico de acuerdo a la metodología usada y a los resultados obtenidos.

No existe sistema perfecto, puedes informarte de las escuelas alternativas (muchas de ellas catalanas y muy buenas) o las que ha habido a lo largo de la historia. Que origina traumas..., la vida misma origina traumas. Unos malos padres pueden desgraciar a un niño de por vida, al igual que un mal maestro o un mal profesor, por eso se debe ser crítico con la escuala, pero no desde esa posición, sino, al menos, informándose antes de opinar.

Desgraciadamente lo que has dicho es vox populi, "¿quién es esa persona para puntuarme a mí?", pregunta que sólo aumenta el recelo contra los profesionales de la educación que, en su gran mayoría, tienen más conocimiento de lo que hacen que los que sólo han vivido la escuela desde fuera. Por mucho que queramos vivir en una sociedad de libre expresión, no todo el mundo puede opinar de todo, hacen falta unas bases, sino se produce una contrainformación que da lugar a lo que sobra en este país, que es la cultura de la ignorancia.

Anónimo dijo...

Ahora pa una excusa:

Por lo que me cuentas, entonces, el problema viene de atrás, alguien hizo un mal trabajo y te llega como ya te dije en mi blog, con "una bola de nieve".

Como sabes hay tres "campos" básicos en la planificación: conceptos, procedimientos y actitudes. En el caso que cuentas habría que empezar a enseñar actitudes combinándolas, para no perder el hilo de la materia que se debe enseñar, de forma interdisciplinar. Es difícil, no digo que no, pero dudo que sea imposible, de hecho hay bastantes estudios sobre ese tema que son de ayuda.

Anónimo dijo...

Sagutxo, a ver, porque no sale entero:

< a href:" dirección web"> lo que quieras poner > < / a >

¿No? ¿Entonces por qué si enlazo otro blog no me sale?

Anónimo dijo...

Ah... Creo que lo que me falta es el = ...

Anónimo dijo...

ya veo cómo se trata aquí a los que no opinan como vosotros. El trato que ha recibido Tigris lo dice todo. A ver si cuidas la vena fundamentalista y despectiva, Unaexcusa.

Respecto a Antonioayuso, le agradezco sus puntualizaciones. Lo de poner nota es un mero coloquialismo. Y las inferencias que se desprenden de tu texto son cuando menos delicadas. Resulta que yo también soy un profesional de la educación y tengo mis propias ideas, y esto harto como mucho profe progre lo único que hace es reprimir y cargarse a los niños. Y podéis atacarme lo que queráis, mi experiencia me ha demostrado reiteradas veces que habría que echar a la mitad de la población docente de este país, pues carece de la sensibilidad y la preparación necesaria para ejercer esa labor (y a lo mejor yo también entraba en ese lote, mira por donde).

En algunos de vuestros mensajes se aprecia autocomplacencia, desidia e ideas supuestamente progresistas que esconden un discurso ferozmente conservador. Así que a otro perro con ese hueso, que somos ya muchos los que creemos que para reformar el sistema educativo lo primero es purgar al execrable profesorado.

Y ahora lapidad, que eso lo sabéis hacer muy bien.

Anónimo dijo...

xtro: lee primero, opina después.
La vena fundamentalista, y las demás, me las cuido como puedo. Una sola cosa, fundamentalista también: esto es un blog. Éste es el blog que escribo yo. Es decir, en internet ésta es una de mis casas: con mucho, la más personal. Y a mí, en mi casa, nadie me insulta.

Si quieres debatir, hazlo con el preciso respeto. Si no, puedes ahorrarte los comentarios despectivos: no se permiten. Aquí nadie lapida a nadie. Y si hablamos de lapidaciones, la primera es citar a alguien intentando manipular sus palabras. Lo de los huesos y los perros ya lo conocemos por aquí bastante bien.

Hasta más ver.

Anónimo dijo...

Bravo, Unaexcusa:

cuando tú eres agresiva, es que tienes personalidad.

Si otro es agresivo es simplemente alguien que insulta y agrede, un maleducado. Brillante doble rasero, no esperaba otra cosa.

Esta victimización está muy vista.

Y es cierto que este es tu blog, pero perdona una puntualización: es un blog público, abierto a cualquier transeúnte virtual, por lo tanto opino lo que me da la gana. Si no te gusta, cerca las puertas de tu casa, pon contraventanas, deshabilita los comentarios. Pero no me digas lo que en un espacio de libre acceso puedo o no puedo decir. Esto no te lo permito. Si yo tengo un blog y alguien dice algo que no me gusta, lo asumo y punto, no corro a desgarrarme las vestiduras públicamente. Así que opinaré libremente. Y libremente puedes borrar los post, si quieres.

