viernes, 24 de noviembre de 2006

Estaré

Yo estaré cuando él se vaya, cuando todos ellos se vayan. Estaré cuando aparezca la rabia, cuando no puedas analizar los sentimientos, cuando te mate el lugar en el que vives. Estaré en el principio y estaré si hay un final. A la sombra y en las tormentas. No es una intención. Es un hecho. Estaré si te divorcias, si tienes hijos, si deseas huir hacia adelante sin pensar; si sientes que se te han caído los años, uno detrás de otro, al lado de la persona equivocada. A pesar de la locura, del dolor y de la alegría que ciegan. A pesar de la vida misma, de la autodestrucción, de todos los momentos en los que no te guste lo que eres, ni lo que ves, ni lo que eres capaz de crear.

Estaré, pero a lo mejor no te gusta mi manera. Porque quizá no veas si necesitas silencio, opinión o preguntas. Porque lo querré todo y lo querré ya. Porque te zarandearé cuando tú no tengas tiempo, ni ganas, y no sabré abrazarte ni dejarte espacio. Y porque, como siempre, ya lo sabes, porque ya lo dijo Dickens, siempre es la persona que no se halla en el trance la que sabe perfectamente qué hay que hacer y la que lo haría, sin duda.

Pero estaré.