miércoles, 4 de abril de 2007

Chris por la mañana

La lluvia suele ponerme melancólico. Es la hora de acurrucarse en un rincón, me relajo y huelo la madera. Y hoy, sólo me siento mojado. ¿Qué tiene el poseer cosas? ¿Por qué sentimos la necesidad de poseer lo que amamos? ¿ Por qué nos volvemos tan bestias cuando lo poseemos? Todos sabéis qué es: queréis algo, lo poseéis, y al poseerlo lo perdemos. Y cuando por fin has conquistado a la chica de tus sueños, lo primero que haces es tratar de cambiarla: esa forma suya de peinarse, su manera de vestir, como mastica el chicle... Y al poco tiempo lo que te gustaba, lo que has cambiado y lo que no te gusta son la misma cosa, como una acuarela bajo la lluvia.


Chris Stevens, en la K-OSO. Cicely, Alaska.

10 comentaron:

Anónimo dijo...

¡Qué recuerdos! Me encantaba Doctor en Alaska (aunque la pusieran aunas horas indecentes, que es lo que suele pasar). Lo más curioso es que ese que has recogido es el único monólogo que recuerdo de la serie. Me gustaban las reflexiones del chico de la radio (¿era Chris?). Gracias por traer ese trocito de pasado a este presente...

Anónimo dijo...

Jo, tengo en casa toda la serie que se compartió por la mula, incluso la primera temporada en DVD y no he sido capaz de sentarme un día a ver un solo capítulo.

Sí que se llamaba Chris el locutor. Iba a decir que era uno de mis personajes favoritos, pero resultaría una tontería. Es una serie en la que no se puede escoger un personaje. Es un todo.

Irrepetible.

Anónimo dijo...

Doctor en Alaska me gustaba pero me parecía una serie algo extraña

Anónimo dijo...

Porque sois un poco raros los tios...Os pasa mucho, os aburrís pronto del caramelito.

Anónimo dijo...

Decían, lola (periodista, chicas, como nosotras... qué cruz de profesión a veces) que Doctor en Alaska era un Twin Peaks para gente normal...
Siempre he pensado que no andaba muy desencaminada la definición.

Anónimo dijo...

Pero a mí lo que me gustaba precisamente era esa rareza hermosa, en algunos momentos poética de la serie. Se agradecía algo así.

Anónimo dijo...

Porque sois un poco raros los tios...Os pasa mucho, os aburrís pronto del caramelito.
No, no es porque sea raro o porque orine de pie, sino porque padezco de una suerte de Síndrome de Diógenes Digital Agudo que hace que emplee mi escaso tiempo libre en bajar más material del que jamás seré capaz de vez.
Sí, lo sé, es ilógico. Pero es lo que hay.

Por cierto, lo de aburrirse del caramelito nos pasa a todos, hombres y mujeres. Ya tiene que ser muy, pero que muy especial, o con muchos matices, el sabor del caramelito para que con el tiempo no termine por hastiarte.

Hala, voy a ver si le quito el plástico a la caja de la primera temporada (me la regalaron hace dos años, creo xD) y veo al menos el primer capítulo.

Salud.

Anónimo dijo...

Yo tengo las dos bandas sonoras de la serie que sacaron, pero sin Chris comentándola no es igual...Por cierto, montaraz, efectivamente, no se puede elegir un personaje, pero yo me quedo con Chris porque tiene todo eso que me gusta que los hombres tengan...Aunque sea un personaje.
Y a mí la serie me parecía rara como yo, es decir, surrealista como muchas partes de mi vida que espero que no cambien.
Yo no recuerdo monólogos, pero sí las ganas de verla y el querer ir a Alaska a disfrutar del frío...

Anónimo dijo...

¿Tiene todo eso que una quiera que los hombres tengan? Te recuerdo que es un ex convicto... xd.

Pero sí: guapo, inteligente, lector... Qué más se puede pedir...

Anónimo dijo...

Precisamente unaexcusa. Reconozco que tiendo a intentar eliminar defectos de todo el que se me cruza, y que las 'maldades' me acaban poniendo tensa, pero son los chicos malos reformados los que más molan, porque mantienen el sex appeal de haber sido malos, y la ventaja de haberse reconvertido en buenos sin que una intervenga.