Lo de la lapidación salta a la vista, salvo para tus amigos que escriben aquí. Basta que alguien te lleve la contraria con cierte fuerza para que tu incendiaria susceptibilidad se desboque fontralmente.

Hay quien piensa diferente a ti, princesa. No eres el centro del universo.

Anónimo dijo...

Si tan mal te caigo, no sé qué haces aquí...

Anónimo dijo...

Lo que no consigo entender, si no estás de acuerdo, no te gusta como te tratan, te parecemos de lo peor, ¿por qué insistes?

Anónimo dijo...

Sí, no es dos puntos, es un igual. Debería salirte sin problemas si sigues mis instrucciones. Ahh, los guiones bajos se eliminan, ¿eh? no se cambian por espacios ;) (por si las moscas)

Anónimo dijo...

Ya, ya, Doodd: el caso es que no ponía el signo "igual" y creo que por eso me dirigía a la página matriz. Digo yo. Que no tengo ni idea, ya sabes...

Anónimo dijo...

Jodó, depués de leer todos los comentarios, siento que el mío sobra entre tanta seriedad :S

Anónimo dijo...

"Al fin, por Dios bendito, lapidadme,
dejad la roja carne sin aliento,
pues hago de las piedras mi sustento
y mártir hoy me quiero: ¡suicidadme!"

Evalúo la nota de este nota
y el trauma me socorre con desvelo,
¿será que este sistema echó ya el vuelo
o que la ley Moyano le agarrota?

Qué pérfida es la envidia, compañeros,
qué triste es sembrar entre las rocas,
qué odio reprimido y cuán sincero.

Y yo, que voy de progre treintañero,
al ver que tu paciencia se desboca,
pregunto ¿en tus clases es tan poca?

Anónimo dijo...

Genial el poema, AntonioAyuso. Sin ironías.

Pogre treintañero no. Aún no llegué a los 30 y mi opción política es mucho más radical.

A los que os emboscáis en discusiones estériles y pronunciamientos numantinos, os recomiendo "El maestro ignorante", de Jacques Rancière. Otra pedagogía es posible. Sin mayúsculas. Sin hipocresías. Con algo más que buena voluntad.

Anónimo dijo...

¿La que considera la tortura como lo peor de lo peor, pero que mira para otro lado cuando se asesina?

Anónimo dijo...

Está claro, Xtro, el problema del sistema educativo somos los docentes. No es la administración, que no da un duro (el dinero de la educación concertada solucionaría muchos problemas de la pública). No son los padres que en lugar de colaborar con el profesorado, vienen a pegarle cuando algo no les sienta bien. No, el problema somos los docentes, hay que joderse.

Anónimo dijo...

Pero una sí sabe en su interior qué es lo que le motiva y lo que no, lo que la mueve o lo que la deja completamente indiferente.

Creo que yo tampoco habría ido, caso de poder elegir.

¿Quién era esa niña víctima del sistema? ¿Tú?

Un beso.

Anónimo dijo...

Del curriculum de literatura tendríamos que hablar un día...y creo que estaríamos muy de acuerdo.

¿Te suspendieron? ¡Imbéciles!

Anónimo dijo...

No, no, Tam: a mí el sistema me benefició sobremanera: la evaluación se hacía conforme a exámenes escritos y a mí la expresión escrita no se me da mal (o al menos, gusta: que aún no sé por qué, pero ésa es otra cuestión).

Adúlter, sí que me suspendieron. Aprendí. Porque, ya sabes, no hay nada mejor que el alumno aprenda por sí mismo. En la valoración crítica, escribí (la segunda vez) folio y medio diciendo que todo era maravilloso y genial y chachipiruli y me aprobaron. Porque eso fue un "me aprobaron". A mí me dio asco. Pero ése, también, es otro tema.

Anónimo dijo...

La ironía es uno de los diez atributos de un buen profesor (según los estudios raros esos que se hacen).

Lo de progre treintañero lo decía por mí, y gracias por la recomendación, siempre estoy abierto abierto a cualquier crítica y consejo en el ámbito educativo.

Y sí, como tú tambié estoy en contra de la falta de control que existe sobre los docentes, que es uno de los males que existen pero, como señala flac, también hay otros (y muchos).

Sobre discusiones estériles..., sinceramente no creo que ninguna discusión sea estéril, al menos si se enfoca el problema objetivamente. La poesía, como habrás podido comprobar, era mera coña sin más intención que la de divertir y quitar paja al asunto.

Anónimo dijo...

Acabo de leer todos los comentarios. También soy docente y no creo que el problema sea el enfoque que le demos a la enseñanza, sino que no nos dejan enseñar tranquilos porque nos llegan palos de todos lados y encima, estamos divididos. Así nos va...

Anónimo dijo...

Para suntzu:

Ciertamente es una desgracia que lluevan palos sobre los docentes, de hecho se está tratando de impedirlo con algunas propuestas y enfoques, aunque ninguna me acaba de convencer. En eso, totalmente de acuerdo.

Pero no creo que la división sea mala, de hecho pienso que la multitud de corrientes pedagógicas, desde las más conservadoras, hasta las más radicalmente libres que se dan hoy en día son beneficiosas para la educación en general. Es una pena, eso sí, que muchas veces las discusiones se acaloren y se saquen las cosas de quicio, pero también es normal en profesionales que tienen diferentes filosofías de enseñanza pues, muchas veces, estas ideas se contraponen unas a otras.

En fin, que creo que de todos se puede aprender algo y que, lo mejor en este tipo de profesión, es ser un poco ecléctico.

Anónimo dijo...

Si alguien quiere ser docente porque le gusta la materia que ha de impartir, porque le parece que los profesores tienen muchas vacaciones, trabajan pocas horas, están bien pagados y tienen prestigio social...

QUE NO LO HAGA.

Mi hijo quiere ser bombero pero le asusta el humo y la oscuridad. Yo le digo que en ese trabajo hay que entrar a recoger a las eprsonas atrapadas en los edificios, pero él siempre me dice que será de los que está afuera, con la manguera.

Y en la educación hay que estar poco con la manguera y hay que meterse mucho en lugares poco recomendables.

Pero hay gente que tenemos vocación, que no nos importa trabajar con adolescentes bordes porque supone un reto, un más difícil todavía: intentar lograr la estrategia que te permita acercarte y sacar el lado o el resquicio positivo que hay en cada uno.

La educación está llena de gente que le gustaría tener 20 alumnos inteligentes, trabajadores, motivados y bien educados, sin problemas en casa, etc, etc., etc.

(Como mi hijo con la manguera)

De las administraciones educativas prefiero ni hablar. o reparto culpas por igual tanto a profesores, como a padres, políticos y alumnos.

Por eso me encanta la enseñanza no reglada, la libre, la que no tiene que poner notas, la que consiste en transmitir conocimientos y despertar sentimientos sin esperar más a cambio que la recompensa de haber aprendido, sin tener que firmar un asqueroso certificado

Anónimo dijo...

Supongo que las quejas están claras... Pienso.
Profesores, padres, políticos, alumnos, claustros, sociedad en general, medios de comunicación (¿qué podrían hacer los medios de comunicación?).

¿Y las soluciones?

Anónimo dijo...

Creo que los medios pueden hacer mucho y, de hecho ya se han hecho campañas en ellos, como las de "Querido Profesor" o querido maestro, en que algunas personas famosas hablaban de aquellos docentes que les ayudaron en su carrera o les guiaron bien. Por otra parte sé que existen proyectos de libros de cuentos con esa misma perspectiva, historias de maestros narradas de forma fácil para que los lectores rememoren a aquellos docentes entrañables que todos hemos tenido (al menos uno) a lo largo de nuestra vida escolar.

Los medios son un arma importante de manipulación, por lo que creo que sí podrían hacer bastante para recuperar ese prestigio perdido de los docentes o revalorizar el término "Maestro", tan manida que ya ni nos paramos a pensar en qué significa realmente.

Anónimo dijo...

Yo sólo dejo esto

Anónimo dijo...

en las 34 asignaturas de BUP y COU saqué 32 sobresalientes. Dieciséis años después sólo puedo acordarme del nombre de un profesor, y ni siquiera estoy seguro de acordarme bien...

No he podido por menos que sentirme identificado con Irene.

Un saludo

Anónimo dijo...

Juan Carlos, entonces es algo así como ...¿que tú pasaste por el sistema educativo pero él no pasó por ti? Ya sabes: recordar, del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón...

Anónimo dijo...

puede ser. Lo cierto es que nunca me sentí realmente exigido en el bachillerato, más bien aburrido y con el sentimiento de que los profesores podrían haber sacado muchísimo más de mí.

Los sobresalientes que más ilusión me hacían eran los de educación física, porque parecía que los otros se daban por descontados.

Eso sí, todo eso cambió en la carrera :-)

Anónimo dijo...

Nunca te he preguntado qué estudiaste tú...